El propio Armani había dicho que imaginaba una sucesión gradual, y una transición de responsabilidades paulatina a esas personas que lo habían acompañado en cada decisión que hizo crecer y diversificar a la firma empresarial.
El grupo Armani, que tiene 8.700 empleados y 623 tiendas en todo el mundo, facturó 2.300 millones de euros solo en 2024, según sus registros públicos.
Con semejante caudal de ganancias, fue uno de los pocos diseñadores que logró mantener el control total de su empresa, resistiéndose a venderla o a cotizar en bolsa, a diferencia de la mayoría de las casas históricas italianas y francesas.
A lo largo de las décadas sumaron otros productos a su cartera de lujo: accesorios, perfumes, maquillaje y ropa deportiva, así como inversiones en diseño de interiores, bienes raíces, la compra de restaurantes y hoteles, e incluso Armani era propietario del club de básquet Olimpia en Milán.
Los cuatro familiares de Armani forman parte del consejo de administración del grupo, donde también se encuentra como CEO Pantaleo Leo Dell'Orco, de 72 años, y Federico Marchetti, fundador de la tienda digital Yoox, que se asoció con la casa italiana.
El testamento transparente de Giorgio Armani: que todos sepan todo y que el emporio se venda
La ausencia de su creador marcará un hito para la marca, porque sus planes no estipulan un traspaso, sino la recomendación de la venta del emporio, y tiene varias fechas límites estipuladas.
Sucede algo insólito e inusual en los gigantes de la industria, donde la información sobre sus testamentos se conoce a cuenta gotas. Esta vez el propio Armani autorizó que se hicieran públicas todas sus intenciones, con absoluta transparencia, una por una y bajo su pluma.
El diario italiano Corriere della Sera compartió las fotos de todas las páginas del doble testamento. Ambos fueron depositados ante la notaria Elena Terrenghi , quien supervisó su publicación el 9 de septiembre, según información del archivo notarial de Milán, informada a la agencia ANSA.
En ambos escritos queda claro no solo el porcentaje que le asignó a cada beneficiario, sino su voluntad de cómo proceder con la compañía. Les impuso a sus herederos la venta gradual de la firma, o su salida a Bolsa en los próximos años.
Les dio un plazo de 18 meses para vender el 15 % del capital del grupo Giorgio Armani S.p.A. a un gran conglomerado del sector de la moda. Y recomendó a quiénes ofrecer su porción del emporio de manera prioritaria: a LVMH, EssilorLuxottica o L'Oréal, que en caso de adquirirlo, podrían convertirse en socios mayoritarios de la empresa.
También pidió que en los próximos 3 y 5 años se ceda al comprador una participación adicional de entre el 30 % y el 54,9 % del capital de la compañía.
Ese es el guiño a la "transición gradual" de la que había hablado en las entrevistas, donde indicaba que el pase de manos aumente poco a poco. Pero se trata de una decisión inesperada en la historia del grupo, conocido hasta ahora por su independencia económica frente a los grandes conglomerados.
La única alternativa que se contempla en el testamento es la salida a Bolsa de la firma en un máximo de ocho años, con una reducción del control por parte de la Fundación Giorgio Armani, encargada de preservar su legado
El portavoz de EssilorLuxottica se mostró sorprendido, y aseguró que el grupo evaluará con atención la propuesta. "Estamos orgullosos de la confianza que el señor Armani depositó en nuestro grupo", expresó.