En el frente, la novedad: la cámara selfie Center Stage de 18 megapíxeles que ahora permite hacer capturar en modo horizontal y tiene Encuadre Centrado -para fotos de grupo- donde IA amplía automáticamente el campo de visión.
La experiencia, sin embargo, sigue siendo bastante parecida para el usuario promedio, salvo por la ventaja en autonomía (22 contra 30 horas de reproducción de video), almacenamiento (a partir de 128 contra 256 GB) y soporte de IA que caracteriza a la nueva generación.
Pero donde realmente aparecen las diferencias es en el terreno de los modelos Pro.
iPhone 16 Pro vs. iPhone 17 Pro
El iPhone 16 Pro y 16 Pro Max habían debutado con pantallas más grandes, de 6,3 y 6,9 pulgadas respectivamente, con biseles más delgados y la misma calidad OLED que caracteriza a los equipos de gama alta de Apple.
El cuerpo de titanio reforzaba la durabilidad, mientras que el procesador A18 Pro daba un salto de potencia frente al modelo estándar. Ese chip permitió que los usuarios aprovecharan de manera más fluida las funciones de Apple Intelligence, y fue acompañado por la llegada de la cámara tetraprisma, que extendió el zoom óptico hasta cinco aumentos.
En video, Apple también había innovado con grabación en 4K a 120 fotogramas por segundo, un avance que los puso a la par de cámaras profesionales en términos de fluidez y detalle.
Con la llegada de los iPhone 17 Pro y 17 Pro Max, la compañía de Cupertino decidió arriesgar un poco más en el terreno del hardware.
El cambio más notable está en los materiales: después de dos generaciones basada en el titanio para alivianar sus dispositivos, Apple volvió al aluminio, pero esta vez en un cuerpo unibody que integra laterales, estructura interna y módulo de cámaras.
Lejos de ser un retroceso, la elección tiene una explicación técnica: el aluminio disipa mejor el calor que el cristal o el titanio, y sumado a la incorporación de una cámara de vapor, permite que el procesador A19 Pro trabaje durante más tiempo a máxima frecuencia sin caer en el estrangulamiento térmico.
El color de los teléfonos juega también un papel importante en la comparativa. El cambio entre el tradicional negro de la generación anterior por un poco conservador Cosmic Orange (Naranja Cósmico) causó impacto y genera sensaciones encontradas