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Policiales

La oscura historia del ex profesor, acusado de abusos sexuales y prostitución de menores
05-11-2017 La causa podría ampliarse con el testimonio de más víctimas. El constructor está detenido en el área de sanidad del Penal N° 15. Podrían darle hasta 50 años de cárcel.

La sola presunción que habría muchas más víctimas de las que hasta aquí se han presentado en la justicia, en el marco de una causa de abuso sexual y prostitución de menores, lleva  a pensar que se está ante uno de los casos más graves y resonantes ocurridos en los últimos treinta años en materia de delitos sexuales. El ex profesor de la Escuela de Educación Técnica de Balcarce y reconocido constructor y maestro mayor de obras, Carlos Barboni (72), fue detenido por pedido del fiscal y el juez de Garantías, el doctor Juan Tapia, acusado de haber violado a varios menores en los últimos 25 años, además de enfrentar cargos por abusos sexuales y tentativas de abuso, grooming, y una figura inédita en el Departamento Judicial Mar del Plata como es la promoción de la prostitución de un menor de edad. Mientras era investigado, Barboni intentó suicidarse consumiendo pastillas, aunque no lo logró, y tras ser encontrado en el interior de su auto en un camino cercano a la Rural terminó internado en el Hospital Municipal. Barboni, ya detenido y repuesto del fallido intento de quitarse la vida, fue trasladado a la sede de la Fiscalía local donde se negó a declarar por consejo de su abogado, el doctor José Fernández Daguerre. Por otra parte, los investigadores avanzan con los análisis del material secuestrado en el allanamiento de la casa de Barboni, principalmente en unidades de almacenamiento digital –pen drive- cuyo contenido podría ser determinante para la investigación. También en ese operativo, la policía secuestró material pornográfico que se hallaba en una caja de madera con candado con la leyenda “Cacho García”, y que contenía pastillas, vaselina, profilácticos, dedos de hule, y viagra. La caja estaba escondida debajo de un mueble, y fue abierta en presencia del propio Barboni.  “Todo ese material fue secuestrado y es materia de investigación”, relató una fuente del caso.

Contundentes                                                                                                                                          Para el fiscal Moure las pruebas “son contundentes”. La madre de un chico de 14 años, víctima del ex profesor, fue la que realizó la denuncia y quien  descubrió que su hijo mantenía por la red social Facebook contacto con una persona cuyo perfil sería el de Barboni. "El cree que no ha hecho nada malo", así definió el doctor Daguerre, la situación del maestro mayor de obras. "Los hechos hay que investigarlos, hay que dejar que la causa avance", afirmó. "Hasta no tener certeza de la causa no va a declarar", mencionó el profesional. Tras la orden de allanamiento para la casa en la que Barboni vive junto a su esposa, la situación del acusado pasó a ser compleja desde el punto de vista del avance que marcaba la investigación. Mientras estuvo internado en el Hospital Municipal, la familia de Barboni solicitó un informe psiquiátrico que se realizó en la ciudad de Necochea y que será incorporado a la causa –se cree- por un perito de parte. “Pretenden demostrar que Barboni no comprendía la gravedad de los actos que cometió”, dijo a este diario una fuente judicial.

Primer paso. Tras la denuncia confirmada de la madre del menor, el trabajo de la subDDI fue clave primero para hacer un seguimiento y sorprender al constructor en su auto Toyota Corolla con dos jóvenes de 18 y 23 años años. Relatan los testigos que mientras conducía, el hombre recibía sexo oral de uno de los jóvenes. Teniendo en cuenta que no había ningún delito en esa acción ya que los chicos eran mayores, sólo se le informó de la formación de causa por la denuncia que había efectuado la madre del menor que luego declaró en Cámara Gesell, en el marco de las posibilidades del proceso judicial de la investigación en el Departamento Judicial de Mar del Plata.  Por otra parte, Moure espera conocer el resultado de los peritajes de la computadora y los teléfonos celulares secuestrados en otro allanamiento. "Es una causa donde se les cree a las víctimas, testimonios que se ven reforzados por las pericias que se van realizando. Hay mucho por hacer y ahora amerita que la Fiscalía salga a buscar  más pruebas", afirmó el fiscal.

Dato clave. El fiscal Rodolfo Moure espera que aparezcan más víctimas, ya que podría haber casos de 25 o 30 años cuando Barboni se desempeñaba en el ámbito educativo. De hecho, uno de los testimonios que figuran en la causa es el de un joven de 30 años que declaró haber sido abusado por el constructor cuando tenía 15 años. El relato del joven es providencial para el fiscal, porque demostraría que, como se cree, existen muchas otras víctimas que todavía no se han presentado a la justicia. Por los delitos que se le imputan, Barboni, y de ser encontrado culpable, podría recibir una condena de hasta 50 años de cárcel. Por otra parte, trascendió que ya fue rechazada una eximición de prisión solicitada por su abogado y se espera que presente un pedido de arresto domiciliario teniendo en cuenta su edad y su estado de salud.

Insólito                                                                                                                                     Cuando el juez Tapia ordenó el segundo allanamiento nunca imaginó que, además de la caja con material pornográfico, encontraría en el escritorio de Barboni gran cantidad de correos electrónicos impresos en los que se podían leer los diálogos que el constructor mantenía con menores de Balcarce y Mar del Plata, como también chats que el propio Barboni bajaba e imprimía, aunque no está claro con qué fin. En esos documentos se identificaba claramente los perfiles falsos de Facebook que usaba Barboni; “Juan Salvador Gaviota” o “Joaquín Barbarrosa”, nombres con los que aparecía en la red social y con lo que intentaba hacerse “amigo” de chicos varones menores de edad o muy jovencitos  y posteriormente los tentaba con juegos en los que el propio Barboni seducía con dinero. De esa manera se ganaba la confianza y, cuando estaba seguro, proponía un encuentro en los que “invitaba” a mantener sexo con él a cambio de dinero, situación que se daba casi siempre en el auto Toyota Corolla.

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