Dos profesores de Balcarce que fueron denunciados en la justicia por el delito de abuso sexual cometido contra alumnas menores de edad podrían ir a juicio oral en el segundo semestre de este año, aunque todavía las causas están en plena instrucción según confirmaron desde la Fiscalía Descentralizada. Uno de los hechos denunciados, en el Colegio San José, ocurrió en el mes de mayo del año pasado, mientras que el restante fue a fin de año en la Escuela Secundaria N° 1. La primera denuncia, en términos de la investigación de la fiscalía, es la que está más avanzada. De hecho, la subDDI de Balcarce, a instancias del Juzgado de Garantías N° 6 del Departamento Judicial de Mar del Plata, allanó un domicilio en el centro de la ciudad, propiedad del docente de 48 años del Colegio San José, y secuestró material para la causa. Personal de la DDI, junto a la Fiscalía del doctor Rodolfo Moure, secuestraron ese día cuatro notebook, dos netbooks, cinco pendrives, cinco teléfonos celulares, y cd de almacenamiento. Los hechos denunciados, según trascendió, se habrían registrado de manera sistemática durante el dictado de clases, situación en la cual al menos seis chicas de 13 años dijeron haber sufrido abusos por parte del docente. “Les revisaba el celular, y varias veces las tocó en sus partes íntimas en medio de distintas actividades escolares que realizaban”, describió una fuente del caso consultada por La Vanguardia. Cabe recordar que esa primera denuncia se recibió en la Comisaría de la Mujer y luego se le dio intervención a la Fiscalía que ordenó –en ambos casos- la realización de una Cámara Gesell, procedimiento que se realiza dentro del sistema que ofrece el Departamento Judicial de Mar del Plata, y en el contexto en el cual pudieron declarar las menores de edad. Según se desprende de la investigación, hasta aquí la ayudante fiscal, la doctora Laura Molina, les tomó declaración a los padres de las alumnas que denunciaron ser víctimas de los supuestos abusos, y también a los docentes y al director del colegio, según trascendió. En el caso del Colegio San José el profesor denunciado ya declaró ante el fiscal y negó los cargos en su contra. Fuentes del caso admitieron que podría configurarse –si es que el testimonio de las menores tiene concordancia para los jueces- el delito de abuso sexual simple que tiene penas de 3 a 15 años de prisión efectiva, que podrían verse agravadas por la tarea de la persona denunciada, en este caso por tratarse de un educador.   

Otro caso                                                                                                          

Respecto de la otra denuncia, la de la Secundaria N° 1, se indicó a este diario que aún resta que declare en Cámara Gesell una de las cuatro chicas de 15 años que acusó al docente –está fuera de la ciudad- que fue inmediatamente separado de su cargo como ocurre habitualmente y de manera preventiva. Luego que se complete el testimonio de todas las alumnas, la fiscalía citará al profesor para indagarlo y eventualmente imputarlo de los delitos de los que se lo acusa. “Creemos que ambos casos irán a juicio este año. La fiscalía va a cerrar la instrucción y luego pedirá la elevación de las causas a juicio”, dejaron trascender fuentes judiciales.

Consecuencias                                                                                                       

La desenfrenada perversión sexual enfocada, en abrumadora y atormentada mayoría, sobre menores de edad es un fenómeno que también afecta a los grandes partidos de la provincia con muchedumbre amontonada como General Pueyrredon o el conurbano o, proporcionalmente, Balcarce, por ejemplo. Sin embargo, el impacto en las poblaciones mínimas, en esos sitios donde no hay modo de escapar del saludo callejero de todos los demás, donde el secreto de lo íntimo cede ante la interrelación obligada, es inconmensurable.  Aquí las redes sociales juegan un papel central para mantener la reserva de lo que, de ninguna manera, debe ser público.

Registro                                                                                                                                       Por el crecimiento de los delitos sexuales como los que se denuncian en Balcarce, el Gobierno puso en vigencia un registro de violadores. La ley que lo rige había sido aprobada en 2013 pero nunca se implementó. Para su funcionamiento, permitirán extraer el ADN a todos los condenados por delitos sexuales y a los que hayan cumplido la pena pero se encuentren en el registro de reincidencia.

Tendencia                                                                                                            

La brutal denuncia por violación y acoso sexual que realizó la actriz Thelma Fardín contra Juan Darthés disparó el tema al centro del debate nacional. Los especialistas sostienen que Argentina debe fortalecer la institucionalidad alrededor del tema del abuso sexual infantil y adolescente para aprovechar el cambio cultural social e instalar un nuevo paradigma: mejorar los tiempos de la justicia, multiplicar los abogados especializados y con perspectiva de género y sistematizar casos y cifras. La denuncia de Fardín apoyada por un numeroso colectivo de mujeres actrices – Actrices Argentinas– instaló de manera contundente el tema de la violencia contra las mujeres y a la vez generó una ola imparable de denuncias en todo el país y en todos los ámbitos, no sólo en el artístico.

Abuso sexual                                                                                                             

Los números locales sobre abuso sexual e infantil no mejoran el panorama, por el contrario lo empeoran: en la Argentina, 8 de cada 10 embarazos de madres adolescentes -menores de 15 años-  fue consecuencia de un abuso sexual o una violación. Son cerca de 3.000 niñas y adolescentes al año cuyos derechos humanos son vulnerados, por haber sido violentadas sexualmente, por llevar adelante embarazos forzados y por ser madres antes de estar preparadas para ejercer la  maternidad. También se destacan las consecuencias psicológicas de los abusos sexuales que no llegan al acceso carnal, pero que representan un verdadero shock emocional para las víctimas que deben ser tratadas por profesionales, en ocasiones, durante largos periodos.