Para guardar el acceso directo en el escritorio de su celular, pulse y haga clic en AGREGAR A INICIO

Información Premium Registrate

¿Olvidaste tu contraseña?

Sábado, 20 de Abril de 2024 | 3123 Usuarios únicos

Sociedad

Una esperanza para Paula
23-09-2018

Tiene 29 años, es profesora de inglés y una dura enfermedad la puso en un momento límite de su vida. Por su tipo, el cáncer contra el que pelea es atípico y más agresivo que lo que se conoce. Pese a los pronósticos, su lucha emociona. El apoyo de la familia, los sueños y el deseo de ser mamá.

Hace un año Paula Quinteros tenía una vida normal. Con 29 años, trabajaba como profesora de inglés, hacía deportes y soñaba con formar una familia y ser mamá. Sin embargo, una consulta de urgencia al médico por un quiste la puso frente a una situación límite en su vida. El diagnóstico después confirmó lo peor: cáncer de ovarios. Cada día, algo más de 6 argentinas reciben este diagnóstico. Según cifras del Ministerio de Salud de la Nación, con 2.274 nuevos casos cada año, constituye el quinto tumor más frecuente en mujeres y es el cáncer ginecológico que más muertes ocasiona. Aunque cerca de la mitad de las mujeres diagnosticadas con cáncer de ovario tienen más de 60 años, son poco frecuentes los casos en mujeres jóvenes. Por eso el impacto en Paula y su familia. En la intimidad de su hogar, Paula recibió a La Vanguardia para hablar de este momento que atraviesa, de sus deseos y sueños de recuperación, y de su lucha cotidiana. “Vamos a empezar desde cero con nuevas quimios, con una droga nueva a ver si puede hacer el efecto deseado que es reducir los tumores que aparecieron”, se ilusiona Paula. “Sabemos que se desparramó un poco la enfermedad y estamos esperando que esta nueva droga que apareció genere el resultado que queremos para poder operar el día de mañana. Toda esta enfermedad conlleva una carga emotiva muy fuerte, pero estoy convencida que voy a salir adelante”, aseguró.

-¿Cuál fue el primer diagnóstico hace un año?                                              

-No fue un diagnóstico, yo fui de urgencia al Hospital por un dolor porque se me había reventado un quiste y un ovario. Eso derivó en la primera operación que yo tuve. A partir de ahí yo seguí con oncólogos, y en febrero de este año empecé con dolores y era porque se había formado un tumor del lado derecho que estaba complicando el funcionamiento del riñón derecho. Empezamos con quimioterapia para ver si podíamos reducir el tumor, el tumor no se redujo, no tuvo el efecto deseado la quimio y aparte de eso se había formado otro tumor en el ovario izquierdo que complicó todo. Cuando me operan y me abren, los médicos se encuentran con que había más órganos tomados así que decidieron cerrar y mandarme a mi casa. No me quedé tranquila, esperé una semana y media y me fui a buscar una segunda opinión a Mar del Plata con el doctor Bosch, quien me derivó con el doctor Pablo García que me dio una esperanza más.  

-¿Llegaron a decirte que no había más nada que hacer?                            

-Me dijeron que me vaya a mi casa y que disfrutemos lo que me quedaba. Yo de todo esto no sabía nada porque no me lo dijeron en ningún momento. Hablé con el médico y le dije; doctor tengo 29 años, así que dígame la verdad porque soy grande. Ellos me decían vos preocupate en sanarte y yo les decía quiero saber qué me está pasando. A todo esto, cuando desperté me dijeron que había salido todo perfecto entonces  salí tranquila, pero no entendía porque mi familia estaba tan triste.  No tuvieron más remedio que contarme, me lo tomé con tranquilidad y con fe pensando que todo iba a salir bien porque, en serio, hasta el día de hoy siento que todo va a salir bien.

-¿Cuál es el siguiente paso del tratamiento?                                                       

-El miércoles de esta semana viajé a Mar del Plata a reunirme con el doctor Pablo García, él hizo un ateneo de médicos y entre esos estaba el doctor Antonio Dojas, para ver qué podían hacer por mí. Lo que me cuentan es que es un cáncer muy raro, es un cáncer que pelea y los tumores no se reducen fácilmente con cualquier droga. Entonces descartaron las primeras drogas con las que me hicieron las primeras quimioterapias y van a usar una nueva para ver qué podemos hacer, aunque es complicado. Va a ser difícil pero va a salir todo bien, ellos me han brindado una colaboración infinita, tengo que ir al Hospital Regional para que me ayuden con el tema del dolor con las nuevas quimios. En las primeras que me hicieron más allá de caerse el pelo, las cejas y las pestañas no me pasó nada, no estuve muy descompuesta ni nada por el estilo pero estas son un poco más fuerte así que tenemos que empezar a ver qué va a pasar y cómo lo vamos a enfrentar.

