Un policía retirado con más de cuarenta años de servicio no duda: “es el robo más importante en la historia de Balcarce”. Para otros, el robo del siglo. Lo afirman por la forma en la que actuaron y, fundamentalmente, por el botín con el que escaparon los delincuentes que el mes pasado robaron en la empresa de la familia Ciantini. Si bien todo se maneja con cierto hermetismo, La Vanguardia pudo saber, a través de fuentes del caso, que se está detrás de una banda mixta que todavía estaría en la provincia de Buenos Aires. El otro dato concluyente de la pesquisa señala que la banda contó con información sensible de la estructura de seguridad y del lugar donde estaba la caja fuerte de la empresa del Bocha Ciantini. Un informante, un “datero”, alguien que les facilitó a los delincuentes las coordenadas necesarias para consumar un robo sin margen de error. Sabían donde estaban las cámaras, que no había seguridad privada y el lugar exacto donde estaba el dinero. También que contaban con largas horas para “trabajar” sobre la caja fuerte que guardaba una suma millonaria. Por estas horas, la subDDI, la Dirección de Investigaciones que conduce el subcomisario Maximiliano Blanco Ríos, avanza con distintas líneas investigativas y espera el resultado del tráfico de comunicaciones de varios teléfonos que se activaron en las horas previas y posteriores al robo y que podrían arrojar resultados positivos para encaminar la causa. Así, en el marco de la investigación que lleva adelante la justicia tras el millonario robo a la firma propiedad de José “Bocha” Ciantini (47), surgieron en las últimas horas posibles conexiones que permiten suponer que la banda que consumó el denominado robo del siglo –se llevaron 12 millones y alrededor de 300 mil dólares, y más100 mil pesos que aparecieron en la zona de las vías del ferrocarril cerca de la firma que opera en la ruta nacional 226 a la altura del kilómetro 68 - podría tener alguna tipo de vinculación con otra que actuó en esas semanas en un robo ocurrido en Benito Juárez. Sin embargo, para los investigadores locales no hay datos firmes que permitan establecer algún tipo de similitud entre esa banda y la que entró en los galpones y las oficinas de Finca Balcarce, aunque todo –aclaran- es por ahora materia de investigación. Aquella madrugada, en Balcarce, los malvivientes llegaron hasta donde está la caja fuerte incrustada en una pared que fue violentada con un soplete por los ladrones. Con dos allanamientos posteriores, con resultado negativo, los investigadores aseguran que fue gente externa la que entró a robar y creen que fueron directamente a la caja fuerte por lo que tenían información del movimiento del predio y detalles de las instalaciones. Probablemente, indican las fuentes del caso, los delincuentes fueron a buscar plata, pero nunca pensaron que se encontrarían con semejante botín. Se supone que escaparon en un auto –se busca a un Volkswagen Vento- que los esperaba en las inmediaciones pero no se sabe con qué destino final. Cabe señalar que, a pocos metros de la empresa, sobre la ruta nacional 226, funciona el Destacamento de Seguridad de Policía Vial. En verdad, las 120 horas de grabación de cámaras ubicadas en la zona y de la planta asaltada poco aportaron sobre las características de la banda. “Se ven algunas sombras y luces de las linternas no mucho más”, destacó otra fuente del caso que mencionó que las medidas de seguridad del predio eran “precarias”.

Cabos sueltos. En el contexto de la investigación, que se sustentan en distintas hipótesis, hay todavía cabos sueltos. Si efectivamente la banda contó con información sensible de la empresa de Ciantini, lleva a los investigadores a pensar que, claramente, hubo un informante, alguien que, desde adentro o desde afuera, pero con información muy precisa, aportó datos claves. El robo, consumado en la madrugada del domingo 25 de marzo, ocurrió a las 2.40, momento en que sonaba la alarma colocada en el predio.