Damián Soriano
Pasión, propósito y familia: el secreto detrás del éxito global de Plim Plim
En una entrevista con La Vanguardia, el balcarceño Damián Soriano, director de Contenidos de Smilehood y co-creador de El payaso Plim Plim -ganador del Martín Fierro-, compartió los orígenes de este emblemático proyecto, su evolución y la pasión que lo impulsa a seguir creando para los más pequeños. Su primera historieta la publicó en la contratapa de La Vanguardia.
Foto: Damián junto a su mayor tesoro, su familia.
Desde sus comienzos en un garage en La Plata, hasta convertirse en un fenómeno internacional en el mundo de la animación infantil, Damián Soriano ha recorrido un camino lleno de desafíos y aprendizajes. En una entrevista con La Vanguardia, contó cómo surgió Plim Plim, el impacto de su trabajo en la infancia y la importancia de su familia en su vida personal y profesional.
-¿Cómo surgió el proyecto y te imaginabas este presente?
-El proyecto nació en La Plata en el año 2006. Yo estaba estudiando en la Facultad de Bellas Artes y a su vez estaba dando mis primeros pasos en la industria, trabajando en algunas películas de animación. Tengo el orgullo de ser la última camada de animadores que trabajamos en películas de animación dibujadas a mano (lápiz y papel). Además, trabajaba como ilustrador estable y director del suplemento infantil de uno de los diarios más importantes de La Plata, El diario Hoy. Fue una gran escuela donde aprendí mucho. En el año 2008, yo tenía 24 años, y un profesor de la universidad me comentó que estaban buscando gente con experiencia en animación para un nuevo proyecto, y que su mujer estaba a cargo de las entrevistas laborales. Le envié la carpeta con mis trabajos, me hicieron una entrevista, y quedé. Ese proyecto era Plim Plim. Cuando llegué solo había 4 personas. Yo fui el quinto. Literalmente era un garage, donde nos calefaccionábamos con una salamandra, con la cual también calentábamos la comida. Nadie en su sano juicio podía pensar que un pequeño grupo de estudiantes de arte y animadores, en un precario estudio en la ciudad de La Plata, podían llegar a hacer una serie de dibujos animados internacional. Sin embargo, nosotros teníamos el nombre de Plim Plim, algunos diseños y la convicción de hacer una serie de dibujos animados con un mensaje sano para los niños. Nos equivocamos mucho. Demasiado. Pero cada golpe nos hacía aprender. A finales del año 2010 presentamos la primera temporada de 20 episodios a Disney. Para ese momento ya éramos 40 personas, y dependíamos de la aprobación de un canal así, para que esta aventura tuviera sentido. Por suerte Disney adquirió el contenido y llegamos a toda Latinoamérica a través de este acuerdo. Lo que vino 15 años después, fue inesperado para todos. Hoy la empresa agrupa a más de 70 personas y Plim Plim es el canal de YouTube Nº1 del mundo en español y 6º en todos los idiomas. Nunca imaginamos un éxito así. Pero hay algo que nos hace muy feliz, y es que este éxito es orgullosamente argentino. Actualmente las personas que iniciaron esta aventura, además de ser mis amigos y excelentes profesionales, casi 20 años después, ocupan roles fundamentales de la empresa y siguen trabajando con la misma convicción y amor por lo que hacen. Y yo sigo aprendiendo con ellos.
-¿Cómo es el trabajo que realizas junto a tu equipo referido a la parte de canciones infantiles y dibujos animados?
