José Martínez Temundegui –quien fue condenado a tres años de prisión por la venta de las tierras del kartódromo- afirmó a La Vanguardia que no hubo incompatibilidad, ratificó su inocencia, y dijo que durante la investigación fue víctima de un “allanamiento mediático”. Habló del futuro de las tierras y apuntó sus críticas a ex socios de la institución, al actual asesor legal del Municipio, el doctor César Romera, y denunció presiones políticas por parte del intendente Reino. “No me arrepiento de todo lo hecho como presidente”, manifestó.

Durante este mes de noviembre, la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal ratificó la condena de tres años de prisión que recibió el ex presidente del Auto Club Balcarce, José Martínez Temundegui. En el fallo de primera instancia, el Juzgado Correccional N° 3 del Departamento Judicial de Mar del Plata encontró a Martínez penalmente responsable del delito de defraudación por administración fraudulenta en el marco de la venta en 2012 –a la firma Faro La Providencia- de 21 hectáreas pertenecientes al kartódromo por la suma de casi 160 mil pesos. Tras la resolución de la Cámara, el ex presidente del Auto Club, habló con La Vanguardia y por primera vez contó su verdad.  

-¿Cómo recibió la confirmación de la Cámara sobre el fallo de primera instancia?                                                                               -Tanto Acuña como yo estábamos preparados para la absolución. En cuanto a la resolución de Cámara, aun no el leído los argumentos, pero la recibo con  sorpresa. Primero me gustaría leer la resolución y hablarlo con el doctor Marcellac –mi abogado-, que hoy se encuentra en el exterior. No hemos hablado respecto de las instancias recursivas ante un fallo adverso de Cámara, pero entiendo que no sería viable en relación al monto de la pena.                                                                           

-¿Qué tiene para decir sobre el precio por el que se compraron las tierras?                                                                                                     

-Ese fue un punto del debate argumentado por Romera. El tema fue que todos los imputados somos ajenos a la responsabilidad y destinos de los fondos de la hipoteca: el espíritu de quienes la suscribieron era pagarle a Pascal el predio y a Alpa Vial S.A la obra del kartodromo. Pues ninguna de las dos se hizo y el dinero desapareció en manos de quienes eran comisión directiva en ese momento (Fioritti, Bibbo, Amado, Arena, Mangoni, Fernández, Volpe, Marino, Verlotta, Panaggio, Delledone, entre otros).

-¿No cree que era incompatible la venta siendo usted parte de Faro La Providencia S.A?                                                                        

-No, de ninguna manera. Yo concurrí al Banco Provincia, al Juzgado N° 4 con el expediente del fideicomiso y escribanía Sarlo, en nombre y representación del Auto Club Balcarce. En nombre de Faro La Providencia lo hizo su presidente, Walter Calandra. No genera ningún impedimento legal que estas dos personas jurídicas contraten entre sí.

-¿Sigue sosteniendo su inocencia? ¿Se arrepiente de algo de lo que hizo como presidente?                                                               

-Si, por supuesto que sí. La mía, la de Acuña, la de los miembros de la comisión directiva que representé, y la de los socios que participaron en las asambleas. La inocencia de los que propusimos y suscribimos las decisiones tomadas con cabal conocimiento de los hechos. Sostengo mi inocencia, la buena fe y la verdad de los hechos. No sostengo la inocencia de quienes se fueron solos (a sabiendas que debían responder responsable y decorosamente ) caso de Arena, Amado Mangoni, Delledone, Larroquet , Volpe, Marino, Fisicaro y demás miembros de comisiones directivas y socios que hoy con la institución saneada y su propiedad a resguardo, reaparecen en nombre de la honestidad y la verdad. No me arrepiento de todo lo hecho como presidente.

-¿Cree que hubo presiones políticas alrededor de la causa?                         

   -Sí, no tengo la menor duda. La insistencia de Romera ante los Ejecutivos de turno fueron constantes y mediáticas, hasta que le tocó el turno con Reino. El 9 de septiembre 2018, padezco el mediático allanamiento de mi domicilio, oficina, sede del club y camioneta particular a pedido de la UFI N° 3  para el secuestro de los libros societarios del Auto Club que me habían sido reintegrados del Juzgado hacia 5 días. “Reino quería verlo esposado a Martínez “…  Esto es así, a tal punto que el intendente ha llegado, a través de allegados y familiares míos, a enviarme “propuestas y ofertas de arreglos “que jamás acepté. Es una cuestión entre privados, donde nunca debería haber metido el pico, a menos que tenga intereses creados con su asesor legal Romera, coincidentemente el querellante. Como no va a haber intereses políticos y económicos sobre la causa si la intervención del intendente Reino ha sido directa y permanente.

-¿Hay un plazo impuesto para que las tierras vuelvan a manos del auto club?                                                                                                       

 -Las 8 hectáreas, con sus mejoras edilicias, kartodromo incluido, tendido y servicio de luz, siempre estuvieron a disposición del Auto Club, y la cesión a requerimiento de la comisión directiva vigente. Desde marzo del 2013 está iniciado el trámite de subdivisión, tal como consta en las actas de asambleas y en la escritura traslativa de dominio.

-¿Cuál fue en definitiva la experiencia en todo este proceso?                                                                                   

 -Experiencia maravillosa, única y reconfortante: imposible de afrontar, de mano de la mentira (entiendo que el querellante está agotado). En principio siempre estuve y estaré a derecho, lo hago en respeto de las normas que rigen la vida en democracia. Que eso no implica el no ejercicio del derecho a defensa de mis convicciones y de expresarme con total libertad respecto de las mismas. La Vanguardia siempre lo ha hecho conmigo. En tal sentido, ahora visibilizo aquello de “donde entra la política por la puerta en el ámbito judicial, la verdad huye por la ventana“. Algo que me parecía tan poco cierto… Hubo detrás de todo esto fuertes intereses creados: un asesor legal de la Municipalidad (en carácter de tal desde el principio al fin del juicio, o sea: de los dos lados del mostrador. Un interventor (sin título oficial de tal) que pretendía definirse como “todo terreno”, ya que lo es de cuanta institución de bien público queda acéfala, las hace funcionar, recauda , y el pueblo no sabe qué pasa con esos fondos (en obvia connivencia con el intendente y el asesor legal Municipal). No soy ingenuo, pero me muevo con valores. Recibí traiciones y mentiras, en resumen: conocí mucha gente que consideraba amigos. Los vi en su real dimensión, nada grato por cierto. Vivo el presente, me reencuentro con mis hijos, con mi trabajo y considero que actué como debía.