La ciudad de Balcarce ha enfrentado históricamente problemas relacionados con la delincuencia, y la búsqueda de un control local sobre los recursos policiales ha sido un tema siempre recurrente. Desde el intento fallido de establecer una Policía Municipal en 2015, la falta de una fuerza policial de proximidad ha generado inquietudes en la comunidad, especialmente en un contexto donde la conflictividad delictual está en aumento.

La ausencia de una Policía de Proximidad se hace sentir en la capacidad de implementar políticas efectivas de prevención. La necesidad de este tipo de cuerpo policial resuena con fuerza entre los vecinos, quienes recuerdan la implementación de la Policía Local, a cuyos integrantes la gente llamaba “pitufos”. A pesar de las críticas, este cuerpo había cumplido un rol importante en la descongestión de la policía bonaerense y en la mejora de la seguridad local.

Hoy en día, la situación ha llevado al gobierno del intendente Esteban Reino a avanzar con un proyecto de Guardia Urbana, que busca recuperar la cercanía y la confianza entre la comunidad y las fuerzas de seguridad.

En 2015, el programa de Policías Locales del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires capacitó a cerca de 100 agentes en Balcarce. Sin embargo, solo 56 de ellos lograron egresar de la formación, y actualmente el número se ha reducido a 36 efectivos que siguen en la fuerza. De estos, solo 6 se encuentran en Servicios Generales, 20 en Comandos (de los cuales 4 están en destacamento), 7 en Tareas No Operativas (TNO) y 3 en situación de RAT (carpeta psiquiátrica).

La falta de personal y recursos para una efectiva policía local evudencia la urgencia de una solución que permita enfrentar los desafíos actuales en materia de seguridad.