Existe una percepción en el inconsciente colectivo que es devastadora. Las cárceles argentinas no recuperan ni forman buenas personas para que puedan resociabilizarse sino que son escuelas de delincuentes. Y hay un dato oficial que lo confirma: cuatro de cada 10 personas que salen de la cárcel vuelven a delinquir. El porcentaje de reincidencia en la Argentina, en tanto, es del 43%. Por eso no se entiende como hay jueces que conceden excarcelaciones a la ligera, sin medir las consecuencias. Un ejemplo de esta situación es Oscar Mercado quien fue condenado el 26 de junio de 2016 a 5 años de prisión por el delito de extorsión, hecho que derivó en la muerte de Alfredo “Negro” Aguirre un año antes, el 7 de junio del 2015.  Sin embargo, gracias a un fallo del Juzgado de Ejecución Penal Nº 2 del Departamento Judicial de Mar del Plata, del doctor Juan Galarreta, Mercado fue beneficiado con la libertad asistida por haber cumplido las dos terceras partes de la condena el 3 de octubre pasado. Esa decisión judicial fue cuestionada ya que existía un dictamen negativo previo del gabinete interdisciplinario de Unidad Penal N° 15 y del fiscal de ejecución penal Marcelo Blanco quien también pidió que no lo liberen. Es decir, para los profesionales Mercado no estaba en condiciones de salir en libertad. Pero finalmente se impuso la decisión del juez y el acusado de haber provocado la muerte de Aguirre salió de prisión y fijó domicilio en la ciudad de Mar del Plata. Pero poco le duró la buena conducta a Mercado ya que, según información a la que accedió en exclusivo La Vanguardia, protagonizó un asalto a una jubilada en la zona del puerto. Este hecho sucedió el 28 de noviembre cerca de las 13.30 en la intersección de las calles Santa Cecilia y Ayolas, cuando Oscar Mercado previo un forcejeo se apoderó ilegítimamente y a modo de arrebato de un teléfono celular de una mujer que esperaba el colectivo en esa esquina. Mercado se dio a la fuga y luego detenido por la investigación que llevó adelante la fiscal del caso caratulado “robo”.

Condena                                                                                                                                        

Cabe recordar que el 29 de junio de 2016 Mercado fue condenado a 5 años de prisión. El fallo se leyó en el Tribunal Oral N° 1 del Departamento Judicial de Mar del Plata. El fiscal Rodolfo Moure había pedido 8 años de prisión, pero el juez Pablo Viñas hizo su valoración de los hechos y condenó a Oscar Mercado a la pena de 5 años de prisión por el delito de extorsión contra Alfredo Negro Aguirre –fallecido el 7 de junio de 2015 cuando el imputado le exigía 30 pesos-. 

Puertas giratorias                                                                                                            

La superpoblación y las pésimas condiciones en las que se encuentran las cárceles, en vez de servir para resocializar, se han transformado en verdaderas escuelas de delincuentes. Según datos del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), las cárceles de la Provincia de Buenos Aires están superpobladas en un 87%.  Por otro lado, si un preso tiene intención de estudiar, no es seguro que lo logre. No hay lugar para todos en las aulas y son muchos los que quedan en listas de espera. Esta es otra mala noticia ya que según un estudio de la Procuración Penitenciaria Nacional (PPN), de los 123 egresados que hubo en las cárceles un 84% de ellos no volvió a ser condenado. La ecuación es simple: a mayor cantidad de aulas en las clases, menor es el número de delitos en la calle.

Marcha                                                                                                

Tras aquel episodio que conmovió a todos en 2015, hubo una marcha, se reforzó la seguridad en el barrio donde residía Aguirre y la familia de Oscar Mercado tuvo que abandonar la casa que habitaban ya que la tensión con los vecinos de la cuadra se tornó insostenible. Desde entonces, Mercado permaneció en Batán, fue condenado,  recuperó la libertad y ahora volvió a la cárcel por un robo. En su única declaración durante el juicio dijo ser inocente frente a la acusación del fiscal Moure.

Una pena infinita                                                                                    

Clementina Toledo es la viuda de Alfredo “Negro” Aguirre. Y su pena no tiene fin. Aún hoy no se explica la ausencia de su compañero. “Con el negrito nos habíamos jurado casarnos en 2017, después de 50 años de estar juntos y no lo pudimos hacer porque él ya no está conmigo. Alguien me lo arrancó de mi vida para siempre y la verdad que no tengo consuelo. Yo le dije al juez de la causa que no me mataron un perro, me mataron a un “señor” Aguirre, un hombre de bien, amigo de sus amigos y buena persona. Era querido por todos, no tuvo una pelea con nadie nunca y no merecía este final”, sostuvo la mujer. “Para mí es un dolor muy grande la pérdida del Negro. Íbamos a cumplir nuestra promesa de amor y todo se fue y se perdió aquella noche. Eso era algo que teníamos pensado, pero es un capítulo que quedó en el olvido porque ya no lo tengo más. Fue el compañero de toda la vida y hoy, cada día de mi vida a las 5 de la tarde, todavía miro la puerta y espero que llegue del Campo de Pato y me salude como siempre lo hacía. Cuando puedo voy al cementerio y es un gozo para mí porque le habló, le cuento lo que hago, lo que no hago, y es una alegría estar ahí y sentir que me conecto de alguna manera con él”, expresó emocionada Clementina.  

Qué dice la Constitución

El art. 18 de la Constitución nacional dice: “Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso” y que “Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas”. Dos figuras del sujeto penal: la primera es condena con penas de reclusión, prisión, etc., y la otra es la del reo, que sólo está acusado, imputado, y el juez puede y debe dar cárcel para su seguridad y de la sociedad atendiendo a sus antecedentes y condiciones personales.