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Sociedad

Reconocimiento a la trayectoria: “Cacique Tandil” para Hugo Elizalde
15-10-2018

El recitador y conductor balcarceño fue reconocido junto a jinetes, tropilleros, animadores, cantores, artesanos, y herederos de destacados tradicionalistas. “Fue una gran emoción”, sostuvo.

 

Por Hugo Raúl Elizalde.

Este premio, “Cacique Tandil”, me tomó de sorpresa y hasta en un momento llegué a pensar que se trataba de una broma. El 2 de agosto recibí una nota que decía lo siguiente: “la presidenta de los premios ‘‘Cacique Tandil’’ (en su tercera edición declarado interés cultural por el Concejo Deliberante de la Municipalidad de Tandil), le informa que luego de un estudio minucioso de su trayectoria -Hugo Raúl Elizalde- será galardonado con nuestro prestigioso premio. Desde ya felicitamos al galardonado y esperamos en breve su confirmación a la entrega de premios”, (decía la nota que llegó a manos del balcarceño). “Y cuando pude confirmarlo me parecía un sueño porque nunca viví algo tan especial. La noche de la entrega de premios, y cuando me enteré que éramos 45 los galardonados, me cubrió la emoción y aquí quiero hacer una acotación. Tal vez alguien o varios se pregunten quién era el jurado. Lo que quiero decir es que el jurado no existía porque no fue una competencia ni un desafío, nadie le ganó a nadie; estos premios los entregaba la comisión organizadora ante los estudios de la trayectoria de cada uno y ante los distintos pasajes de su vida ya que había destacados jinetes, tropilleros, animadores, cantores, artesanos, herederos de destacados tradicionalistas, gente de televisión, conductores de programas de radio, descendiente de Florencio Molina Campos, representantes de mapuches originales hablando en lengua mapuche representando a la localidad de Viedma, conductores de radio y vivencias de Santa Rosa La Pampa, Corrientes, Neuquén, Olavarría, Tapalqué, Gral. Belgrano, Ayacucho, Mar del Plata, Tandil y por supuesto de Balcarce. También un gaucho con su clásica vestimenta con sus 92 años y una maravillosa lucidez relatando los pasajes de su vida desde que empezó a crecer hasta la actualidad fue reconocido por la organización.

 

Más datos

Preguntaran porque en Tandil y no en Balcarce, tal vez porque me conoce más gente de festivales y peñas que acá y por eso me valoran más porque cuando me empezaron a conocer en Balcarce yo ya andaba recorriendo escenarios de Tandil, Rauch, Ayacucho y también programas de radio Azul hace 50 años. Fue una noche inolvidable, muy especial para mí, muy cara a los sentimientos porque me encontré con un poco de mi historia tanto por lo que dijeron y por el reconocimiento, que fue el segundo ya que por el por 2000 también me reconocieron en Napaleofú por mis 30 años en las animaciones de jineteadas.

 

En el corazón

En esta ceremonia me encontré con gente que llevo muy adentro de mi corazón. En ese ámbito recordé como nunca mi primera vez cuando fui a animar una jineteada al Museo José Hernández. Esto que me pasó, hablo de este reconocimiento, lo tendré siempre muy en cuenta, muy en mente. La verdad es que estoy muy agradecido porque esto no me lo esperaba. Por todo estoy eternamente agradecido.

 

Historia personal

Hugo Raúl Elizalde nació el 3 de diciembre de 1942, en Balcarce. Se casó con Marta Franzino y tuvo una hija, Liliana quien se casó con Javier Gutiérrez, quienes le dieron tres nietos, Joaquín, Lucas y Josefina. Sus estudios los realizó en varias escuelas, 1º grado en la Escuela 20 de Ramos Otero, luego hasta 5to grado en la Escuela Nº 1 de Lobería, terminando 6º grado en la Escuela Nº 15 de San Manuel. A partir de ahí comenzó a trabajar en el campo.  Su primera experiencia fue como alambrador para luego dedicarse a trabajar la tierra. “A caballo tirábamos el arado doble abriendo surcos para luego sembrar. Eran campos vírgenes, había que pasarles una rastra y si había mucha paja teníamos que quemarla para luego recién sembrar el maíz, cultivo en la región de aquella década del 50.  Recuerdo que se hacía un cerco de alambre doble de 5 ó 6 metros de diámetro y entre alambre y alambre se colocaba chala o caña de girasol que era más resistente, formando una pared. Adentro, el trabajador volcaba la espiga de maíz que recolectaba a mano. Todo era muy distinto a la actualidad”, contó Hugo quien sintetizó su vida de la mejor manera que lo puede hacer, como recitador.

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