Por Ricardo Hugo Romera

En 1916 nacía en Balcarce Manuel Romera, hijo de don José Romera y Araceli Pelegrina (inmigrantes provenientes de Andalucía, España) un designio y ejemplo de sacrificio en pos de llevar adelante una idea de crecimiento y desarrollo personal. A poco tiempo de haber llegado a Balcarce sus hermanos mayores Juan, Andrés, Salvador y José, tomaron la decisión de cambiar el oficio de origen (trabajar la tierra) tomaron la posta y así eligieron aprender el oficio de mecánico, para dar sustento a una familia numerosa, María, Manuel, Ramón, Francisco e Isabel nacieron en Balcarce sumando 9 hijos de aquella pareja prolifera. Un oficio noble, que abrazaron con pasión y determinados a llevar adelante  haciendo historia en Balcarce y la región.
Así fue que Manuel  aprendió de sus mayores, este arte que dio origen a la construcción de su primer automóvil con sus propias manos (Baquet Rugby 1930). Pocos eran los medios con que contaban, no sería este un escollo para que lograran la idea y que fue motivada por los hermanos Carlini, corredores de aquella época con un auto similar (Baquet Rugby), este término identifica a los abuelos de los autos de carrera, es decir fueron las primeras competencias que se hacían para dirimir las artes de la preparación y de la creatividad en términos mecánicos.  La construcción fue en base a un Rugby de 1926 que fuera de don Azuero (familia tradicional de Balcarce) que en aquel año habían dejado de usar por la falta de elementos para su reparación debido a la crisis de los años 30.  Manuel convence a su padre  para que le facilitara unos pocos pesos para poder adquirir esas partes mecánica a don Azuero, con la idea de hacer una camioneta de auxilio para el taller que ya tenían sus hermanos mayores en donde luego funcionaria la tapicería de Colavita  (avda. Kelly, entre 25 y 27). Lo que resultó fue una Baquet de carrera que lejos estaba de ser ese vehículo de auxilio.  Manuel con solo 14 años y ayudado por su hermano Ramón, menor que él con 12 años, construyeron con inspiración y la pasión que los marcaría para siempre a ellos y a la familia que cada uno de los hermanos iría formando… aquella Baquet sirvió como entrenamiento para recibirse de mecánicos en el caso de Manuel y Ramón, ya que su hermano Juan manejaba el taller de la Studebaker de Viggiano (fallecido en accidente fatal en Paraje Vivoratá un 20 de marzo de 1926 en competencia como acompañante de Viggiano) y Andrés que también era mecánico, fueron sus maestros.  Aquella historia fue transmitida siempre y quedaron imágenes de aquel auto. Esas imágenes fueron sacadas por un aficionado a la fotografía Don Nicolás Gutiérrez quien fuera el creador de la marca La Nacional, primera fábrica electro mecánica de cepillos y escobas que abastecía a toda la región desde la ciudad de Balcarce.  Fue también que aquella amistad que cultivara Manuel y su familia, no terminaría solo en eso, sino que así se conoció con quien sería su novia y luego esposa y madre de sus hijos Dora Araceli (68), Juan Manuel (67) y Ricardo Hugo Romera (60), Dora Nélida Gutiérrez de Romera que cumplió sus 90 años de edad el 14 de julio pasado (2017).  Así fue que el menor de los tres, Ricardo Hugo Romera, motivado por la historia contada por su padre Manuel y sus tíos con las imágenes que conservaron, sirvieron de base para un proyecto que junto a Maximiliano Soprana (constructor de autos de competición y recuperación de autos históricos) llevaron adelante para convertirlo en realidad. Esta recuperación es parte de la historia mecánica y automovilística de la ciudad de Balcarce de donde nacieron preparadores exitosos y pilotos renombrados.

Una nutrida historia familiar

Dice Ricardo Hugo Romera “es mi intención recuperar parte de una nutrida historia familiar, que lleva tres generaciones en Argentina (Balcarce) y que a mi humilde entender, es necesario para crear y mantener el concepto de valores, ejemplo que debería transmitirse a la juventud a veces desorientada o poco valorada. Los jóvenes, nuestros chicos, hombres y mujeres que serán los responsables de conducir los destinos de un país y el mundo con éxito con las nuevas y mejores tecnologías, que bien usadas, brindaran más y mejores posibilidades para sí y para los demás, aprendiendo a aprender y así desarrollar una idea de crecimiento”.