La justicia confirmó en las últimas horas que del 12 al 16 de noviembre de este año se llevará a cabo el juicio oral por el crimen de Olga Bianchini (62) quien fue asesinada de un golpe en la cabeza y luego su cuerpo incendiado con su auto en una quinta de la ruta provincial 55, ubicada a varios kilómetros de Balcarce en dirección a Los Pinos y a la altura de las vías del ferrocarril. Fuentes judiciales confirmaron ante una consulta de La Vanguardia que el debate oral se desarrollará durante cuatro jornadas –se prevé extensas y con una nómina de testimonios aún por definir- en el Tribunal Criminal N° 1 del Departamento Judicial de Mar del Plata, a cargo de los doctores Juan Facundo Gómez Urso, Aldo Carnevale y Pablo Viñas. Para el fiscal del caso, el doctor Rodolfo Moure, la instrucción está cerrada y por eso pidió que la causa vaya a juicio oral –la fecha inicial era abril de este año, pero se pasó para noviembre-. Juan Antonelli (71) –único imputado y detenido por el crimen de Olga Bianchini y quien deberá enfrentar cargos por homicidio- pidió ampliar su declaración inicial en la causa y ante Moure aportó nuevos datos,  contó que habló con la víctima en la tarde de aquel domingo 14 de agosto de 2016, y curiosamente para los investigadores confirmó que estuvo en la escena del crimen –antes lo había negado-. Hasta ese momento, no había un elemento tan contundente como su nueva confesión que lo ubicara en la quinta donde la mujer fue asesinada de un golpe en la cabeza y luego su cuerpo incendiado con su auto, un Citroën C3 que estaba estacionado a metros de un galpón. En la causa figuran también las imágenes de las cámaras de monitoreo que muestran al auto de la víctima y el del imputado desplazándose por la ruta 55 en dirección a la chacra con minutos de diferencia. Si es encontrado culpable del homicidio, Antonelli podría recibir una pena de 8 a 25 años. Pero más allá del debate oral y la eventual condena, la defensa del imputado podría solicitar el arresto domiciliario por la edad de Antonelli y en los términos que lo expresa la ley. El arresto domiciliario es un beneficio al que puede acceder un imputado que se encuentra detenido en una causa penal. Esto se aplica tanto a detenidos que se encuentran procesados con prisión preventiva como a personas con sentencia firme que están cumpliendo su condena en prisión. Se trata de una medida excepcional que está en manos de los jueces de Ejecución Penal, que son los magistrados encargados de controlar la ejecución de la pena una vez que queda firme una condena. Desde su reforma de 2008, la Ley 24.660 contempla seis supuestos en los que se puede basar el juez para conceder una prisión domiciliaria que, en el caso de Antonelli –actualmente detenido en el Penal de Batán-, podría solicitarse porque su permanencia en un establecimiento del servicio penitenciario le impediría tratar adecuadamente una enfermedad o afección o porque supera los 70 años de edad.

Pruebas y contradicciones. Tras el crimen que conmovió a la opinión pública hace dos años, los médicos forenses determinaron que la mujer fue atacada y recibió cinco puñaladas y un golpe en la cabeza que terminó siendo mortal. “El ataque fue muy violento”, coincidieron. El cuerpo apareció calcinado boca abajo al lado del automóvil. El mismo día del crimen, la fiscalía llevó a cabo un allanamiento en la casa de Antonelli, que trabajaba para Bianchini. Fue en el barrio Hipólito Yrigoyen  y allí hallaron en el interior de un auto Gol Country manchas hemáticas, y un cuchillo tipo tramontina también con sangre.  La sangre, se estableció, era humana pero no se pudo comprobar si tenía vinculación con la de la víctima, por lo que esa pericia terminó favoreciendo al imputado. Sin embargo, cruces telefónicos a los que accedió la fiscalía demostraron que efectivamente –y aunque Antonelli en la primera declaración lo negó- habló con Olga Bianchini y acordaron verse en las horas previas al crimen. Contó que concurrió a la quinta para ver a la mujer y que allí se encontró con Bianchini en el interior del auto incendiándose y supuestamente pidiendo auxilio.

Declaración. Según explicó el fiscal, Antonelli reconoció haber mentido en su anterior declaración, dijo que lo hizo por miedo, y aseguró que fue hasta la quinta y vio a Olga Bianchini cuando se quemaba adentro del vehículo, que intentó socorrerla –sostuvo que la mujer desde el interior del rodado le pedía que la ayude-, y que es en ese momento cuando la bajó del auto y ante esa escena tuvo miedo y se fue del campo”. En otro tramo del testimonio del imputado, según Moure, “negó haber sido el autor del homicidio, que estuvo en el lugar del hecho y que la herida que tenía en la cara no fue por un accidente con una rama sino producto de una quemadura que sufrió al abrir la puerta del auto que se estaba incendiando. Todas estas cosas van a salir a la luz y van a ser valoradas y confrontadas con el resto de las pruebas existentes en la causa”, sostuvo el fiscal.