-Actualmente mi rol es de Director de Contenidos, y básicamente me dedico a pensar ideas, contenido audiovisual y canciones que junto a un equipo grande de talentosos profesionales (dibujantes, animadores, músicos, productores, etc.) trabajamos en darle forma y crear los videos, canciones y episodios que los niños miran a diario. El proceso muchas veces comienza con una simple idea, tal vez algo que alguien vivió con su hijo, algún problema cotidiano de la infancia, o simplemente una vivencia personal. Para ser honesto, uno nunca sabe de dónde vienen estas ideas. Por ejemplo, la canción “el cerdito enojón”, la compuse en base a una experiencia personal. Cuando mi hijo Manuel tenía 2 años, junto a mi mujer nos encontramos con el problema de que no quería comer nada. Nada. Y se enojaba cuando insistíamos. Era una sensación tan frustrante, que nos hacía pensar si estábamos haciendo las cosas bien como padres. En uno de esos momentos me puse a pensar que seguramente otros padres también podrían vivir lo mismo. Y jugando le dije: ”¡¿Qué le pasa al chanchito enojón que no querés comer?!”. Automáticamente se me vino a la cabeza “Hoggie”, que es el cerdito enojón de Plim Plim, y eso dio origen a la canción. Le envié una maqueta al director musical y él hizo la magia para que la canción suene hermosa. Hoy nos reímos (incluso con mi hijo que hoy tiene 9 años) viendo a padres que suben videos a TikTok usando la canción mientras muestran a sus hijos que no quieren comer la comida.
-¿Cómo se hace para lograr la aceptación del público infantil?
-Uy, eso es un misterio jaja. Si tuviéramos la fórmula, haríamos un éxito tras otro, pero la verdad es que no lo sabemos. Sí puedo asegurar que en este proyecto hay dos ingredientes muy importantes: pasión y propósito. Guillermo Pino, amigo, fundador y presidente de la productora Smilehood, cuando inició este proyecto tuvo la intuición de confiar en un grupo de estudiantes a los que les faltaba conocimiento, pero les sobraba pasión. Luego todos pusimos mucha dedicación, aprendiendo, incluso cuando el dinero no sobraba. Y manteniendo siempre la calidad y el propósito de un mensaje sano para los niños. Podría sumar en esto a la suerte, gran componente que ayuda en este tipo de aventuras, y también el trabajo con especialistas en educación y niñez que nos enseñan a observar las infancias y a entender sus necesidades. Somos un grupo de locos que venimos remando en esto hace casi 20 años. Y hoy, si bien celebramos el éxito y disfrutamos la aceptación del público, seguimos poniendo lo mejor de nosotros con errores y aciertos, como el primer día.
-¿Cómo es un día tuyo en familia?
-Mi familia es todo. No existiría nada de lo que humildemente he logrado en mi carrera profesional sin ellos. Mi mujer Agustina es mi sostén. Está a mi lado en todo y formamos una hermosa familia que es mi mayor logro. Tenemos dos hijos, Manu (9) y Tomi (20) y siento que ellos me bancan a muerte en todas estas locuras. Dedicarse a esto, como en muchos trabajos, no es todo color de rosas. Implica días laborales interminables, noches y noches sin dormir a mate, dibujo y guiones, viajes, reuniones, y sobre todo ausencias. Actualmente vivo en Junín y mi vida laboral se alterna entre Junín y CABA. Viajo bastante, y en ocasiones ellos me acompañan, cosa que disfruto mucho. Cuando estoy en mi casa, intento no perderme de nada. Voy a buscar a mi hijo al colegio, asados familiares, rutinas con los chicos, etc. Le doy mucho valor a eso. Mi hijo Manuel es fanático de los dibujos y el arte. Tengo mi estudio en mi casa, y en ocasiones él suele sentarse a mi lado cuando trabajo y se pone también a dibujar. Solemos también mirar muchos dibujos animados juntos. Yo aprendo mucho de él y su manera de mirar. Otra cosa que disfruto es cuando viajo a Balcarce. Allí están mis viejos, mi hermana, mi abuela, tíos, amigos, que son los que me hacen acordar de dónde vengo, y me apoyaron mucho en los inicios, cuando decir que quería hacer dibujos animados sonaba a locura. Me pasa que cada vez que estoy allá es como un oasis donde vuelvo a las raíces. Y qué bien hace! Como dice Alfredo Zitarrosa: “No te olvides de tu pago, si te vas pa' la ciudad. Cuanto más lejos te vayas, más te tenés que acordar.
