Este martes fue presentado junto al resto de las autoridades del teatro ante una sala llena de invitados. Compartió el escenario con el jefe de Gobierno, Jorge Macri; la ministra de Cultura, Gabriela Ricardes; y con Gerardo Grieco, su compañero de gestión el el Sodre de Uruguay y ahora aquí, además del resto de las autoridades. Todos fueron cordialmente aplaudidos. Bocca fue ovacionado.
Algunos anuncios urgentes: la temporada 2025 del Ballet Estable comenzará con Carmen, del coreógrafo Roland Petit en base a la ópera de Bizet. Hay un acuerdo en curso con la Ópera de París, probablemente parecido al que el cuerpo francés presentó con el Teatro Municipal de Santiago en marzo de este año. Bocca quiere que Paloma Herrera regrese al Colón, tras su salida intempestiva. "Se merece volver", dijo el bailarín y maestro.
–¿Cómo estás en estos primeros días?
–Muy bien. Tengo el apoyo de la ministra, Gabriela Ricardes, y por supuesto del director general, Gerardo Grieco, con quien ya trabajamos juntos. Es lindo trabajar con alguien a quien ya conocés. Incluso con quien te podés putear, si es necesario.
–Ambos compartieron la gestión del Sodre, de manera que saben lo que les espera.
–Por acá pasaron antes Paloma Herrera y Maximiliano Guerra. Nosotros venimos por el mismo camino que ellos, intentar que esta compañía vuelva a volar.
–Una diferencia importante es que vos venís con una experiencia de gestión previa en el Sodre. ¿Qué te dejó esa experiencia?
–Yo tengo una gestión en Uruguay que también fue trabajosa y fue para mí una gran experiencia. Aprendí muchísimo y hubo un resultado muy lindo. Para la compañía pero también para los bailarines que pudieron entender y hacer el click que les proponía porque trabajar está bien, no es nada malo. Nosotros tenemos ese privilegio de hacer lo que nos gusta, de tener un teatro y salas, viajar... ¿Qué más puede pedir un ser humano? Además, también conseguimos que el ballet se hiciera popular en Uruguay, se agotaban las entradas, la gente hablaba de ballet en el taxi o en la calle proque era parte de la sociedad. Fue una cosa nunca vista, el Sodre era como la celeste. Eso es lo que uno también quiere hacer acá, que el ballet sea como la selección, que genere ese cariño, que vengan al teatro y no tengan miedo, que si volvemos de una gira con un exitazo, nos esperen en el Obelisco. Quiero volver a conseguir eso, porque se perdió. Y es una lástima porque talento hay, maestros hay, y coreógrafos y lugares maravillosos de trabajo. Tenemos todo. Entonces, vamos, a pasarla bien.
–En la compañía hay personas que te conocen desde siempre y nuevas generaciones. ¿Ya te encontraste con ellos?
–A algunos ya los conozco y hay mucha gente a la que no. Estuve el sábado. Vine a ver la clase, a ver cómo está la compañía y también los 20 bailarines contratados, que son necesarios para la programación. Más tarde, hicimos un recorrido por todo el teatro, buscando oficinas para el ballet. Hasta ahora, estaban ahí abajo, en el tercer subsuelo, y no me parecían lindas para la importancia que tiene el Ballet Estable, que necesita recibir coreógrafos y artistas. Conseguimos un espacio mejor en el cuarto piso, con luz, con ventanas. Y también me junté con los jefes técnicos. Mañana martes, me junto con la compañía para contarles cuál es el programa del año que viene.
–¿Tenés pensado hacer giras por fuera del teatro?
–Sí, la idea es, por lo menos el año que viene, intentar ir a alguna ciudad del interior. Y después, por supuesto, ya estoy tratando de organizar intercambios con otras compañías del exterior. Pero necesito saber si ellos quieren o no porque son ellos los que tienen que querer hacerlo. Ya lo dije: La idea es que vuelvan a estar felices, que trabajemos unidos y felices. Yo quiero poder devolver al teatro parte de lo que me dio, así como la Escuela Nacional de Danza también me dio formación. Y también se lo debo a Lino Patalano, que me acompañó en esta locura de venir al Colón. Lo intentamos antes dos veces y no se pudo hacer. Vamos a intentar hacerlo ahora. El ballet se merece que se conozca lo que hay adentro del Teatro Colón.