Fue una iniciativa que surgió en Bahía Blanca con el apoyo del diario La Nueva Provincia, fundado ese año. De acuerdo a la propuesta esa ciudad iba a ser la capital.

En junio de 2015 -ya en la campaña para las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO)- el precandidato a vicepresidente de la Nación Lucas Llach lanzó un proyecto que provocó sorpresa: dividir a la provincia de Buenos Aires en tres partes. El compañero en la fórmula presidencial encabezada por Ernesto Sanz explicó los fundamentos de esa propuesta: “Buenos Aires es inmanejable, tiene el tamaño de un país”, es uno de los argumentos. Ante esa novedad el periodismo recordó que en 2003 la fórmula Carlos Menem-Juan Carlos Romero habló del mismo asunto, proponiendo la constitución de regiones bonaerenses para unirlas a otras de provincias vecinas. De acuerdo a ese propósito, distritos del sur bonaerense serían unidos a otros del norte de la Patagonia. Simultáneamente, a partidos del norte de Buenos Aires se proponía anexarlos a otros de provincias limítrofes. “Hay que equilibrar al país”, dijeron los integrantes de esa fórmula que finalmente no fue al balotaje frente a la formada por Kirchner-Scioli.

En la actual propuesta de Llach nuestro Balcarce quedaría comprendido en su expresión de que “hay intereses rurales que ahora no están representados y así mejorarían su representación”. Este asunto se ha vuelto a leer en líneas de la prensa al comentarse un reciente debate

en la Universidad Torcuato Di Tella con la participación del autor de la iniciativa; el senador nacional por la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel Abal Medina, quien fue jefe de Gabinete de la Presidencia; y el presidente del Grupo Provincia, Santiago Montoya, que años atrás fue titular de ARBA (Agencia Recaudadora de Buenos Aires).

Llach, quien es economista e historiador, estudió en la Universidad Di Tella e hizo el doctorado de historia en la Universidad de Harvard. Se desempeña en investigación y docencia en la Di Tella, es autor de libros e hijo del sociólogo y economista Juan José Llach. 

Esta cuestión de dividir nuestra provincia no es nueva sólo por el intento de Menem-Romero. Yendo en la historia a más de un siglo atrás fue en agosto de 1898  cuando se habló de algo así en Buenos Aires. El proyecto de ley de entonces fijó como posible capital del nuevo Estado a Bahía Blanca y fue vocero de esa iniciativa un diario que apareció en la ciudad en ese mes y cuyo nombre anunciaba la idea: La Nueva Provincia. Lo fundó el educador y político Enrique Julio, ahora ha sido abreviada

su denominación: se titula La Nueva. Se ha escrito que el periódico motorizaba el proyecto de crear un nuevo Estado federal que auspiciara los intereses regionales, para lo cual se  formaron dos comisiones de estudio, una en Bahía Blanca, la otra en Buenos Aires. Se proyectaba que los límites de esa provincia fueran extendidos a La Pampa y a Río Negro, que aún eran territorios nacionales. Cuando el diario cumplió 111 años se recordó aquello señalándose que, si bien el proyecto no avanzó, “el devenir de la historia ha demostrado con creces la conveniencia de haberlo hecho”.

Otro periódico de la provincia que nació con un objetivo de modificación es La Capital, de Mar del Plata. Apareció el 25 de mayo de 1905 dirigido por Victorio Tetamanti, quien era administrador general de la estancia de Martínez de Hoz ubicada en Chapadmalal. Se ha afirmado que Ricardo Davel promovió el nombre del diario y a Mar del Plata como modelo de ciudad y capital de la provincia. El fundamento era que La Plata estaba cercana a Buenos Aires y eso era un elemento determinante para desplazarla como capital bonaerense. Volviendo al siglo19, La Capital- diario de Rosario-, acompañó con ese nombre el intento de que esa ciudad fuera designada Capital Federal de Argentina. Lo fundó Ovidio Lagos en 1867 cuando se debatía dónde debía instalarse en forma definitiva el gobierno nacional. El diputado Quintana presentó ese año el proyecto para designar a Rosario capital del país, siendo finalmente sancionada la ley que el presidente Mitre vetó. Insistió el Senado, pero no logró los 2/ 3 de los votos necesarios. En la presidencia de Sarmiento se insistió con la idea también aprobada, pero Domingo Faustino asimismo la vetó.  Sobre el diario La Capital se recuerda que en su primera etapa la aparición de sus ediciones matutina y vespertina eran anunciadas a la población mediante la estampida de un cañón. Hoy es el diario más antiguo de la Argentina, seguido por La Prensa ( fundado por José C. Paz en 1869) y La Nación ( Bartolomé Mitre, 1870).

