Una salvaje e inentendible agresión sufrió esta semana la mascota de una vecina que vuelve a poner en evidencia la reiteración de actos condenables vinculados con el maltrato animal. El perro, de la raza Shar Pei, recibió un golpe con un elemento contundente en la cabeza cuando se alejó algunas cuadras de la casa de su dueña, Nilda Rodríguez, en la zona de 3 y 16. Producto de las graves heridas que sufrió, 48 horas después del ataque perdió el ojo derecho y tuvo que ser suturado en la cabeza producto de un corte profundo que puso en riesgo su vida.  La intervención de un médico veterinario fue sumamente necesaria para realizar las curaciones y comenzar un tratamiento que será largo. La familia, que habló con este diario tras la denuncia, cree que el animal fue atacado con un fierro o un palo, aunque no entienden las motivaciones de semejante brutalidad. Aunque activa y alerta, esta raza de perros, coinciden los especialistas, es de naturaleza tranquila, independiente y muy afectuosa. “El Shar Pei es muy cariñoso con la gente y le encanta vivir como parte integrante de la familia”, insisten.

Denuncia                                                                                                                             Muchas veces la gente se topa con casos de maltrato o crueldad extrema hacia un animal y no sabe cómo actuar. La Ley 14.346 de "Protección de los animales" establece penas para las personas que maltraten o hagan víctimas de actos de crueldad a ciertas especies de animales y los reprime con prisión de quince días a un año. Al tratarse de una norma penal toda persona mayor de 18 años puede realizar la denuncia y los oficiales de la ley deben actuar de oficio ante un caso, es decir tienen la obligación de hacerlo. Denunciar un acto en el que se maltrata o violenta a otro ser no es sólo una obligación sino un derecho cívico, por eso el compromiso es fundamental.