En la misma línea, el corredor de granos Adolfo Shaw, de la firma Zeni, explica que ya hace un tiempo que circulaban rumores sobre quita de retenciones, con lo cual el mercado venía subiendo.
“Hace un par de semanas la soja disponible sobre Rosario se operaba en niveles de $325.000 / 330.000 por tonelada. El viernes se estuvo negociando en $345.000 y hoy (lunes) ya vale $365.000. La diferencia entre los valores de hace 15 días y hoy son $40.000, que al cambio del día son unos 30 dólares por tonelada, que es algo más de lo que mejora la paridad con la baja de retenciones. Mientras tanto, en el mismo período en Chicago subió solo 4 dólares por tonelada, con lo que podría decirse que el mercado local está reflejando bien las medidas”, detalla, y añade: “A primera vista, puede parecer que los precios no suben mucho hoy. Pero sí mejoran algo, y sobre todo convalidan la suba de las últimas semanas, que no es poco”.
Por su parte Fernando Maquieira, operador del mercado, afirma: "Vamos por buen camino, la baja de retenciones. Los precios se irán acomodando de a poco ya que fueron muchas las toneladas declaradas por los exportadores antes del 30 de junio con los mismos derechos de exportación que ahora".
Una de las claves que aún no se esclarecieron -y que podría generar un efecto adicional si se implementa- es la metodología de liquidación de divisas. Entre enero y junio, el Gobierno había obligado a los exportadores a anticipar los ingresos por ventas al exterior para acceder a la rebaja de retenciones, un mecanismo que según Gavaldá generó distorsiones y desincentivó operaciones. “Todavía no se aclaró si eso va a cambiar, pero sería una buena noticia si se elimina”, dice el analista.
Luego afirma que desde una perspectiva estructural, la baja de retenciones mejora los márgenes del productor para la próxima campaña. Gavaldá lo resume con una frase que sintetiza el sentir del sector: “En vez de ser un negocio malo, va a ser un negocio regular”. Y es que, si bien la quita de impuestos mejora la rentabilidad, los precios internacionales siguen siendo estando en niveles mínimos de los últimos 20 años, lo que limita la recuperación del negocio agrícola.
En un contexto de precios deprimidos y costos altos, toda señal que alivie la carga impositiva sobre el agro es valorada. “Obviamente que es una buena noticia”, concluyó Gavaldá. Resta esperar la publicación del decreto en el Boletín Oficial y conocer los detalles reglamentarios para que el mercado termine de acomodarse al nuevo escenario.