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Sociedad

Vinos y desarrollo turístico: el efecto Pérez Companc
21-04-2018 Reino se reunió con el heredero de una de las fortunas más grandes de la Argentina.Foto crédito: Mariana Reinke.

El intendente municipal, Esteban Reino, mantuvo varios encuentros con Jorge Pérez Companc -el heredero mayor de una de las fortunas más grandes de la Argentina- quien a mediados de 2013 decidió emprender un nuevo proyecto vitivinícola, pero alejado de los lugares tradicionales. Si bien su familia, a través de la empresa Molinos Río de la Plata, ya tiene tres bodegas en Mendoza, para el hijo de Goyo Pérez Companc hacer este proyecto en un lugar distinto y virgen era un desafío. Fue ahí que se atrevió a incursionar en un lugar que nunca nadie se había atrevido antes: aquí, en Balcarce. Cuentan que el jefe comunal se reunió entonces varias veces con el empresario para conversar sobre futuras inversiones y el desarrollo turístico que puede tener la actividad en la economía local. En declaraciones a La Nación, Pérez Companc aseguró que "el vino tiene que salir, pensaba e investigando me di cuenta de que este lugar era muy parecido a Francia. Hicimos una prueba chiquita y empezó a funcionar", dice el empresario. Jorge Pérez Companc es el mayor de los siete hijos vivos de María Carmen "Munchi" Sundblad y Jorge Gregorio "Goyo" Pérez Companc, el tercer hombre más rico de la Argentina, con una fortuna valuada por la revista Forbes en US$1800 millones.

Los vinos. Su aventura vitivinícola comenzó con un viaje a Mendoza para elegir y comprar las plantas. Ya en "El Vallecito", rodeado del sistema de Tandilia, hoyadora en mano, el empresario se puso al frente del proceso para hilerar una a una las tres primeras hectáreas, con el espíritu de hacer camino al andar. "El lugar me encantó porque era muy pintoresco", destaca. Gente de la bodega familiar de Mendoza lo ayudó en el desarrollo de los primeros pasos. Así sus viñedos crecieron entre tres fortalezas del lugar: el suelo, el viento que le genera mucha sanidad a las plantas y las sierras de Tandilia. Una mística mixtura entre vitivinicultura y naturaleza. A medida que avanzaba el proyecto, se iban conquistando resultados positivos. Hoy en día los viñedos ocupan una superficie de once hectáreas con alrededor de 3500 a 4000 plantas por hectárea. Actualmente la bodega y los vinos no tienen nombre. "Es el período en que solo buscamos obtener un buen vino, cosa que cada año nos sorprende para bien, en un lugar donde no hay antecedentes", dijo.

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