-¿Qué significó para vos el reconocimiento al espectáculo "Plim Plim, energía musical" con el premio Martín Fierro de Teatro?
-Recibir esta distinción por nuestra obra de teatro es una verdadera caricia al alma. Si bien trabajé en la escritura del guión y llevé adelante la dirección artística, este fue un trabajo profundamente colectivo. Tuvimos la fortuna de aprender y crecer junto a grandes profesionales del teatro: productores, directores, escenógrafos, técnicos, coreógrafos, bailarines, músicos, ingenieros de sonido, diseñadores, actores, vestuaristas, y especialistas en FX que nos ayudaron a crear una experiencia única. En Argentina tenemos talentos increíbles, y trabajar con ellos es un privilegio que enseña y emociona. Poder recibir este reconocimiento luego de tantos años de trabajo nos llena de orgullo y felicidad. Y este año estamos viviendo un sueño hecho realidad: el estreno en la Calle Corrientes, en uno de los teatros más emblemáticos y técnicamente preparados de Buenos Aires, el Teatro Broadway. Contar con una sala de esta calidad nos permite ofrecer un show interactivo, con un gran despliegue musical y visual, como nunca antes lo hicimos. Es un espectáculo que no solo disfrutan los pequeños fans de Plim Plim, sino también toda la familia, por eso este año tenemos cuatro elencos en gira para Argentina y todo Latinoamérica, con el objetivo de llevar este show a la mayor cantidad de países y ciudades posible.
-¿Por dónde se puede seguir al Payaso Plim Plim?
-Tenemos la enorme fortuna de contar con nuestro propio canal de televisión —el canal 211 de Flow—, además de estar presentes en plataformas musicales como Spotify y Apple Music. Junto con nuestro canal de YouTube, y redes sociales, esto nos permite que las familias puedan encontrar a Plim Plim en distintos medios y momentos del día.
-¿Nuevos proyectos?
-Estamos muy felices porque este año está lleno de nuevos proyectos y desafíos para Plim Plim. Además de extender nuestros diseños de productos, juguetes y ropa para niños, estamos desarrollando un nuevo espacio para Plim Plim en la TV Pública, que es algo que nos entusiasma mucho. Pero sin dudas, el gran foco de este año está puesto en el proyecto más ambicioso que hemos emprendido hasta ahora y que involucra a una de las plataformas de streaming más importantes del mundo. No podemos adelantar mucho todavía, pero sí decir que es un desafío enorme… y que estamos profundamente felices por lo que viene.
Agradecimientos
"Soy un privilegiado por tener este espacio para agradecer. Y el motivo es que cuando recién comenzaba mi carrera profesional, quienes dirigen este medio, Leo Clasadonte y Emiliano Zuazquita, me dieron un lugar para publicar historietas en la contratapa del Diario La Vanguardia en sus inicios. Ese gesto y confianza es muy importante para alguien que recién comienza, nunca lo olvido y me llena de orgullo y gratitud poder expresarles tanto a ellos como a Omar Gutiérrez, un amigo y quien generosamente me invitó a esta nota, todo mi agradecimiento. También quiero agradecer a mi familia y amigos en Balcarce, que siempre me han ayudado en este camino. Agradezco a gente de Balcarce que no conozco personalmente pero me hacen llegar palabras de cariño a través de las redes sociales. Agradezco a la vida que me ha premiado en mi carrera profesional, permitiéndome conocer artistas y maestros que me guiaron mucho con total generosidad, y a los que hoy tengo la dicha de llamarlos amigos. Agradezco al equipo que hace día a día a Plim Plim, talentosos e increíbles seres humanos, que son los verdaderos héroes de esta historia. Y por último agradezco a mi mujer y mis hijos, que todos mis logros son por y para ellos.”
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