El Hogar de Ancianos La Merced informó hoy que su capacidad operativa y de alojamiento se encuentra limitada por obras de reforma en los baños y la falta de cuidadores suficientes para atender nuevos ingresos. Esta situación ha llevado a la institución a rechazar la solicitud de ingreso de un paciente que, tras una consulta de su familia, fue informado de las razones por las cuales no se podía aceptar su admisión.

El paciente en cuestión ha residido en otro hogar durante un tiempo prolongado y, ante el aumento de la cuota en su actual residencia, su familia buscó alternativas en La Merced. La institución, que no recibe subvenciones estatales, actualmente asiste a alrededor de 53 abuelos, y cada nuevo ingreso es evaluado minuciosamente por el personal de enfermería, que analiza el estado físico y las necesidades del paciente para determinar su admisión, en función de la capacidad de atención disponible.

Por razones éticas, La Merced no lleva a cabo esta evaluación en pacientes que ya están en otros geriátricos. Los nuevos ingresos son sometidos a un período de adaptación de 15 días, acordado con la familia, antes de su admisión definitiva, y son evaluados también por el director médico del hogar.

Fundado en 1936, el Hogar de Ancianos La Merced ha mantenido un compromiso firme con sus residentes, afirmando que jamás ha dejado a un abuelo en la calle. En un esfuerzo por ayudar a un vecino que necesitaba un lugar, el presidente del hogar ha gestionado la búsqueda de una cama en geriátricos municipales. Al no encontrar disponibilidad, se consultó sobre la posibilidad de una beca ante Desarrollo Social para costear la atención de este vecino en su hogar actual, lo que fue comunicado a la hija del paciente.