Productores de toda la zona participaron en asambleas. En dos de esas reuniones fue rechazado el proyecto de la Junta Provincial de la Papa. Balcarce fue escenario de varias concentraciones.

Años de grandes movilizaciones de paperos fueron los primeros de la década del ´70, con nuestra ciudad como escenario y donde se escucharon opiniones provenientes de todo el sudeste bonaerense. La comercialización fue una de las causas centrales de los reclamos, que llevaron por ejemplo a la creación de la denominada Comisión de Entidades Agropecuarias.

En el gimnasio del primer piso del Club Trabajo –hoy Sportivo Trabajo- se concentraron el 11 de marzo de 1971 cientos de productores que apoyaron las gestiones llevadas a cabo y acordaron avanzar con la protesta, no enviando mercadería a los mercados. Luego llegó la resolución del Ministerio de Economía fijando la concentración obligatoria en el Mercado Nacional.  Dos años después el gobierno provincial de Oscar Raúl Bidegain anunció la intención de crear la Junta Provincial de la Papa, novedad que provocó  desde el sector productor fuertes rechazos. El Liberal apuntó que el anteproyecto “caldeaba los ánimos”, surgiendo exaltadas polémicas entre los productores y la cartera de Asuntos Agrarios.

El ministro Guillermo Gallo Mendoza llegó a Balcarce y presentó el 4 de octubre la iniciativa. En el histórico gran salón del Concejo Deliberante –esquina donde hoy está el Museo Fangio-, se produjo el primer contacto del funcionario con los paperos, cuyo respaldo vino a buscar. Tras escucharlo, las entidades le pidieron 30 días para analizar la propuesta.

Copias de las carillas con ese texto fueron leídas enseguida en asambleas que se realizaron en ciudades del sudeste. El Liberal apuntó después que en esas reuniones se escucharon críticas y “condenas severas desde distintos ángulos. En todas las entidades los socios se pronunciaron con un ¡no! rotundo”, enfatizó el diario.

A su vez, las asociaciones enviaron notas a Gallo Mendoza señalando que valoraban la intención de racionalizar el proceso económico, pero objetaban el instrumento legal y pedían la suspensión del trámite de creación de la Junta “por superponerse con estudios de la Nación coincidentes con la opinión de los productores”. Asuntos Agrarios no suspendió nada ni se detuvo. Proclamó en forma inmediata que el anteproyecto era apoyado por los pequeños y medianos productores y organizaciones juveniles peronistas.

No habían pasado los 30 días de plazo, cuando Gallo Mendoza y los paperos volvieron a verse las caras. Otra vez el recinto del Concejo colmado fue el ámbito de discusión, tras una activa campaña publicitaria del gobierno, Intendentes municipales de la zona y nutridas delegaciones del justicialismo estuvieron también presentes.

“El clima era de tensión claramente perceptible” se describió en la crónica periodística. El intendente Juan José Mare leyó un documento de apoyo al anteproyecto, firmado además por los jefes de las comunas de Lobería, General Alvarado, Necochea y General Madariaga. Le siguió el ministro resaltando el apoyo de las bases y luego habló un dirigente de UPARA , la Unión de Productores Agropecuarios de la República Argentina que sostenía la necesidad de una profunda reforma agraria. 

Las miradas en el recinto del Concejo Deliberante se desviaron rápidamente hacia donde estaba el público, porque desde allí la reacción de los paperos fue comenzar a retirarse.

Ese ambiente de tirantez fue creciendo. Las entidades comunicaron al gobernador su reprobación sobre el trámite de la reunión y ratificaron el rechazo al anteproyecto. Los paperos avanzaron más y convocaron a una asamblea que tuvo –otra vez- a Balcarce como escenario. La estimación periodística marcó que fueron 800 los productores que se concentraron el 6 de diciembre en el gimnasio del Club Trabajo. El título de la crónica lo dijo todo: “Vibrante exteriorización masiva contra el anteproyecto”.  

Se dijo allí que la iniciativa de Asuntos Agrarios sólo perseguía fines impositivos con un propósito encubierto para llegar a manejar chacras en nombre del Estado. Otra voz se escuchó y fue la de un asesor del ministro que opinó como productor, pero sus palabras recibieron “una cerrada rechifla y expresiones muy duras”, se escribió al día siguiente.

Además, se aprobó realizar tratativas ante la Nación para elaborar un ordenamiento sobre producción y comercialización, mercados de concentración, tipificación, información estadística, exportación e industrialización. El Ministerio, por su parte, decidió enviar su proyecto a la Legislatura para que allí se dilucidara la cuestión, que no avanzó. En enero de 1974 cambió la conducción de la provincia al renunciar Bidegain y asumir Victorio Calabró como gobernador.