En pocas horas, la economía argentina empezará una nueva etapa prácticamente libre de cepo cambiario, por primera vez en casi seis años.
El viernes pasado el ministro Luis Caputo y el presidente Javier Milei anunciaron el fin del cepo cambiario que había arrancado en 2019, con Mauricio Macri, y que se profundizó durante la gestión de Alberto Fernández.
En rigor, el cepo se libera totalmente para las personas físicas, pero se mantiene algunas restricciones para las empresas. Así, el cambio principal es que desde mañana la cotización del dólar se moverá dentro de una banda que irá de $ 1.000 a $ 1.400. Esto implica que ya no habrá un precio establecido para el billete, como ocurrió hasta el viernes pasado, cuando era el Banco Central el que fijaba el precio mayorista. La última cotización fue $ 1.074, y a partir de ahí el minorista, con los recargos del 30% del Impuesto a las Ganancias, llegó a $ 1.426.
Entonces, desde este lunes, el precio del dólar fluctuará en esa banda. La expectativa del mercado es que se mueva alrededor de los $ 1.340, el precio que tenían los dólares financieros el viernes pasado, antes de los anuncios. El blue terminó la semana en $ 1.375. Sin embargo no se descarta que pueda haber un salto que lo lleve en los primeros días cerca del techo de la banda.
Hasta la semana pasada, las personas podrían comprar un máximo de US$ 200 por mes a través de los bancos, a un precio de $ 1.426. Pero buena parte de los argentinos estaban vetadas de operar en ese segmento, ya sea porque trabajan en empresas privadas que durante la pandemia recibieron beneficios del gobierno, o bien porque tienen ingresos en negro o reciben algún tipo de ayuda social.
Desde mañana a las 10, todas las personas con cuenta bancaria podrán comprar a través del home banking la cantidad de dólares que sus bolsillos puedan pagar. Se podrá hacer en un paso desde el sitio web del banco o desde la app del teléfono, tal como cuando se realiza una transferencia. Como se trata de dinero bancarizado, no hace falta hacer una declaración jurada ni otro paso adicional. Lo que aún no se sabe es cuál será el precio, porque dependerá de lo que ocurra dentro de las bandas de flotación.
Lo que sí se sabe es que ese dólar, comúnmente conocido como dólar ahorro, ya no estará alcanzado por el recargo del 30% del anticipo del impuesto a las Ganancias, por lo que será más barato que el dólar tarjeta, que sí seguirá teniendo esa imposición.
Una vez comprados los dólares, el cliente podrá ir a la sucursal o a un cajero automático que opere con esas divisas y retirarlos, sin restricciones, tal como ocurría hasta la semana pasada. En este punto no hay cambios. Los dólares pueden retirarse, o usarse para hacer transacciones electrónicas, sin limitaciones.
La única limitación que existe es para la compra de dólar en ventanilla: el que va con efectivo a la sucursal solo puede comprar US$ 100 por mes. Esta medida busca desalentar las operaciones en negro. Desde el mercado indican que esta es una situación poco habitual, ya que desde la pandemia, el 90% de la población adulta está bancarizada, incluso los que trabajan en la informalidad.
Desde el viernes, los bancos vienen trabajando para actualizar sus sistemas para que este lunes se pueda operar sin complicaciones. La mayoría de las entidades confían en tener todo listo para cuando abra el mercado.