Palabra autorizada. Santiago Trigo es perito informático del Ministerio Público Fiscal. En una entrevista con La Vanguardia habló sobre los abusos y explotaciones que pueden sufrir niños y niñas y sobre la distribución de esos contenidos en las redes sociales.
El fiscal Rodolfo Moure no descarta ninguna hipótesis. Mientras tanto, el director de una FM que fue detenido recuperó la libertad, aunque sigue procesado. En una entrevista con La Vanguardia, Santiago Trigo, perito informático del Ministerio Público Fiscal, contó cómo impacta el cibercrimen en la región y cómo actúan quienes distribuyen material de abuso y explotación de menores en internet.
Los potenciales riesgos que hay en la red social, como en la vida real, son tantos que difícilmente se los pueda dimensionar. Según un relevamiento de la Defensoría del Pueblo, a partir de entre los 10 y 11 años, la mayoría de los chicos argentinos reciben su primer celular con acceso a Internet. Cuando llegan a los 12, la cifra escala a 9 de cada 10. De ellos, casi la totalidad lo utiliza principalmente para ingresar a las Redes Sociales. Pero sólo 4 de cada 10 chicos percibe “algo” del riesgo del uso de Internet y Redes Sociales, la mayoría lo define como “poco” o “ninguno”. Sin embargo, los chicos que todos los días se transforman en víctimas son miles en el país y millones en el mundo entero. Sin ir más lejos, hace una semana una radio FM fue allanada y su director detenido acusado de distribuir contenido de abuso sexual y explotación de menores en la red social Facebook. En este contexto, los delitos informáticos requieren en la actualidad de nuevos abordajes y mejores y más específicos enfoques. En este sentido, el Ministerio Público Fiscal cuenta con dos peritos informáticos para asistir en diferentes investigaciones como la que en Balcarce lleva adelante el fiscal Rodolfo Moure. En estos momentos se está peritando el material secuestrado y tratando de establecer si los menores de 7, 8 y 9 años que aparecen en los videos tienen o no algún vínculo con Balcarce. Según datos oficiales, en la jurisdicción del Departamento Judicial de Mar del Plata se tramitan unos 50 casos de distribución y tenencia de pornografía infantil y la Fiscalía de Delitos Económicos, este año, tuvo un incremento de un 40% en las causas de estafas y fraudes, principalmente vinculadas a internet. Santiago Trigo es ingeniero informático, experto en seguridad y perito informático del Ministerio Público Fiscal, y su trabajo es investigar a los “crackers”, esas personas que utilizan internet para romper la ley y distribuir material ilícito. En una entrevista con La Vanguardia, Trigo pidió evitar hablar de “pornografía infantil”, una construcción lingüística y de los medios de comunicación ya instalada, ya que la pornografía sí es una actividad lícita, “pero no hay forma que cuando involucre a un niño o niña pueda ser legal”, explica. En sintonía con la terminología recomendada por la Interpol y la ECPAT (en inglés para Fin de la Prostitución y del Tráfico Infantil), se recomienda utilizar en su lugar las construcciones “Masnna” (Material de abuso sexual de niñas, niños y adolescentes) y “Mesnna” (Material de explotación sexual de niñas, niños y adolescente). Trigo recordó que “en el año 2013 se hizo un convenio entre la organización de NEMEC -National Center of Missing and Exploted Childrens- y las redes sociales y redes en particular de Estados Unidos las cuales están obligadas a reportar cuando se detecta alguna distribución de este tipo de contenido. Una vez que eso se detecta, la red social informa al National Center of Missing and Exploted Childrens sobre esta situación donde dan generalmente las direcciones IP, los nombres de usuario, que han compartido y distribuido este tipo de material. Una vez que el NEMEC recibe eso lo deriva al país que corresponda según la dirección de IP, porque las direcciones de IP están delimitadas por rango y cada país y cada región del mundo tienen un rango especifico de IP y no se cambia, entonces se puede saber si tal dirección de IP corresponde a Argentina, Brasil, Chile, etc.”, detalló.
