El Ministerio de Economía de Argentina aprobó la Resolución 1129/2024, publicada en el Boletín Oficial, que simplifica los procesos regulatorios en los sectores de agricultura, ganadería y pesca. Esta medida, enmarcada en un plan de reordenamiento normativo, elimina requisitos y normas que, según el Ministerio, obstaculizaban el comercio exterior y dificultaban la operatividad de los productores y exportadores.

La eliminación de estos trámites busca facilitar el acceso de los productos agropecuarios argentinos al mercado internacional, mejorar la competitividad y reducir los tiempos operativos en toda la cadena logística. La resolución fue publicada en el Boletín Oficial como parte de la estrategia del Ministerio para dinamizar el comercio exterior y apoyar a los exportadores, eliminando burocracia calificada por el Gobierno como innecesaria.
Entre los cambios destacados, la resolución elimina la exigencia de la Declaración Jurada de Compras al Exterior (DJCE), un requisito administrativo que los exportadores debían cumplir para detallar y justificar sus operaciones de compra de insumos extranjeros. Su eliminación reduce la carga administrativa y agiliza las operaciones comerciales, brindando a los exportadores mayor libertad para gestionar sus insumos sin restricciones adicionales.

Otro cambio significativo es la eliminación de los fideicomisos en el mercado agropecuario. Estos fideicomisos, establecidos en años anteriores para regular el comercio y los precios en este sector, representaban una carga financiera adicional para los productores. Su eliminación permite a las empresas del sector operar con mayor flexibilidad y gestionar sus activos y fondos de forma más autónoma, mejorando su capacidad de competir en los mercados internacionales.
Además, se suprimió la norma que arbitraba las cantidades de productos que las empresas exportadoras debían destinar hacia Venezuela. Este requisito, que limitaba el volumen de productos disponibles para otros destinos, complicaba las operaciones de exportación y restringía las posibilidades de negociación en el exterior. Con la derogación de esta norma, los exportadores argentinos ganan libertad para distribuir sus productos en los mercados de mayor conveniencia, sin restricciones que los atan a mercados específicos.