Tras la denuncia y el planteo del STM sobre el servicio de poda que presta el Municipio, La Vanguardia confirmó que se impulsa una modificación de la ordenanza sobre poda que establece la creación de un registro de podadores urbanos, un sistema que ya se aplica en muchas ciudades de tamaño mediano y grande. Este registro será accesible para aquellos interesados en realizar trabajos de poda, siempre y cuando completen una capacitación específica que será proporcionada por la Municipalidad, con la colaboración de especialistas en la materia.

La nueva normativa también especifica los períodos anuales en los que se puede realizar la poda, obligando a los podadores a hacerse cargo del retiro y limpieza de los restos vegetales generados. Sin embargo, un aspecto a destacar es que el valor de esta actividad aún no está regulado.

Cabe resaltar que solamente la Municipalidad está autorizada para realizar extracciones de árboles, y se han establecido criterios claros que justifican esta acción. Las empresas de servicios públicos, por su parte, deberán presentar un plan de poda por razones de seguridad, y tendrán la posibilidad de actuar en situaciones de emergencia para despejar o podar.

El objetivo principal de estas medidas es preservar y organizar un proceso que, si bien ya ocurre de manera informal, ahora busca promover la reposición de árboles y evitar daños o extracciones indiscriminadas. 

Fuentes oficiales consultadas por La Vanguardia señalaron: "vamos a mantener a nuestro equipo de trabajo para espacios públicos, situaciones de riesgo en plazas, espacios verdes, escuelas o instituciones, o en aquellos casos en los que, por razones económicas justificadas, tengamos que actuar".