-¿Hay forma de adulterar un IP?
-Hay formas de camuflarlo para que no se pueda llegar a determinar de dónde proviene, es una forma más compleja pero sí, hay formas. Como así también hay formas de detectar si están enmascarados o no, es decir, podemos llegar a saber si esa dirección de IP es real, si está saliendo desde ese país o no. Entonces, una vez que se detecta y se investiga que esa dirección IP es real lo que hace la National Center of Missing and Exploted Childrens es enviarlo al país que corresponda, ese país tiene un primer centro de contacto, en Argentina específicamente es el CIJCABA Centro de Investigadores Judiciales de Capital Federal, que lo que hace es recibir esas denuncias del NEMEC y una vez que las recibe, las evalúa y determina a qué ciudad y provincia corresponde esta dirección de IP que, dentro del país, también está delimitada por algún rango, es decir, se puede saber perfectamente si la dirección de IP corresponde a Balcarce, Mar del Plata, Miramar, Rio Negro o cualquier ciudad. Una vez que eso lo determine el CIJ lo envía a la fiscalía que corresponda, en el caso de Mar del Plata sería la Fiscalía General y según la ciudad donde viva, la fiscalía local empieza a hacer todas las averiguaciones e investigaciones pertinentes en base a esa denuncia. Muchas veces nos encontramos con falsos positivos donde, por ejemplo, los famosos “memes” han sido detectados o reportados como denuncias pero en realidad no lo son.
-¿Esas alertas son automáticas o se dan después de alguna evaluación?
-La forma de detectar que el contenido que se está distribuyendo tiene que ver con un abuso sexual infantil o no son varias y depende de la red social. Si la red social es grande, por ejemplo Facebook, Google, o la que sea, tenemos formas de poder detectar ese contenido, analizándolo, en la foto, en el archivo o el video, determinando incluso si se trata de algún menor o no. ¿Cómo es que lo detecta? Primero hay una base de datos que son mundialmente conocidas que, por ejemplo, los peritos la tenemos como identificadores únicos. Cuando alguien transmite un contenido que coincide con ese identificador único, automáticamente se activa una alerta. Y después se utilizan algoritmos algunos con inteligencia artificial para poder detectar justamente y analizar el contenido del video o foto y detectar si hay algún menor o no involucrado.
¿Cómo funcionan? ¿Dónde se detectan las alertas?
-La realidad es que al NEMEC van a llegar los informes y reportes de redes sociales, llámese Facebook, WhatsApp en algunos casos, Twitter, Google, o Microsoft. Esa cifra representa el 85% o 90% de los casos, ahora el otro 10% generalmente se generan en la web profunda donde es más difícil acceder. Después hay otras redes sociales que quizás en Argentina no conocemos tanto pero que también están obligadas a reportar.
-¿Cuál es la recomendación para los papás que están preocupados por esta situación?
-Nosotros siempre recomendamos trabajar en la prevención y el diálogo con el chico. Así podemos hacer que nos confíe qué es lo que hace en internet, como nos confía que es lo que hace en su vida y así vamos a lograr poder cuidarlos de estos riesgos. El chico va a saber siempre manejar la tecnología mejor que nosotros, nacen con eso, pero lo que a veces no saben es cómo cuidarse. Les podemos decir que no hablen con extraños, que no se junten con alguien que no conozcan, que traten de estar lo menos solos posible si están caminando por la calle y demás, y en la vida digital es exactamente lo mismo; que no hablen con extraños, que traten de no compartir ninguna de sus fotos o algo personal con alguien que no conocen. Si el chico conoce a alguien únicamente por una red social y ese perfil le está preguntando o le está pidiendo fotos no le tiene que mandar nada porque no lo conoce y no sabe quién realmente está detrás, entonces hay que fortalecer el diálogo entre la familia y hablar de estos temas.
-¿En los casos que investigó siempre se llegó hasta el fondo?
