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Del archivo de LV: La única destitución de un intendente: el final de la historia política de Víctor Héctor Báez

Redacción Vanguardia

 

 

A las 3,30 horas de la madrugada del 9 de junio de 1990 terminó la historia política de Víctor Héctor Báez.  La aprobaron 14 concejales. “El intendente no entendió cómo debía manejar la cosa y cómo administrar el municipio, que era un descalabro”, afirmó Juan Bodega, ex concejal.

 

Día a día, desde su consultorio de calle 21 o llegando a la cama del enfermo en su casa o en un rancho perdido en el Partido, fue construyendo el doctor Víctor Héctor Báez su imagen política. Con su recomendación médica y la receta extendida acompañaba alguna palabra, a la vez que innumerables veces no aceptaba recibir en la otra mano una compensación económica. Así fue Báez caminando las calles de la ciudad y localidades del distrito, así fue creciendo su nombre sobre todo en los hogares humildes donde lo recibían pidieron auxilio. Bajo esos techos, en alguna pared o mesa, este médico platense siempre encontraba dos caras: Perón y Evita.

Volvió el país en1983 ala vigencia del régimen constitucional tras la sangrienta dictadura de siete años y en la primera elección el Partido Justicialista lo propuso como candidato a intendente. El domingo 30 de octubre fue elegido Rafael J. Galindo (Unión Cívica Radical – boleta 3) por el voto de 8.338 ciudadanos. El PJ quedó segundo con Báez apoyado por 8.158 sufragios, ahí nomás.  Por esa lista justicialista –número 2- fueron concejales Ernesto E. Bottini, Isabel R.E. Elizondo, Luis Echeverría, Carlota A. Alvarez, Eduardo Redondo y Oscar B. Galván. Cuatro años después Báez fue jefe de la comuna. El 6 de setiembre del ´87 lo apoyaron 7.710 balcarceños, a la vez que otros 7.096 prefirieron a Alcibíades Lázzaro (UCR – lista 3) y quedó tercerala Unión Vecinal(120) con Juan José Mare a quien votaron 5.618 ciudadanos. El nuevo intendente llegó al palacio de avenida del Valle y calle 16 con tres concejales: Redondo, Hugo O. Wagner y Carlota. Pidió licencia Redondo para asumir el cargo de secretario de Obras y en su reemplazo ingresó Pedro Moschetto.

 

La gestión duró finalmente algo menos de dos años y medio, en lugar de los cuatro que fija la Ley Orgánicade las Municipalidades. Juan Antonio Bodega, quien fue concejal por la UCRdurante 9 años, que presidió el bloque e integró aquel Concejo de la destitución, contó  a La Vanguardia –en una nota ya publicada- que “el intendente no entendió cómo debía manejar la cosa y cómo administrar el municipio, que era un descalabro”.

Juan hace una aclaración importante: “Báez entró ala Municipalidadcon un Taunus blanco para el que no tenía dinero para cambiar las gomas y salió con el mismo Taunus blanco”. En aquellos muy agitados días alguien muy allegado al Concejo dijo: “Yo al doctor Báez le presto mi casa, porque se que me la devuelve igual o mejor. Pero no le doy mi negocio, porque lo puede fundir”. En esas jornadas que hicieron historia una comisión investigadora del Concejo encontró 13 irregularidades calificadas como “graves” y violatorias dela LeyOrgánica: se ausentó del partido para una intervención quirúgica en Mar del Plata y no avisó; en su ausencia fue falsificada su firma en cheques emitidos porla Municipalidad; hizo pagos indebidos de horas extras, se prestó una motosierra a un particular, y hubo otras decisiones alejadas de las normas vigentes.

Cuenta Bodega que, en una gestión de buena voluntad, fue con Horacio Fontana (vicepresidente dela UCR), a conversar con Ana María Báez, hija de Víctor y titular de Desarrollo Social. “Con Ana tuvimos una vinculación de confianza porque fuimos compañeros en Ciencias Agrarias. Le dijimos: Ana, traten de corregir cosas, porque no van a poder evitar sanciones. Pero actuaba en forma muy cerrada, además de manejar casi todo. Ibamos hacia el caos administrativo”.

No pudo el Ejecutivo superar lo que venía. El Concejo fue enviando comunicaciones pidiendo informes, el proceso se agravó, fue formadala Comisión Investigadora, se suspendió a Báez durante 90 días y luego en aquella madrugada quedó destituído. Catorce concejales aprobaron la decisión en la sesión presidida por la titular del cuerpo, Carlota Alvarez: del PJ fueron Hugo Wagner, Norberto A. Pilone, Nilda E. Sánchez , Jorge A  Falcone y la presidente; porla UCR,  Ricardo H. Stoppani, Alcibíades Lázzaro, Bodega, Rubén D. Viglianchino y Carlos G. Martín; los socialistas Alejandro Cano y Aníbal A. Pascual; y dela Unión Vecinallos ediles Oscar A. Fontanari y Hugo R. Fioriti. Votaron por la negativa los peronistas Horacio H. Alberghini  y Pedro Moschetto.

