Las lluvias, tan deseadas en el campo, se fueron convirtiendo este año en un inesperado problema. En general, muchos productores de distintas zonas sorprenden con la expresión “no quiero más agua”. Y en la última semana, para muchos ruralistas del norte bonaerense, se transformó en un “problemón”.
Obviamente, la peor consecuencia del temporal del viernes 16 y sábado 17 fueron las 4 muertes, entre ellas la de dos puesteros rurales de Rojas. Y los efectos se expandieron a pérdidas materiales estimadas en millones de dólares, aun sin precisiones, luego de las abundantes precipitaciones, con más 150 milímetros en amplias áreas y, que en algunos casos puntuales alcanzaron valores excepcionalmente altos, como los 500 mm registrados en Rafael Obligado, cerca de Junín.
Las complicaciones no son estrictamente agronómicas, porque aunque los cultivos resistan en el lote, la cadena “se corta” en la logística por el deficiente estado de los caminos. Las cosechadoras no han podido entrar, y lo que está en madurez fisiológica puede pasarse y en los peores casos afectar la calidad, y cantidad, de los granos…
Con todo, luego de un avance intersemanal de 9,4%, la cosecha de soja a nivel nacional alcanza el 74,3 % del área apta, con un rendimiento medio de 31,2 quintales por hectárea, según informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Ya se recolectó el 81% de la soja de primera, y en Córdoba la campaña se aproxima a su cierre con buenos rendimientos que promedian los 33,5 quintales por hectárea.
En tanto, el 56% del área apta de soja de segunda ha sido cosechada. Se destacan los rindes superiores a lo esperado en Córdoba, Entre Ríos, el Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires y el Núcleo Sur.
Los inconvenientes en la cosecha gruesa se traducen en una demora interanual de 10% y de 4% frente al promedio de las últimas cinco campañas.
Por otro lado, los excesos de lluvias registrados podrían condicionar el acceso a los lotes, e incluso agravarse si se repiten estos eventos, y resultar en el reemplazo de ciclos largos por intermedios o cortos, sujeto a la disponibilidad y las condiciones locales.
Las lluvias registradas en los días previos, con acumulados significativos sobre el noreste de Buenos Aires como epicentro, han desacelerado el ritmo de las labores en esa región, donde se concentra el 21 % del área aún por cosechar.
En esta última región, las labores presentan demoras interanuales de 9% para el Núcleo Sur y de 20% en el Norte de La Pampa – Oeste de Buenos Aires, entre lotes de primera y segunda.
Se evaluará si sostienen dicha tendencia en los rindes tras las últimas lluvias. “Bajo este contexto, mantenemos nuestra proyección de producción en 50 millones de toneladas”, indicó el reporte de la BdC.
En tanto, la cosecha de maíz con destino a grano continúa avanzando lentamente sobre los planteos tardíos, condicionada por las precipitaciones previamente mencionadas.
Además, en las regiones no afectadas por las lluvias, gran parte de los lotes aún no alcanzan la humedad óptima de cosecha. Se ha recolectado el 38,8 % del área nacional, con un rendimiento medio de 80,7 quintales por hectárea.
En la provincia de Córdoba, los rindes esperados para el maíz tardío se estiman en 83,5 quintales por hectárea para el centro-norte y en 78,4 para el sur.
“En el primer caso, estos valores permitirían, aún con la importante baja en el área sembrada, un incremento interanual del 11,8 % en la producción, destacando que esta zona fue una de las más afectadas por la chicharrita durante la campaña pasada”, indicaron.
En cambio, en el sur de la provincia (donde el impacto de la plaga fue menor al de la campaña anterior) se espera una caída interanual del 23 % en la producción, principalmente debido a una menor superficie sembrada. En este marco, se mantiene la proyección de producción nacional en 49 millones de toneladas.
En tanto, la recolección de sorgo granífero avanzó 5,2% respecto al último informe del cultivo, alcanzando el 40,5 % del área implantada a nivel nacional.
“Los productores han priorizado avanzar sobre lotes con soja, por lo que se espera que la cosecha tome ritmo en las próximas semanas”, indicó el informe.
Tanto en el NEA como en el Centro-Norte de Santa Fe, principales regiones sorgueras, se esperan rindes por debajo de las expectativas iniciales, en torno a los 26 quintales por hectárea de promedio, debido al estrés sufrido durante el verano.
Por otra parte, ya con el 45% cosechado, mientras se aplican desecantes para homogeneizar la madurez de los lotes, se esperan rindes por encima de las expectativas en el centro-norte de Córdoba, las cuales permitieron mantener la proyección de producción de la BCBA en 3 millones de toneladas.
