Este domingo no será un día más para Mar del Plata. Con el último servicio del mediodía, cerrará sus puertas “Espigón de los Pescadores”, uno de los restaurantes más tradicionales de la ciudad, ubicado desde hace décadas en el corazón del Muelle del Club de Pescadores. El final no llega por falta de clientes ni por una caída en la calidad de sus platos. Llega, simplemente, porque no les renovaron el contrato. Y, con ello, se despide no solo un local, sino un pedazo entrañable de la historia marplatense.

El restaurante, conocido por sus paellas, sus pescados frescos -que por décadas fueron traídos en las lanchitas amarillas- y el trato cálido de su personal, dejará su lugar tras una decisión de comisión directiva del Club que se tomó en la gestión pasada y, con la renovación de autoridades reciente, decidieron mantener.

Aunque la noticia se conoció internamente en febrero del año pasado, una mediación permitió que el Espigón pudiera funcionar hasta esta Semana Santa. Pero la esperanza de seguir se esfumó cuando les confirmaron que no había posibilidad de renovar. “Se nos dijo directamente que no, que estaban viendo otras propuestas y que nosotros no entrábamos. Así, sin más”, contó conmovida Patricia, una de sus camareras más antiguas, en una entrevista exclusiva con los colegas de Ahora Mar del Plata.

Patricia no solo fue testigo de los últimos veinte años del restaurante, también es parte del alma del lugar. Como ella, hay otros: mozos con más de veinte años de servicio, personal de cocina con tres décadas de trabajo y, por supuesto, el cocinero histórico, Lucho, quien lleva 45 años detrás de los fuegos. “Ya está jubilado, pero sigue viniendo. Este lugar es su casa. Hace una changuita, charla con nosotros, se emociona… Es parte del mobiliario, como él dice entre risas”, cuenta Patricia con una mezcla de orgullo y tristeza.

El restaurante fue más que un comedor frente al mar. Fue un punto de encuentro para marplatenses y turistas, un refugio para familias, parejas, amigos. Fue escenario de presentaciones de libros, rodajes de películas y series emblemáticas, como Monzón (2019), Animal (2018) con Guillermo Francella, y la reciente Tiempo de las Moscas, con Nancy Dupláa y Carla Peterson, la flamante adaptación de Netflix de la novela de Claudia Piñeiro. “Hay mucha historia acá. Olmedo y Porcel también pasaron por nuestras mesas. Y ahora que nos vamos, mucha gente se acercó, se preocupó, preguntó”, recuerda Patricia. Entre quienes se solidarizaron están Martín Piroyansky, los chicos del canal de streaming Olga, e incluso la hermana del reconocido psicólogo Gabriel Rolón.

Hasta llegó una propuesta de los músicos de El Kuelgue, que se ofrecieron a tocar para ayudar al emprendimiento gastronómico. “Uno de los chicos me dijo que se ofrecía también para hacer sushi”, reveló la camarera, que atraviesa sensaciones encontradas por esta nueva etapa.

Sin embargo, no todo es despedida. Hay también un nuevo comienzo. Martín Grisetti, dueño del restaurante y de otros comercios como “El Pescadito”, fue clave para sostener al equipo de trabajo. “Desde el minuto uno, Martín decidió que nadie se quede sin su fuente de ingreso. Nos vamos todos juntos. Nos llevamos los muebles, la vajilla, la decoración… pero lo más importante: nos llevamos nuestra identidad”, afirma Patricia, emocionada.

El nuevo Espigón abrirá sus puertas pronto en una antigua casona frente al mar, en la zona de La Perla, justo enfrente del balneario Alicante. Allí, además de los clásicos mariscos y pescados frescos, buscarán incorporar cerveza artesanal, tragos y cafetería, propuestas que antes no eran posibles por las limitaciones del espacio.

“Este domingo vamos a dar nuestro último servicio. Después, empezamos a embalar todo. No es fácil. Este lugar nos vio crecer, vio pasar generaciones de familias. Gente que venía de chico y ahora trae a sus hijos”, dice Patricia. “Y yo que vine de vacaciones a Mar del Plata en 2004, me terminé quedando porque mi marido consiguió trabajo. Empecé repartiendo comida, terminé en este restaurante y ya no me fui más”.

El “Espigón de los Pescadores” se despide del Muelle, pero no de la ciudad. Su historia, su gente, sus sabores y su calidez seguirán vivos en otro rincón marplatense, donde seguramente nuevos recuerdos comenzarán a construirse. Porque si hay algo que está claro, es que los restaurantes no son solo ladrillos ni cocinas: son las personas que los habitan.

Y esas personas, por suerte, seguirán ahí.

El descargo del Club de Pesca Mar del Plata ante las novedades

Ante la repercusión de esta noticia, el Club de Pesca Mar del Plata emitió un comunicado aclarando que el restaurante no cerrará, sino que continuará bajo una nueva concesión. “Se trata simplemente del vencimiento de un contrato y el inicio de una nueva etapa con otro concesionario”, explicaron desde el área de comunicación. También destacaron que buscan mantener “el espíritu del lugar” y enriquecer la experiencia de quienes lo visitan, sobre todo en el marco del centenario del club, que se celebra este 2025.

En este sentido, desde la institución remarcaron que “el objetivo es continuar ofreciendo un servicio de calidad, manteniendo el espíritu del lugar, pero apostando también a nuevas propuestas que puedan enriquecer la experiencia de quienes lo frecuentan”.

Cabe destacar que este 2025 el Club de Pesca Mar del Plata celebra su centenario, lo que convierte al año en curso en uno especialmente significativo para la institución. En ese marco, se están impulsando diversas iniciativas que apuntan a poner en valor su historia, su rol en la comunidad y los espacios emblemáticos que lo conforman, como el restaurante del espigón, símbolo de encuentro para socios, pescadores, vecinos y turistas.

“El restaurante, ubicado sobre el espigón del Club de Pesca, es un punto emblemático de la costa marplatense, muy concurrido por su vista privilegiada, su ambiente relajado y su fuerte vínculo con la historia local”, concluyeron.