Como otras entidades de la provincia, el Círculo de Educadores de Balcarce se creó después de un gran paro, en 1958. Al crearse el 18 de noviembre de ese año, Pedro Marcelino Canto fue presidente acompañado en la comisión por Ana María Vismara y Sara L. Iturrospe, entre otros. Un camino de lucha gremial que ubicó al CEB siempre reclamando por los derechos de los docentes.

Es sabido que la agremiación para los docentes llegó más tarde. O mucho más tarde, tomando en cuenta los antecedentes que en la historia argentina marcan los tipógrafos –primera huelga en 1878-, los dependientes de comercio y los maquinistas de locomotoras. Después, en las décadas iniciales del siglo pasado surgieron los primeros intentos de metalúrgicos y bancarios. Más cerca hacia nuestro tiempo se fueron agrupando trabajadores rurales, empleados de la construcción, y los que hoy se denominan Luz y Fuerza y SMATA, por citar sólo algunos.

En nuestra provincia –con uno de los mayores sistemas educativos de Latinoamérica- iba a ser la década de los ´50 la cuna del movimiento gremial de maestros que, con años y años de lucha posteriores, tiene hoy la fuerza que tiene. Manuela Ramos (Lita), que fue secretaria general del Círculo de Educadores de Balcarce, recordó en una charla ya publicada con La Vanguardia aquel paro de 1958 fue el embrión. “Una huelga grande, apuntó, creo que nadie trabajaba. Nos reuníamos en casas. Las suplentes –ella lo era en la escuela de Los Pinos- íbamos a lo de Nenúfar Síndico, hasta que después de muchos días dieron el aumento”.  Pero la movilización que era similar en muchas ciudades bonaerenses no se detuvo, a la par que se fue gestando algo que superaría la protesta salarial. Así también surgieron líderes naturales como el balcarceño Pedro Marcelino Canto, quien iba a ser el presidente de la junta para crear el Círculo y después  titular de la Mesa Coordinadora Provisoria, que daría nacimiento a la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB).  En aquel ´58 en Balcarce las maestras deliberaban no sólo en casas. En la Biblioteca Pizzurno y el Club Social se escuchaban reclamos, dudas, preguntas y temores, muchos temores.

En esa celebración María de los Ángeles Rodríguez –hoy

secretaria  general- no olvidó mencionar el aporte muy importante que aquellos educadores recibieron de los colegas marplatenses, quienes estaban en la misma senda, con iguales preocupaciones y un anhelo común.  Todo eso derivó en la creación del Círculo el 18 de noviembre de 1958, que fue un paso fundamental. Canto encabezó la primera comisión y desde entonces hubo –como en toda entidad- etapas con y sin avances, problemas diarios, necesidad de aprender sobre temas gremiales -se notaba en los congresos de la FEB-  y un permanente objetivo: acercar docentes, afiliar docentes.  Manuela Ramos, quien ocupó la secretaría general tras la trabajosa tarea de Lilia Olga Montenegro (Kity) y Mabel Rodríguez (Tití), destacó en el diálogo una incorporación valiosa: Elvira Ana Banar.  “Ñata –explicó- era titular de lo que fue luego Inspección de Enseñanza y hoy se denomina Secretaría de Asunto Docentes de Balcarce. Para nosotros fue muy fuerte que se sumara a la comisión. Por sus conocimientos y experiencia era una figura convocante y respetada”. De esos años difíciles y de los anteriores surgen también otros nombres: María Teresa Aversa, Roberto Pérez Panizzo, Susana Tagliaferri, Eva Telechea, Herminia Ridao, Nidia Morillo, Nora Bari, Adela Lilli.

La sede inicial estuvo en calle 23, entre 12 y 14, después se ocupó un local de la galería 25 de Mayo, y desde allí a otro en calle 19, entre 22 y 24. Hasta que se encaró el gran desafío, que aparecía enorme. Sara Lozano resaltó con sentidas palabras en el 50º aniversario lo que significó entonces  Ángela Martín (Angelita). Con firmeza y el norte muy claro, la entonces tesorera convenció a todos que cada uno tenía que aportar $ 20 de la moneda de entonces, para cubrir los 37.000 que valía la casa con terreno de calle 24. Ese gran paso se logró pagando en dos cuotas el compromiso. Pero para que se pudiera concretar la operación tres afiliados tuvieron que poner sus nombres, firmas y compromiso en el boleto: Angelita, Luis Vildoza y Tití Rodríguez. Sara agregó que Angelita “marcó con un sello” el trabajo diario del tesorero, que continuaron Ana María Teixidó y la propia Lozano.

Comparando décadas atrás con estos años, Manuela Ramos dijo aquella vez  que los docentes aparecen más movilizados, como “aggiornados”. María del Carmen Itza (Puchy) aprueba esa mirada del presente, pero agrega un enfoque aún más preciso sobre esta realidad. “Pero tienen que comprometerse más”. Tras esas palabras uno imagina que se refiere a las asambleas con más sillas que participantes, a las decisiones –muchas veces urgentes- que se deben tomar con más consenso, a todo lo que implica el funcionamiento de una entidad que reune a cientos de educadores que ubica al Círculo entre los gremios más numerosos en Balcarce.

La primera comisión

Al crearse el 18 de noviembre de 1958 el Círculo de Educadores de Balcarce, Pedro Marcelino Canto fue presidente acompañado en la comisión por Ana María Vismara, Sara L. Iturrospe, Elsa Lagarde, Elsa Drago, María Beguiristain, Roberto Pardo, Evis M. Bove, Ana E. Fossati. Edna Sánchez, Elcira Bellocq, Alina Daguerre, Hilda Van Gool, Herminia T. Gentile, Raúl Carlón. Firmaron el acta María E. Paganini y Blanca E. Gizzi, habiendo sido todos votados por 43 asambleístas.

Nacía la FEB con un docente  balcarceño en la conducción

En abril de 1959 nació la FEB con un perfil profesional “al margen de toda actividad política y religiosa”, presidida por Celina de Ithuezarri –de General Pueyrredón- y Canto como secretario. Otros directivos eran de General Sarmiento, Tigre, La Plata y Pergamino. Pedro M. Canto, quien murió en abril de 1987, trabajó como docente en Napaleofú, y las escuelas números 3, 10 y 13, en la que fue director.