Cada 25 de agosto se celebra en Argentina y en el mundo el Día del Peluquero, una fecha que rinde homenaje a aquellos profesionales que, con su habilidad y creatividad, transforman la imagen de las personas. En la ciudad de Balcarce, esta conmemoración cobra especial relevancia, destacando la trayectoria de peluqueros como Daniel Eymann quien, además, celebra cuatro décadas de dedicación al oficio.

A los 15 años, Daniel comenzó su camino en el mundo de la peluquería, un viaje que ha estado marcado por la evolución de las modas y técnicas. "Me parece que fue ayer que empecé. Era otra época, donde estudiabas o trabajabas", recordó con nostalgia. Su primer mentor, Horacio Alberghini, fue quien lo alentó a seguir su pasión, una decisión que ha moldeado su vida personal y profesional.

Con un estilo que combina innovación y pasión, Daniel ha sido testigo de cómo el tiempo transforma no solo a sus clientes, sino también a las tendencias. "Venimos de la época del batido, el rulero y la toca. Ahora, los cortes masculinos se inspiran en los estilos de los futbolistas", explicó. 

Eymann también destacó la importancia de la relación con sus clientes, a quienes considera amigos. "Quiero agradecer a todos mis clientes que son también amigos y amigas. No solo por seguir viniendo a la peluquería, sino por la fidelidad de tantos años", enfatizó. 

En diálogo con Radio Líder Daniel se describió como "un obrero de las tijeras. Soy un laburante que le pone mucha pasión a lo que hace. Trata de hacerlo lo mejor posible y con mucha dedicación", resumió. 

El origen del Día del Peluquero se remonta al siglo XIII, cuando el rey francés Luis IX elevó el estatus de los peluqueros al reconocer su labor. Esta fecha fue elegida en honor a la santificación de Luis IX, quien declaró a los peluqueros como dignos, al igual que los caballeros, jueces y médicos.

Así, cada 25 de agosto no solo se celebra el arte de la peluquería, sino también el compromiso y la dedicación de quienes, como Daniel Eymann, han hecho de esta profesión una forma de vida.