El argentino Agustin Canapino se ubicó séptimo en la última salida a pista previa a la 108ª edición de las míticas “500 Millas de Indianápolis” que se disputarán este domingo y que corresponden al quinto capítulo del calenadrio de la IndyCar.

 

 

Debe ser difícil para Agustín Canapino sacarse de encima la bronca de haber sufrido problemas en el motor Chevrolet de su Dallara en el momento menos indicado. Fue en la clasificación, que ya parece lejana. Viajaba en el aire para meterse cómodamente entre los 12 que avanzarían a la siguiente fase, pero de repente todo se terminó con una imprevista falla. Antes y después de eso, el arrecifeño dio muestras del poderío del auto del equipo “Juncos Hollinger Racing” y su ilusión de tener una buena carrera creció sustancialmente.

Canapino finalizó séptimo en el “Carb Day”, el último entrenamiento en pista antes de la carrera. Estableció una velocidad de 225,320 mph (362,617 kph) en su mejor giro en la tanda que lideró Scott Dixon. Una vez más, el argentino fue mucho más veloz que su compañero Romian Grosjean, quien quedó 25º.

Ya no habrá más tiempo para pruebas. Solo queda la competencia, en la que el Canapino aspira no sólo a llegar al final, sino que su objetivo es meterse entre los 15 primeros del clasificador.

La meta parece alcanzable por lo demostrado en los entrenamientos. Lo único que puede frenar todo es el clima, porque se anuncia la posibilidad de lluvias y tormentas. El reglamentoi establece que con agua, no se gira en óvalos. 

El circuito de 2,5 millas tiene un particular encanto por las velocidades que marcan los autos de IndyCar, y allí el argentino se clasificó 22° e integrará la selecta grilla de 33 pilotos que buscarán la gloria, tras 200 vueltas, a partir de las 14.30 (hora de la Argentina).

El año pasado, en su estreno en la categoría Canapino marcó el 26° registro y rompió con la marca de 83 años sin presencia argentina; en este 2024, el arrecifeño estableció una nueva marca histórica: es el primer argentino en repetir en temporadas consecutivas, en el óvalo del Indianápolis Motor Speedway.