Gastón Rossi es productor oriundo de Bragado, provincia de Buenos Aires, y siendo un apasionado por la actividad que desarrolla, sembró un lote de soja en el noreste de la provincia de Corrientes, cerca de la frontera con Misiones, que finalmente cosechó y entregó en Cofco, puerto Timbúes el 20 enero.
“En Santo Tomé, al norte de Corrientes, observé cómo progresaba en buena forma la huerta de un vecino, lo cual me incentivó a probar y sembré una hectárea de maíz de manera precaria sin herramientas”, comenzó explicando.
Como el maíz evolucionó bien y logró buenos resultados, Gastón se animó y sembró un lote de soja también a manera de prueba, “Conseguí campo un poco más al norte, en Gobernador Virasoro, un lote de 68 hectáreas, pegado al pueblo, y que esta ubicado a 68 km hacia el norte desde Santo Tomé. Resultó complicada la logística y contar con las herramientas adecuadas, porque es una zona en la que no se hace este cultivo, aún así me pareció algo muy importante llegar a cosecha de manera anticipada al resto del país”.
Al analizar más en detalle el proceso recuerda que tampoco quiso gastar mucho por temor al fracaso y llevó una semilla del grupo 4,5 desde Bragado y que fertilizó con 50 kg/ha de fósforo, en suelo un tanto ácido, chacreado que venía de un poroto negro como antecesor y sembró a 52,5 cm entre hileras el 15 de septiembre.
“Los inconvenientes que se presentaron fueron ataques de hormiga, que no había visto en la provincia de Buenos Aires. Luego en el nacimiento, tuve raleos debido a la presencia abundante de paloma que come el brote recién nacido. No obstante, todo ello, el cultivo se fue defendiendo bien con buenas lluvias, que luego se cortaron el 15 de diciembre. Pero el ciclo del cultivo ya estaba cumplido y solo faltaba un poco de llenado de grano, por lo cual este quedó algo chico, pero con un rinde de 2.000 kg/ha que no me pareció malo con todas las circunstancias que tuve de por medio”.
Otros aspectos a resolver se relacionan con la logística, y en tal sentido señala que en la Ruta 14, Gendarmería encontró raro el trasporte de 7.000 kg semilla de soja, con la sospecha de que se la pasará con alguna finalidad a Brasil. “También con los fertilizantes esta la cuestión de que la Localidad de Sáo Borja, Brasil, a 50 km de Santo Tomé, los tenemos a mitad del precio argentino con fletes a mayores distancias”.
Asimismo, resultó difícil la gestión de la documentación como las demoras en las cartas de porte propias, o que los remitos no sirven para la semilla porque era de producción propia. También resultó complicado conseguir los camiones cerealeros para la cosecha, ya que en su mayoría son para trasporte de yerba o madera.
“Otro detalle no menor es que pagué 3 qq/ha de alquiler, lo cual es muy conveniente si lo comparamos con los 18 qq/ha que estamos pagando en la provincia de Buenos Aires
Para la próxima campaña Gastón planea repetir la operación, pero con otra rotación. Sembrará en agosto maíz de ciclo más bien corto, para cosechar a fines de enero y en ese punto plantar soja. Con hileras a 25 o 21 cm de distancia con la misma variedad y probará otra más larga grupo 5,5 o 6 a un lado, para verificar que la elegida sea la más conveniente. También afirma que si hubiese tenido buena lluvia a partir del 20 de enero cuando cosechó, podría haber sembrado soja de vuelta, ya que no llovió de nuevo hasta el 15 de febrero.
“No tenemos plantas de silos ni acopios, ni camiones, ni herramientas, pero el ambiente y la disponibilidad de muchos lotes vírgenes que están improductivos, que no tienen ni hacienda nos ofrece un futuro promisorio en la región para la producción de granos”, cierra Gastón Rossi.