 

 

En la noche de la destitución

Stoppani y Alberghini, a dos voces

 

El concejal porla UCRfue el miembro informante dela Comisión Investigadora.El edil del justlcialismo explicó las razones de quienes se opusieron.

 

A casi 23 años de aquel impacto político en la vida de Balcarce y con una mirada actual, Juan Antonio Bodega rescata de aquel tiempo “los principios de los militantes que estaban vigentes, porque se actuó con la presunción de mantener la institucionalidad”. Es una observación precisa y muy interesante la que formula quien se afilió ala UCR–como muchos lo hicieron a otros partidos- bastante antes, en 1973.

Agrega Juan algo decisivo: “no debemos nunca olvidar que aquel acto del Concejo no hubiera sido posible sin la participación del justicialismo, en cuya bancada se sentaban siete concejales y se necesitaban 2 / 3 de los votos”.

Apelando a su memoria y a documentación, Bodega destaca la intensa labor que cumplióla Comisión Investigadoraintegrada por los cuatro presidentes de los bloques: Wagner (PJ), Stoppani (UCR), Pascual (socialismo) y Fontanari ( vecinalismo). Con ellos colaboraron otros ediles. Esa labor derivó primero en la suspensión de Báez por 90 días.

Juan dice que a los balcarceños nos ha costado hablar del episodio de 1990 y pregunta: “¿ hicimos bien, hicimos mal ?”. Acota que le costó votar esa noche, “pero lo volvería a hacer, porque creo que se debe privilegiar la institucionalización de nuestro Balcarce. Hay que pensar que lo que venga después sea superior y mejor”.

“Cada cual –afirma Bodega- cuenta los hechos de determinada manera. Esta es mi visión. Puede haber otras 15 miradas distintas”.

 

LA LARGA NOCHE

En la “eterna” sesión del Concejo el intendente suspendido leyó un escrito ejerciendo su derecho a defensa.  Se hizo luego un apreciable cuarto intermedio a pedido de Alberghini para permitir un análisis más profundo del dictamen dela Comisión Investigadora.Reanudada la reunión, Stoppani fue su miembro informante.

El concejal porla UCRdijo que se partía de que la fundamentación de las imputaciones estaba ampliamente comprobada con documentación objetiva. Las graves transgresiones verificadas comprendían a los artículos 27º, 52º, 108º, 165º, 118º, 119º, 240 y 276º dela LeyOrgánicade las Municipalidades, además del 131º, 132º, 133º, 212º del Reglamento de Contabilidad y una resolución del Tribunal de Cuentas de la provincia. “Las pruebas son contundentes y objetivas”, afirmó Ricardo.

Alberghini  pidió un cuarto intermedio de 24 horas: “la documentación no fue puesta a disposición de quien habla”. Rescató que se dijo que el jefe de la comuna cuestionado “no había robado” y agregó que las transgresiones cometidas eran ala Ley Orgánicade un gobierno de facto. Reiteró la solicitud de cuarto intermedio, que no se aceptó.  Horacio también apuntó a que, como se sabía, Báez fue su rival en la interna del PJ, agregando que era lamentable que se pensara que con la destitución se disminuía el poder político del partido gobernante.

 

EDUARDO REDONDO

A quien encabezó la lista de concejales cuando fue elegido Báez  y en aquel momento en uso de licencia por haber asumido como secretario de Obras en diciembre de 1987, le correspondía en esta especial circunstancia ocupar el Departamento Ejecutivo. Ese paso en principio fue objetado desde la oposición considerando que Eduardo era parte integrante del gobierno sancionado.

Redondo superó ese trance con una acción judicial y –tras el decreto del Concejo del 11 de julio, sobre el reemplazo- fue intendente “con carácter permanente” hasta la terminación del mandato. Antes participó en la elección del domingo 8 de setiembre de 1991 como candidato a intendente, encabezando la boleta dela Unidad Independientede Balcarce –una agrupación vecinal-, cuyo primer aspirante a concejal fue Juan Carlos Repetto Aguirre. El comicio lo ganó el Frente Justicialista Federal y su candidato, José Luis Pérez, inició en aquel diciembre el período más extenso de una gestión municipal en Balcarce: doce años.

 

 

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