El cartel blanco con letras rojas colgado de una reja oxidada es una advertencia indisimulable: “Prohibido pasar”, reza. En el fondo de ese galpón donde conviven recuerdos suspendidos en páginas de diarios, libros, fotos y otros elementos que ayudan a pensar que detrás de cada uno de esos objetos hay una historia que sigue latiendo.  Muchas de las cosas que se ven y que tienen un valor histórico incalculable pertenecieron en vida a Nené Curto de Mendieta, una mujer que es parte de la historia de Balcarce. La creadora del Coro del Centro Cultural de Balcarce, y que lo dirigió durante 50 años, dejó de existir en marzo de 2013 cuando tenía 89 años. Tras su fallecimiento, según pudo saber La Vanguardia, un familiar llevó todas sus pertenencias hasta un depósito en la calle 16 donde se venden como chatarra, aunque vale aclararlo los dueños del lugar nada tienen que ver con esta decisión de la familia de la corista. Del pasado se recuerda con mayor emoción –según la mirada de nuestro compañero en la redacción de La Vanguardia Beto Vuotto- a los acontecimientos que tuvieron especial significado en la vida de la comunidad. Del pasado también se evoca y se evocará con admiración a quienes fueron artífices o protagonistas principales de acciones en beneficio de la ciudad. Son quienes dejaron marcado su paso en distintos ámbitos, entre ellos el artístico y el educativo. En la historia de esos quehaceres de Balcarce queda el nombre de la profesora Nelly Elena Curto de Mendieta, quien partió en la mañana del sábado 23 de marzo de 2013. Algo menos de un mes después que hubiera cumplido 90 años. Nené –como se sabe- fue la creadora del Coro del Centro Cultural, luego de aquel 1963 cuando se celebró el 30º aniversario de la creación de la Escuela Normal. Allí nació la  agrupación vocal que, en el principio, se formó con egresados de ese primer establecimiento de educación media del partido. Desde aquel tiempo voces balcarceñas conducidas por Nené cantaron en el Salón Azul del Congreso de la Nación, en LRA Nacional –hoy la Radio Pública-y en la Sala Muiño del Teatro General San Martín, allí junto a conjuntos de Trelew, Salta y Uruguay. A esos escenarios llegaron invitados por el Coro Kennedy. Más acá en el tiempo el gobierno del doctor José Enrique Echeverría decidió que el escenario del teatro se llamara Nelly Curto de Mendieta. Tras su partida, el patrimonio de Nené –integrado por libros, discos, partituras, escritos y parte del primer cine que tuvo la ciudad según cuentan los historiadores- apareció arrumbado en un depósito de chatarras y compra y venta de materiales en desuso. Los propietarios del lugar tomaron las cosas de Nené sin saber, en algún caso, el valor histórico que tienen. Fueron igualmente colocadas en un galpón donde hace semanas vendieron el piano que perteneció a Nené.  La Municipalidad de Balcarce, y el intendente Echeverría particularmente han tenido siempre una mirada histórica sobre la cultura y revalorizó el lugar de los protagonistas que la exaltan a través del tiempo. Y Nené es una de esas personalidades que seguramente tendrá un lugar destacado en los 150 años del Partido.  Es de esperar que la comuna –en representación de los intereses de todos los balcarceños- pueda recuperar todos esos elementos como parte del patrimonio cultural de la ciudad para que tengan un destino mucho más acogedor y digno que un galpón de un depósito.

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