El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a conmocionar este miércoles el ya turbulento comercio global al anunciar que elevaba los aranceles a China al 125%, con efecto inmediato, mientras que al mismo tiempo concedía una pausa de 90 días a las tarifas de los países que no habían tomado represalia contra Estados Unidos. Wall Street, que venía sufriendo fuertes bajas, reaccionó con subas inmediatas al anuncio.
“En vista de la falta de respeto que China ha mostrado hacia los mercados mundiales, por la presente aumento el arancel que Estados Unidos de América cobra a China al 125 %, con efecto inmediato. En algún momento, esperemos que en un futuro próximo, China se dará cuenta de que los días de estafar a Estados Unidos y a otros países ya no son sostenibles ni aceptables”, escribió el presidente en su red social Truth Social y escaló así la guerra comercial contra la segunda potencia económica mundial, en una espiral que parece no tener fin, ya que por la mañana Trump había aplicado a ese país un 104% en replica a un 34% de China.
Y luego, el jefe de la Casa Blanca hizo otro anuncio importante: “Por el contrario, y basándome en el hecho de que más de 75 países han llamado a representantes de Estados Unidos, incluidos los Departamentos de Comercio, Tesoro y al representante de Comercio para negociar una solución a los temas que se están discutiendo en relación con el comercio, las barreras comerciales, los aranceles, manipulación de divisas y aranceles no monetarios, y que estos países no han tomado represalias de ningún tipo contra Estados Unidos, a pesar de mis insistentes sugerencias, he autorizado una PAUSA de 90 días y una reducción sustancial del arancel recíproco durante este período, del 10%, también con efecto inmediato. ¡Gracias por su atención a este asunto!”, ha escrito Trump.
Los detalles de su decisión aún no estaban claros.
La jornada fue de un caos sin precedentes. Los “aranceles recíprocos” que Trump había anunciado el 2 de abril en el “Día de la Liberación” entraron en vigor en la madrugada del miércoles, hora de Washington. En ese momento implicaban impuestos del 104% a las importaciones procedentes de China, del 20% a las de la Unión Europea y del 20% al 50% para decenas de países, entre ellos Japón, Corea del Sur y Suiza. Para la Argentina, como la mayoría de los países de América latina, subían un 10%.
Pero la Casa Blanca aclaró que en el caso de la Unión Europea (UE) el arancel será del 10% durante los próximos 90 días, en lugar del 20 %. De acuerdo con una fuente citada por la agencia EFE, Washington decidió extender esa exención a la UE porque todavía no ha tomado represalias que Trump anunció el 2 de abril, y que incluyen una tasa global del 10% y gravámenes adicionales que, en el caso de la UE, alcanzaban a un 20%.
Trump parecía inamovible en su decisión a pesar de las fuertes turbulencias en los mercados del mundo, las represalias que varios países habían concretado, ni las advertencias de economistas y banqueros. Trump finalmente impuso los aranceles “recíprocos” a casi 100 naciones, aliados y adversarios, en una medida que elevaba las tarifas de los productos estadounidenses al nivel más alto desde antes de la Segunda Guerra Mundial y que afecta particularmente a China.
Temprano por la mañana, luego de que entrara en vigencia la suba a 104%, China respondió con gravámenes a los productos estadounidenses del 34% al 84% a partir del jueves.