-¿Necesitas ayuda, eventualmente para viajar o para costear los gastos del tratamiento?                                                                                     

-Toda ayuda es bienvenida, la gente que nos ha ayudado con eventos o donaciones lo agradecemos infinitamente. También abrimos una cuenta en el Banco Provincia para la gente que quiera colaborar. Me haré todo en el Instituto Radiológico  y de verdad espero poder tener buenos resultados.

-¿Cómo era tu vida hasta octubre del año pasado?                                     

-Normal. Era una persona muy activa, estaba trabajando dando clases de inglés con una socia, salía a hacer gimnasia, me encantaba la naturaleza y por eso íbamos a todos lados con mi familia y de repente vino todo esto. Y como cambió de un día para el otro mi vida y mucha gente se preguntaba dónde está Paula; bueno, estos meses me los pasé encerrada porque no teníamos a nadie a quien preguntarle ya que no sabíamos que era cáncer, por lo que fueron momentos muy difíciles y de mucha incertidumbre.

-¿Cuál fue el primer impacto de la enfermedad?                                           

-Cuando me dijeron que era cáncer, es como que me saqué un peso de encima porque definitivamente pude saber a qué me estaba enfrentando. Tener cáncer de ovarios es un drama, claro, pero voy a pelear para salir adelante. Hoy en día la palabra cáncer la podemos combatir con entereza y siendo optimistas con la ayuda de la medicina, aunque todo parezca muy  difícil.

-¿Qué cosas te motivan, te dan aliento para seguir?                                         

-Mi familia y la gente de Balcarce me llenó el corazón por lo que están haciendo por mí. Se acercó gente que ni conocíamos y hoy son parte de mi familia y sin esperar nada a cambio nos ayudaron. También hay gente que me viene a dar una palabra de aliento, la que viene a decirme qué necesitas o en qué te podemos ayudar o que vienen a charlar simplemente. Eso la verdad me llena un montón. Hoy fui a la pollería y una señora me dice: “¿vos sos Paula Quinteros, con que te puedo ayudar?”. Eso no tiene precio.  

-¿En todos estos meses duros de tratamiento que cosas te conmovieron?                                                                                                        

-La verdad que estuve mucho tiempo encerrada, se me hizo muy difícil, yo iba a todos lados, y no poder ver a mis amigos, a mis compañeros, dejar mi trabajo y vivir pensando en el tratamiento es duro. Mi familia y particularmente mis hermanas siempre me mantuvieron alegre y es algo que puedo decir hoy en día, es que estoy bien pese a todo.

-¿Sentiste bronca en algún momento por esto que te estaba pasando?                                                                                                       

-Bronca no. Terminé entendiendo que estas cosas pasan y que hay que seguir adelante, siempre mantenerse positiva y esperando lo mejor.

-¿El sueño de ser madre también te mantiene en pie?                                      

-Sí, obviamente, pero como dicen los médicos, eso hay que dejarlo para mucho más adelante. Sé que en algún momento tienen que sacar todo, pero hay muchas posibilidades hoy en día para ser mamá, así que mi sueño sigue y seguirá en pie pase lo que pase.

 

Signos para prestar atención

Los principales signos que podrían indicar la presencia de un cáncer de ovario son molestias en la zona inferior del abdomen, cansancio, anemia, sensación de saciedad precoz al comer y pérdida de peso. Algunos factores que se considera que podrían incrementar el riesgo de padecer cáncer de ovario son tener antecedentes familiares de la enfermedad y la presencia de quistes en los ovarios, mientras que también podrían contribuir otras causas como no haber tenido hijos, no haber tomado pastillas anticonceptivas, el inicio de los períodos menstruales a corta edad, una menopausia tardía o haber padecido endometriosis.

Una estadística para mirar

"En la actualidad, la terminología correcta es hablar de cáncer de ovario, trompas y peritoneo que, si bien son biológicamente diferentes, son tratados tanto quirúrgica como oncológicamente de manera similar", afirmó Federico Bianchi, jefe de Sección de Ginecología Oncológica Hospital Alemán, de la ciudad de Buenos Aires. El especialista indicó que "el ovario es lugar de asiento de varios tipos de tumores, siendo más frecuentes (90 por ciento) los localizados en el tejido superficial (capa que cubre el ovario) del mismo y son denominados tumores epiteliales".

Cómo ayudar a Paula

Para ayudar a Paula, los interesados pueden hacer su aporte en la caja de ahorro del Banco Provincia, a nombre de Ana Paula Quinteros. El CBU de la cuenta es 01403532 03613051598737.

Más Noticias
ver historial de noticias
Publicidad
Publicidad

Contactanos

Crear Cuenta

Tengo Cuenta

Ingresar a Cuenta

Recuperar Clave

Generar Clave Nueva

Ingrese y confirme nueva clave