Un fallo de la justicia de este martes parece el principio del fin del calvario para una joven balcarceña víctima de una verdadera pesadilla. Un hombre que en 2018 la amenazó, golpeó y la apuñaló para que levantara una denuncia penal en contra de su hermano fue condenado a cuatro años de prisión tras la validación de un acuerdo de juicio abreviado en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 del Departamento Judicial de Mar del Plata. Cristian Javier Primitivo fue hallado autor de los delitos de desobediencia a una orden judicial y homicidio en grado de tentativa y seguirá detenido hasta el 8 de abril de 2022. Tras considerar que estaban dadas las condiciones para la formalización del acuerdo, la Jueza Mariana Irianni dio por acreditado que la tarde del  lunes 9 de abril de 2018 en la calle 10, entre 17 y avenida del Valle el imputado desobedeció una orden judicial de restricción de acercamiento, amenazó y apuñaló a la ex pareja de su hermano. 

 

La investigación a cargo del fiscal Rodolfo Moure estableció que Primitivo se acercó con un cuchillo a María Rosa Tisera para exigirle que retirara una denuncia por abuso sexual que había presentado en esa ciudad. “Si mi hermano va preso, vos vas adentro de un cajón", le dijo antes de apuñarla en el abdomen y escapar del lugar. El imputado fue aprehendido a pocos metros del lugar cuando caminaba por la calle y en el allanamiento realizado en su domicilio secuestraron dos cuchillos.

 

En la sentencia, la Jueza descartó cuestiones eximentes de la responsabilidad penal y agravantes, aunque valoró como atenuantes la ausencia de antecedentes penales. Tras declarar a Cristian Javier Primitivo autor penalmente responsable de los delitos de desobediencia a una orden judicial y homicidio en grado de tentativa, lo condenó a cuatro años de prisión, accesorias legales y costas. 

 

María Rosa Tisera (22) vivió una pesadilla que lleva cuatro años. Todo comenzó en 2016 cuando un hombre intentó abusarla sexualmente en un ataque callejero. Ella lo denunció en la justicia y como respuesta sufrió cuatro violentas agresiones que pudieron costarle la vida. Intentaron silenciarla de todas las maneras posibles y, desde entonces, fue víctima de amenazas, hostigamientos y hasta insultos de todo tipo cada vez que sale a la calle. “Esto es una locura y tiene que parar”, le dijo María a La Vanguardia durante una entrevista exclusiva. Es que en los cuatro ataques fue golpeada y recibió heridas de arma blanca que la pusieron al borde de la muerte. “Necesito hablar para que esto no termine en una tragedia. Siento que me pueden matar en cualquier momento. Temo por mí y por mi familia”, afirmó la joven que recibió a La Vanguardia en la intimidad de su hogar.