-En realidad el tiempo de análisis de las pericias es extenso porque hay que buscar muchos factores y datos complementarios en este tipo de contenido. Todo depende de cómo se haya hecho la investigación y cuánto fue el tiempo de respuesta a esa investigación. Si tenemos un tiempo de respuesta corto lo más probable es que encontremos el material que se denunció como distribuido, ahora si pasa muchísimo tiempo de la investigación, o las denuncias llegan muy tarde, entonces probablemente no encontremos nada porque el material fue eliminado, aunque en la mayoría de los casos podemos encontrar lo que estamos buscando.
-¿Los archivos o contenidos que son eliminados se pueden recuperar?
-En realidad, quien sube un contenido siempre deja rastros, no hay forma de no dejar ningún tipo de rastro y ahí estamos nosotros para encontrar ese indicio que nos lleva luego a poder probar el delito, ¿existen formas de eliminación? Sí, existen formas de eliminación pero nunca son seguras y siempre algún rastro queda y es por eso que hablamos de este tiempo de respuesta. Lo que buscamos siempre, antes o después, lo vamos a encontrar.
-¿Alguien que utiliza un perfil falso puede estar seguro?
-No, yo no estaría para nada seguro. Ese perfil puede estar anónimo a la vista de los usuarios, pero no para nosotros. Reitero, en internet siempre un rastro se deja, no hay forma de ser anónimo por completo cuando se navega por internet. Uniendo datos y resultados siempre algún rastro se puede encontrar y se puede llegar a determinar desde donde se denuncia o desde donde se pudo haber producido la distribución del material.
El especialista afirmó que estos contenidos "tiene su población según el tipo de material que consumen" quienes participan en las redes de intercambio de contenidos. "En los materiales secuestrados se encuentra material diverso. Y los perfiles criminológicos son diferentes según el tipo de material", precisó. En este contexto, el Ministerio Público Fiscal más que a identificar perfiles de sospechosos, apunta hoy a enfocar metodologías para poder prevenir, especialmente en situaciones en las que hay adultos que, por su posición o cargo, pueden aprovechar su preeminencia para generar las condiciones de producción de los abusos.
Datos
Según el último informe de la organización internacional Ecpat, el año pasado se registraron 45 millones de imágenes online de abuso sexual de niñas, niños y adolescentes. El Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en tanto, recibió 46.679 reportes de alertas de imágenes de abuso sexual de niñas, niños y adolescentes, lo que significa una cifra promedio de 128 reportes por día. Respecto solamente a videos, son 185 videos por día los reportados por distintas fuentes al CIJ, un tráfico que en el último año llegó a 66 mil videos en Argentina.
Qué dice la ley
La ley penal argentina establece penas para los delitos tipificados en el primer y tercer párrafos del artículo 128 del Código Penal. Para quienes sean responsables de la producción, facilitación y tenencia con fines de distribución de material de pornografía infantil se prevén penas que van de 3 a 6 años de prisión.
Más Noticias
- 03-07-2025 Campaña solidaria: Leones lanzó "Tu abrigo me abriga"
- 03-07-2025 CAPS de Laguna Brava: aclaran que el cierre es temporal
- 03-07-2025 Un juez decidió la liberación asistida para el femicida de Melina Briz
- 03-07-2025 Celebran su día los cadetes de Bomberos Voluntarios
- 03-07-2025 Joven talento: Ciro Mancino se probó en Rácing Club de Avellaneda
- 03-07-2025 Alumnos del Jardín de Infantes Nº 903 recorrieron el CIC
- 03-07-2025 Abordaje de la infancia: una mirada transdisciplinaria
- 03-07-2025 Alumnos del Colegio “Santa Rosa de Lima” visitaron la Casa del Bicentenario
- 03-07-2025 Apertura del período de inscripción a los talleres que ofrece el CIPS
- 03-07-2025 Fuerte choque en Favaloro y 26: también se vio afectado un auto estacionado