En un hecho delictivo que generó y encendió las alarmas de las autoridades locales y de la justicia en particular, Julián García, de 37 años, fue detenido el pasado fin de semana tras un violento intento de robo en una vivienda de la ciudad. Según pudo saber La Vanguardia, García, quien se encontraba bajo arresto domiciliario, había sido previamente procesado por robo calificado por el Juzgado de Ejecución Penal N° 2, a cargo del doctor Juan Sebastián Galarreta.

Los incidentes ocurrieron en diferentes puntos de la ciudad, específicamente en calle 103, entre 28 y 30, calle 9, entre 30 y 32, y en la intersección de 34 y 11. En tanto, el pasado sábado al mediodía, García se presentó en la puerta de una vivienda y, tras ser atendido, sorprendió a la víctima, Hayde Vargas (70) tomando del cuello a la mujer e ingresando con intenciones de perpetrar el robo. En ese momento, el yerno de la víctima se encontraba en el interior y logró neutralizar al agresor tras un forcejeo.

La policía llegó rápidamente al lugar y, al momento de la aprehensión, se constató que García portaba una tobillera electrónica, testimonio de su arresto domiciliario, concedido por el mismo juzgado que ahora lo procesa. La UFIJE de Flagrancia, bajo la dirección del Dr. Leandro Arevalo, avaló la actuación policial y ordenó la detención del imputado por el delito de robo.

Posteriormente, el Juzgado de Ejecución Penal N° 2 anuló el beneficio de arresto domiciliario, trasladando a García al penal de Batán, donde deberá cumplir el resto de su condena. 

Este caso pone de relieve la preocupación por la reincidencia delictiva, la falta de controles sobre quienes cumplen medidas como el arresto domiciliario y el cumplimiento de las normas de seguridad para prevenir nuevos delitos en la comunidad.