Confirmando todo lo que se preveía antes del inicio de la competición, Boca Júniors protagonizó un nuevo papelón a nivel internacional. En este caso apenas pudo igualar 1-1 con un conjunto semi-profesional de Nueva Zelanda, el Auckland City, lo que determinó su eliminación del Mundial de Clubes. Luego de dos buenos partidos ante Benfica (2-2) y Bayern Münich (1-2), el “Xeneize” volvió a defraudar y se fue del certamen, sin haber ganado ningún partido.

Vale consignar que este encuentro se detuvo a los 9 minutos del segundo tiempo por alerta meteorológica cuando el marcador estaba 1-1, se reanudó más de media hora después con el futuro del equipo argentino ya definido; pues en otra cancha el Benfica de Portugal superó al Bayern Münich por 1-0. 

EL PARTIDO

El conjunto de la ribera salió decidido a acorralar a su rival y buscar los goles necesarios desde el minuto cero. Con Zeballos por derecha y Blanco por izquierda, llenó de centros el área de Auckland. Sin embargo, le costó generar peligro y la más clara de los primeros 20 minutos fue del elenco neozelandés.

El “Changuito” sintió una molestia física a los 23' y debió dejar la cancha de forma prematura. Zenón lo reemplazó sin modificar el 4-1-3-2 planteado por Russo.

Di Lollo ganó de cabeza a los 25' tras un córner desde la izquierda, la pelota pegó en el palo y rebotó en la espalda del arquero Garrow, que en contra le dio el 1-0 al “Xeneize”.

En el cierre de la primera mitad, la fortuna le jugó una mala pasada a un Boca mucho más claro en los metros finales. Primero el travesaño le negó el 2-0 a Palacios tras un remate desde afuera del área y luego el travesaño le ahogó el grito de gol a Merentiel.

En el inicio de la segunda mitad, Auckland le dio un duro revés a Boca: Gray le ganó de cabeza a Battaglia en un córner y empató 1-1 el partido. Primer gol de los neozelandeses en el torneo.

Sobre los 54' la organización detuvo el encuentro debido a una alerta meteorológica por mal clima en Nashville.

Más de media hora después, el juego se reanudó con la eliminación de Boca definida. Merentiel puso de nuevo en ventaja al Xeneize, pero el tanto fue anulado a través del VAR por una mano previa de Zenón. Con el correr de los minutos, Garrow se convirtió en figura y sostuvo el empate de su equipo.

Así, sin pena y sin gloria en la cancha; más allá del masivo respaldo que tuvo en las tribunas en todos sus compromisos; Boca se despidió del torneo dejando una pálida imagen. Una muestra más de la necesidad imperiosa de un cambio profundo que pasa por remover de su lugar a una dirigencia incapaz y de renovar totalmente a un plantel plagado de jugadores mediocres y sin actitud.