Pasaron nueve años desde que Eduardo “Lalo” Ramos chocara el auto en el que viajaba el nene Thiago Franco y sus padres  y le provocara daños permanentes.  Aquel 29 de marzo de 2014 todo cambió para Thiago y su familia. Hoy el nene sigue en una situación de salud muy delicada y espera por un traslado al Hospital Garrahan. En tanto, Ramos fue condenado en 2017 en un juicio abreviado celebrado en el Juzgado Correccional de Pedro Hooft a 2 años y 6 meses de prisión en suspenso y quedó inhabilitado a conducir por 4 años, plazo que ya se cumplió. Rocío Dusek, la mamá de Thiago, habló con Radio Líder esta mañana y contó el drama que viven desde que ocurrió aquel accidente. “Sigue siendo muy duro lo que estamos viviendo. La situación de Joe nos dijeron los médicos es irreversible, por eso tratamos de avanzar con estos tratamientos que mejoren su calidad de vida y por eso la necesidad de traslado al hospital Garrahan”. Según contó, además, hoy Thiago toma 36 pastillas por día y puede llegar a hacer 15 convulsiones cada 24 horas. “Es muy fuerte escuchar a tu hijo de 13 años decir que “está cansado de esta vida”, pero intentamos no bajar los brazos y seguir luchando en el día a día”, sostuvo.

Thiago Joel Franco tenía 5 años cuando el auto en el que viajaba fue chocado por Ramos y sufrió triple fractura de cráneo y debió ser internado en el  Materno Infantil. Como consecuencia de esa lesión, el niño está en constante tratamiento porque padece hemiplejía.

Durante la entrevista, y en el final, Rocío pidió a la gente unirse en oración por la salud del pequeño Thiago y dijo que espera tener el tiempo para poder llevarlo a Mundo Marino. “Es su deseo conocer a lobos marinos, pero para que eso ocurra tiene que estar mejor. Todo esto es muy duro. Ver a mi hijo de esta manera nos parte el alma, pero tenemos que seguir adelante”, manifestó.  

Foto: quédigitalmdp