“El grupo de chicas del Frente de Mujeres me trajo el soporte el sábado, recién el lunes me compraron los acrílicos, entonces arranque el domingo. El soporte con una base en blanco me pedía a gritos que lo pintara, entonces el sábado a la noche hice como una lluvia de ideas para mí, por ejemplo, qué era la mujer, que sentimientos quería plasmar, porque se conmemoraba el Día de la Mujer, cual eran las razones por el cual el grupo hacia la marcha y luego la concentración.  Las palabras que más me llamaron la atención eran “vida y esperanza”, entonces en base a eso hice una frase como para que sea mi motor para iniciar la pintura. Se puede percibir una figura femenina sin color, es decir, en blanco y negro, esta como teñida por decirlo de alguna forma, con el fondo también en blanco y negro haciendo referencia al miedo, a una vida triste, angustiada, oscura porque ya de por si hay mucha oscuridad alrededor de la mujer y ella al estar teñida de esa vida y ese miedo también está, digamos, de la misma gama o de tonos como está el fondo. Lo poquito que hay de color son las raíces, las hojas y la flor. La flor hace un poco de referencia a la esperanza, a la vida, a la luz, por eso es lo único que tiene color. También me gusta querer generar en el público ese efecto, en que la atención se dé en la flor nada más. Me base en fotos de pantanos, bosques, cosas así, pero uno lo tiene en la cabeza y por ahí cuando lo plasmas es algo distinto. Uno le pone su impronta porque sino una copia no tiene sentido, desde mi lugar me gusta dejar mi granito de arena y mi impronta. Al verla hoy, lo que más me llama la atención es la flor que también era en sí lo más importante, la parte de la esperanza y también el desafío fue la profundidad, hacer el cuerpo femenino que se notara la musculatura. Para la cara no pensé en nada, busqué para tener ideas pero no copiar de nada ni basarme en ningún rostro. No es ni Melina, ni Julieta, no es nadie. Lo quería hacer un poco general así al momento de dedicárselo a ella –por Melina- porque para mí es alguien especial, la perdida de ella nos dolió a todos entonces que mejor que dedicárselo y a su familia también”, le contó a La Vanguardia.

Melina
“No está dirigida a Melina, pero yo se la dedico  porque era mi amiga y era imposible no recordarla y además en una fecha como esa uno la tiene muy presente. Fue emocionante estar ahí y darle un mimo a ella desde acá, fue muy especial para mí, me acordé de ella y las lágrimas y la emoción eran más fuertes que yo.  Con respecto a la producción en sí, para los días que tuve de tiempo lo pude resolver pero uno siempre como que quiere dar más de lo que puede, entonces un poco tuve que caer en lo seguro, dije “voy a hacer esto y aquello, la mujer no va a tener color porque el fondo va a estar así”, porque si pinto por pintar no tiene sentido y si no hay un mensaje claro tampoco”.

El titulo de la obra
Dice Raúl que su obra no tiene título. “No le puse titulo, la cabeza me maquinó tanto en el hecho de terminar los detalles, la barnizada, donde iba a poner la firma y todo, que no llegué a ponerle un titulo pero yo creo que el titulo, valga la redundancia, es “esperanza” o “donde la esperanza florece”, algo más o menos así, a mi me gustaría dejarlo al espectador a que un poco lo titule, está bueno eso”, sostuvo.

El mensaje
Como todo artista, Raúl quiso dar un mensaje con su obra. “Pretendo dar un mensaje de esperanza, no solamente con la pintura sino para la gente; lo último que se tiene que perder es la esperanza y las ganas de vivir. “Por qué esta desnuda si la mujer hoy en día no es un objeto sexual”, me preguntaron. Pero en verdad yo no la hice con esa mentalidad ni con ese enfoque sino que está desnuda porque se entrega hacia el otro mundo, hacia la otra vida, está desligada de la ropa, de lo que es vestimenta, entonces con esa cara triste y con esa pose es como que va encaminada hacia la otra vida pero sin darse cuenta de que florece la esperanza. Es una mujer viva, pero no tiene color, no hace alusión tampoco a que está muerta pero está teñida a toda esa tristeza y esa angustia. Hoy en día si una mujer sufre violencia física o verbal o agresión tiene miedo a hablar y se calla, es como que adentro esa persona tiene el alma triste, sin color”, explicó.