El proyecto de división de la Provincia

Balcarce en hipotética Zona Frontera 

La partición en tres partes del territorio bonaerense fue tratada en la Universidad Torcuato Di Tella. Fue un nuevo capítulo del proyecto que en junio anunció Juan Llach y que surgió como una novedad en la campaña electoral con vistas a las elecciones PASO llevadas a cabo el domingo 9 de agosto, rumbo a las generales del próximo domingo 25.

En el panel realizado en ese ámbito académico hablaron en aquel momento el autor de la iniciativa; el senador nacional Juan Manuel Abal Medina, quien fue jefe de Gabinete de la Presidencia; y el titular del Grupo BAPRO, Santiago Montoya, jefe años atrás de ARBA en nuestra provincia. Cabe recordar que el gobernador Daniel Scioli le encargó la regionalización de este territorio. El moderador de ese panel fue Carlos Gervasoni, profesor de la Universidad y doctor en ciencias políticas.

En el diálogo en la Universidad el economista e historiador Llach explicó que Buenos Aires tiene el triple de la superficie de provincias promedio, a la vez que su representación en el Congreso de la Nación es menor. “No es buena políticamente una “Primera Provincia” que representa el 39% de la población argentina. No tiene sentido y su gobierno representa una especie de eslabón perdido entre el Presidente y el resto de los gobernadores”. Acotó el docente de la Universidad que “una provincia tan grande, aleja a lo ciudadanos de su gobernador”.

Otro de sus fundamentos es que legislativamente Buenos Aires está sub-representada. “Si se tiene en cuenta el nivel representativo que tiene cada provincia y que estos representantes deberían estar determinados por la cantidad de habitantes, Buenos Aires es la de menor representación en el Congreso”. De acuerdo a su idea, una de las partes que serían producto de la división es la Zona Chacras, conteniendo parte del conurbano y comprendida por las rutas nacionales 7, 8 y 9, con su capital en Junín.  

A otra la llama Frontera, delimitada por el río Salado abarcando todo el sur y cuya cabecera sería Bahía Blanca. Ahí estaría el partido de Balcarce limitando con la restante denominada Atlántica con eje  alrededor de la ruta 2 y con La Plata como ciudad sede del gobierno.

La opinión de Montoya, a su vez, se basó en que a la provincia no hay que dividirla sino regionalizarla. Señaló que sus problemas más fuertes son la excesiva concentración demográfica y la coparticipación. Agregó entonces: “Hay cuestiones que tienen que ver con la arquitectura jurídico-institucional de la Patria. No están dadas las condiciones para que esa arquitectura fundamental de la historia se rompa”. Cabe recordar que el proyecto de regionalización del gobernador Scioli –cuyo coordinador es Montoya- quedó trabado en la Legislatura tras haber sido aprobado en una de las cámaras. En el concepto original hay un gobernador para la provincia, pero en cada región se contaría con un vicegobernador elegido en La Plata y con una Legislatura. Coincidió con la denominada regionalización el senador Abal Medina, quien recordó que desde hace años viene discutiendo la cuestión del federalismo sobre lo cual publicó su primer libro titulado “El federalismo electoral argentino”. Manifestó el legislador nacional que los problemas reales de la situación son la hipertrofia, los problemas de gestión de gestión / financiamiento y la sub-representación. En su exposición dijo además que la problemática central es histórica, señalando a la concentración poblacional de la Ciudad de Buenos Aires y en el área metropolitana de la provincia. “Se ha generado –apuntó- un conjunto de particularidades profundas en nuestro desarrollo económico, político y social”. Se refirió a que el problema central tiene que ver básicamente con la ley de coparticipación, pues desde 1998 el porcentaje que recibe la provincia ha ido en disminución. Para Abal Medina  “el problema es muchísimo más complejo de lo que estas soluciones presentan”. Al informar sobre este debate en un texto firmado por Domitila Dellacha, la Universidad Di Tella formuló dos preguntas: ¿es posible y necesario dividir Buenos Aires o debemos mantenerla tal como está ?. ¿ Cómo mejorar una provincia cuyo crecimiento demográfico parece imparable y su economía tiene signos de escaso crecimiento ?.