Existe un florecer del Peronismo en este último tiempo que ha despertado el interés en la sociedad y encendió las alarmas en parte del escenario político. Un Peronismo que vuelve a alzar las banderas de su identidad nacionalista, humanista y cristiana, que empieza a decir con nombre y apellido quién es quién, quien manipula su nombre, quien intrusa sus ideas y quien destruye su causa.  

En este sentido, los que hacemos Principios y Valores Balcarce volvemos a la consigna de Dios, Patria y Familia, pero no como un mensaje vacío o con tintes tribuneros, sino que profundamente convencidos que son las ideas que nos tienen que devolver nuestra identidad. Cuando hablamos de Dios, no solamente nos abocamos a lo profundamente religioso, sino a lo espiritual, Dios como guía del camino correcto, Dios como primer sujeto del plural y no del singular, Dios que somos todos. Ese Dios que encontrábamos cuando de chico nos quedábamos a dormir en la casa de la abuela y rezabamos juntos antes de ir a dormir y ese Dios que de grande uno agradece antes de ir a trabajar, porque el trabajo dignifica al hombre, lo enaltece, lo solidifica. Esa charla con Dios hoy nos las están quitando, porque nos están quitando el trabajo, nos dicen que no hay trabajo para todos y que la renta universal es el futuro. 

Nosotros, que vimos a nuestros abuelos forjar esta tierra decimos que no es así, que eso está mal, que es un pecado y estamos dispuestos a debatirlo. 

El concepto de Patria no queremos que este banalizado a ponerse la camiseta cuando juega la selección, sino de volver a hacer Patria. Hacer Patria cuando ese compañero de trabajo tiene una fiesta y vos lo cubrir haciendo hs extras, haciendo Patria cuando al vecino no le arranca el auto y lo llevas de tiro, hacer Patria cuando ves un policía haciendo dedo y lo llevas, hacer Patria cocinando los pollos para que la cooperadora del colegio junte fondos o para que el club que van nuestros hijos compren las camisetas, haciendo Patria dando y sin esperar nada a cambio. Hacer Patria es devolverle a la sociedad la esperanza y la capacidad de ser solidarios, de ayudarnos, de alegrarnos por el progreso del vecino o amigo, del abrazo genuino. Esa es la Patria que queremos recuperar.

El concepto de familia es el más importante, es el puntal para que la sociedad se realice. Queremos volver a la mesa grande, donde el abuelo en la cabecera hablaba poquito pero lo suficiente, donde la abuela con amor amasaba para todos o el padre hacia el asado, donde los hijos escondían su resaca para ese ritual sagrado, donde no pensábamos ni por lejos en sucesiones, o hablábamos de geriátricos, donde poníamos un poquito cada uno para la hija que cumplía 15 años o el hijo que se casaba, donde para las fiestas cortábamos la calle y entre los vecinos organizabamos todo para pasarlo juntos. 

Hoy el individualismo, el falso progreso y la ambición nos quitaron esto que es tan simple y tan mágico, que nos marcaba Valores para toda la vida y que nosotros queremos recuperar. Pero como hacemos esto en un contexto tan complicado? No es fácil, para nada. Porque estamos cargando a nuestras espaldas deudas que toman dirigentes codiciosos y corruptos, cargamos también periodistas y comunicadores que se encargan de confundir y hacernos olvidar que esto ya lo hicieron y hace muy poco, cargamos con la angustia de llegar justo o no llegar a fin de mes.

Nuestro plan económico tiene una propuesta, clara y concreta, podrá ser mejor o peor pero hasta ahora no ha aparecido otra. Llegarán los comentarios "ustedes, los Peronistas bla bla", y nosotros, en Balcarce somos unos ciudadanos más, trabajadores que salimos de nuestra zona de confort y queremos volver a lo antes escrito, están todos invitados a conocernos, a escucharnos, a proponer, a participar, somos de brazos abiertos pero de dientes apretados, y estamos acá para decir humildemente que los días más felices fueron, son y serán Peronistas.