En la última semana, la justicia ha dado un fuerte golpe al juego ilegal en Argentina, identificando más de 250 cuentas bancarias que fueron bloqueadas y realizando 19 allanamientos en diversas ciudades del país, incluyendo Mar del Plata. Esta operación forma parte de una causa dirigida por la Unidad de Delitos Económicos Complejos (UDEC) que investiga una red de apuestas virtuales no autorizadas.

La fiscal Ana Inés Salinas Odorisio lidera esta investigación, que se ha centrado en localidades de Salta, Buenos Aires, Tucumán y Mar del Plata, aunque se investigan sus ramificaciones. Se ha descubierto que la red involucra a captadores de apostadores en redes sociales y a individuos que actúan como “cajeros” en múltiples ciudades como Balcarce y distintas provincias.

La UDEC ha llevado a cabo una exhaustiva labor de investigación, incluyendo trabajos de campo y la intervención telefónica de los sospechosos durante un período de 15 días. Mediante el uso de un “Agente Encubierto Digital”, se simuló interés en los casinos online, lo que permitió a los investigadores obtener información crucial sobre la operativa de la organización.

Según fuentes judiciales consultadas por La Vanguardia, esta operatoria también se está dando en Balcarce, aunque con un número menor de personas involucradas. "Simplemente consultando, buscando algún dato, se pueden identificar a aquellos que están relacionados en la ciudad con los casinos ilegales", afirmaron. Esta revelación pone de relieve la amplia difusión del juego ilegal, que se extiende más allá de las grandes ciudades y allanamientos conocidos esta semana.

Además de los allanamientos, la fiscal Salinas Odorisio ha ordenado la inmovilización de todas las cuentas bancarias relacionadas con los acusados y ha solicitado el bloqueo de sitios web vinculados al juego ilegal desde las instituciones educativas. También se ha pedido la prohibición de salida del país para los ocho principales implicados en esta red criminal.

La estructura del negocio incluye a personas de diversas provincias que reclutan a ciudadanos para actuar como “cajeros”. Estos individuos reciben un usuario y contraseña para acceder a plataformas de juegos en línea operativas mediante dominios falsos. La captación de apostadores se realiza a través de recomendaciones directas o redes sociales, donde los interesados contactan a los “cajeros” para gestionar sus apuestas.

Este caso resalta la necesidad de una mayor vigilancia y regulación en el ámbito del juego online, especialmente en ciudades más pequeñas como Balcarce, donde la actividad delictiva puede pasar desapercibida. La lucha contra el juego ilegal es un desafío que, vale decir, requiere la colaboración de las autoridades y la comunidad para proteger a los ciudadanos de prácticas fraudulentas y riesgos asociados.