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Hugo Belén, un artista inspirado en la pasión por los autos del TC

Redacción Vanguardia

En su taller construye autos de carrera en escala. Los Ford, Torino o Chevrolet son parte de diseños que inspiran a las grandes máquinas del TC y el automovilismo nacional.

Hugo Atilio Belén (72) es un verdadero artista. Su técnica artesanal, su talento y su paciencia para construir autos de carrera a escala lo ubican en ese peldaño reservado para los que hacen de su arte cotidiano la vida misma. “Esto es mi vida, es algo que me gusta, que me apasiona. Me paso todos los días en el taller, los sábados y domingos también acá y la verdad que acá soy feliz, vivo de esto, pero este oficio me gusta y siempre hay trabajo. Yo armo las estructuras y la parte de iluminación de los autos me la hace mi sobrino Nicolás Palumbo. Para hacerlos tengo los planos de un auto con la medida real y lo paso a escala. Tengo una regla para medir en escala y así le voy dando forma a todo, desde las ruedas, los amortiguadores, y cada detalle del auto. Tardo entre 50 y 60 días para poder terminar un coche. Se empieza desde la jaula, pasando por la suspensión, el motor, y todo lo demás. Porque acá no se compra nada y todo se fabrica en el taller. Tengo el plano del vehículo de la ACTC, así que primero hago la jaula según el plano, luego hago la carrocería que, eventualmente, se puede retirar para trabajar mejor desde dentro, después hago el motor, la tapa de cilindro, los carburadores y los bloques. De acuerdo al motor  vamos colocando el caño estructural, el fierro, y los diseño de distintos múltiples, según la marca. Después que tengo todo hecho lo desarmo y le doy impresión, lo armo de nuevo, por si es necesario repasar algo, le hago las trompas construidas en fibra, y cuando estoy satisfecho, habiendo probado cada una de las piezas, lo desarmo y lo pinto. Ahí sí, ya paso al armado final donde se tapizan las butacas y el resto de las terminaciones, los detalles; los vidrios que son de acrílico, le pongo los espejos, y las pedaleras, el acelerador, el volante -se saca y se calza-, uso fierritos del 6, de 4 mm, chapa del 22, y la fibra para todo lo que sea butacas, trompa, guardabarros tal cual es un auto real. Les hago las ruedas, que son todas de tacos de madera torneadas, le dibujo las llantas, y luego las pinto. Mis autos se desarman todos, y te queda el casco pelado… soy muy detallista en eso, si hay alguna modificación nueva se la hago. El tiempo que me llevan hacer uno de estos coches es de casi tres meses y en horas son 460, lo tengo registrado. El peso aproximado es de 9 kilos 40 gramos, para hacer una jaula me lleva 10 metros y medio de fierro del 6 y el auto de carreras real lleva 80 metros de caño”, explicó.

La nota completa en la edición impresa. 

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