Con menos del 15 por ciento del total de la superficie plantada, la provincia de Corrientes se convirtió en la provincia con mayor producción de yerba mate en el inicio de la zafra 2025. El dato surgió de las estadísticas del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) y deja en evidencia el impacto que generó la decisión de los yerbateros de Misiones de no entregar su producción debido a los bajos precios.
En el primer trimestre de 2025, los secaderos de Corrientes procesaron una cantidad nunca antes alcanzada de hoja verde: 34.884.290 kilos, mientras que en Misiones se acopiaron 30.134.333 kilos. El año pasado, cuando hubo una cosecha récord, esa provincia había secado en el primer trimestre poco más de 26 millones de kilos de yerba.
Según las últimas estimaciones, Corrientes tiene unas 27.000 hectáreas de yerba, mientras que en Misiones la superficie supera los 196.000 hectáreas, las que generaron más del 80 por ciento del total de materia prima en las últimas zafras.
Esos porcentajes podrían variar significativamente este año, ya que los productores correntinos no se plegaron a la no cosecha que impulsan desde diciembre pasado los misioneros, disconformes con los valores que reciben por la hoja verde. El freno en la entrega de materia prima hizo que muchos secaderos elevaran en abril el precio hasta 305 pesos por kilo y acortaran los plazos de pago, pero en los últimos días volvieron a bajarlo hasta los 290 pesos en promedio, aunque en algunas zonas se abona aún menos.
El año pasado hubo producción récord. Ingresaron a los secaderos 987.117.193 kilos, de los cuales 148.826.429 fueron producidos en territorio correntino. En el primer trimestre de 2024, Corrientes había procesado poco más de 26 millones de kilos, ocho millones menos que en el mismo período de este año, lo cual marca un incremento en el ritmo de cosecha en el arranque de la zafra 2025.
Las estadísticas ponen en evidencia el impacto de la denominada “cosecha por goteo” que están haciendo los yerbateros de Misiones. Es decir que cosechan lo mínimo e indispensable para subsistir y asi evitan convalidar los bajos precios ofrecidos por los industriales.
En el primer trimestre de 2024, la Tierra Colorada había aportado poco más de 109 millones de kilos de hoja verde, mientras que Corrientes procesó 26 millones. Un año antes, en 2023 cuando todavía se sentía la sequía, habían sido 46 millones de kilos en la tierra de las Cataratas, y 16,8 en la del Taragüí.
La economía yerbatera entró en crisis luego que el Gobierno Nacional avanzara con la desregulación del mercado. A través de un decreto, le quitó al Instituto Nacional de la Yerba Mate la potestad de fijar precios de referencia dos veces al año, y nunca designó al presidente del directorio, dejándolo en una virtual acefalía que le impide sesionar.
Los amparos dictados por la Justicia pusieron un freno a la desregulación pero los molineros ya no volvieron a sentarse en la mesa de negociaciones para establecer valores que hicieran sustentable a toda la cadena productiva.
Los yerbateros reciben por la materia prima casi el mismo valor que a fines de 2023. A fines de octubre de ese año, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca dio a conocer el laudo que establecía un incremento escalonado de la hoja verde y la yerba canchada. Así, la materia prima debía escalar en febrero de 2024 hasta los 250 pesos. Quince meses después y con un proceso inflacionario de por medio, los valores casi no se modificaron para los yerbateros.