La historia de Gaspar Capurro es un ejemplo de cómo la pasión puede abrir puertas y crear oportunidades. A sus 18 años, este estudiante de la Escuela Técnica de Balcarce ha vivido una experiencia inolvidable en Maranello, Italia, gracias a un intercambio académico que lo acercó a su gran amor: el automovilismo. Contó detalles sobre su viaje y lo que ha significado para su futuro.

-¿Cómo surgió esta posibilidad de viajar a Maranello y cómo fue esta experiencia?  

-Originalmente surgió en casa, en la familia. Recibimos la noticia por un conocido de mis viejos sobre un pacto que comenzaba. Después lo leímos en los medios y decidimos vincular mis estudios con Maranello. Investigamos y hablé con Sebastián Vidal de la subsecretaría de Turismo. En uno de los puntos del pacto se mencionaba el intercambio académico. Hicimos una nota desde el Centro de Estudiantes, hablamos con los directivos, y se organizó una visita de la comuna que incluyó Buenos Aires, Mar del Plata y Balcarce. Al final, tuvimos una entrevista online con los directivos de allá y se acordó que podríamos visitar Maranello.

-¿Cómo fue ese viaje, ese recibimiento y en definitiva esa experiencia en Italia? 

-Fue una experiencia inolvidable, especialmente porque fue mi primer viaje solo al exterior. Me sentí muy bien recibido, no solo por la institución, sino también por la comunidad. Me hospedó una familia de allá, la familia Zacani, y compartimos muchos momentos. En la escuela, los chicos me recibieron muy bien. También conocí a argentinos que estaban allá, lo que hizo todo más especial.

-¿Cuántos días estuviste?  

-Estuve 10 días en Maranello, del 19 al 31.

-¿Y es una ciudad como una imagina donde se respira automovilismo? 

-Así es. Mi llegada coincidió con la llegada de Hamilton a Ferrari, la ciudad estaba convulsionada. Los chicos en la escuela compartían fotos y videos de las pruebas de Leclerc. Se respira automovilismo en todos lados.

-¿Qué percibiste respecto de la figura de Fangio en Maranello? 

-Fangio es muy conocido. No solo por su relación con Ferrari, sino también por su importancia en la historia de la Fórmula 1. Es mencionado con respeto, es un ícono, y su legado sigue vigente.

-¿Estuviste colaborando con Tulio en la construcción de los autos?

-Sí, empecé mi vínculo con él a través de pasantías. Me gusta mucho el automovilismo y quería trabajar en un taller relacionado. Fui a Crespi, donde se construyen autos para la serie de Netflix, y empecé a aprender sobre mecánica y diseño gracias a Tulio.

-¿Tu pasión va más por la mecánica o el diseño? 

-Va más por la mecánica. Me encanta desarmar motores, armar sistemas y solucionar problemas. El olor a aceite y gasolina me apasiona.

-¿Este primer paso fue importante para vos? 

-Sí, trabajar con Crespi me abrió muchas puertas. Aprendí mucho de su trabajo con fibra y diseño. Espero que esta experiencia me sirva en el futuro.

-¿Y cómo fue tu experiencia al ver la serie de Senna?

-No trabajé en la filmación, pero participé en el mantenimiento de los autos. Me llamó la atención cómo Balcarce se presenta en la serie, mostrando su belleza y singularidad.

-Con 18 años, ¿cuál es tu futuro?

-Bueno, ya rendí para ingeniería mecánica en Mar del Plata. Planeo hacer los 5 años de carrera y vincularme con una maestría en Maranello o Módena. Quiero mantener este vínculo y seguir creciendo en este ámbito.