Un maestro mayor de obras podría ser detenido la semana que viene, acusado del delito de abuso sexual y corrupción de menores. El hombre de 70 años, que por el momento está en libertad, fue demorado el miércoles por la tarde cuando a bordo de su auto fue encontrado con tres jóvenes de 18 años en una situación comprometida, hecho ocurrido en un camino vecinal de la zona conocida como El Pacífico.  Teniendo en cuenta que se trataba de mayores de edad sólo se notificó al profesional de la causa, pero no fue detenido. La Fiscalía Descentralizada imputó al reconocido profesional de dilatada trayectoria en la comunidad teniendo en cuenta la denuncia de una mamá de un menor de 14 años que había sido contactado por el constructor, según se desprende de la investigación. En este contexto, y tras la denuncia, el fiscal Rodolfo Moure llevó adelante un allanamiento con personal de la Sub DDI de Balcarce y la Comisaría de la Mujer en el estudio y una vivienda particular, propiedad del constructor. Los investigadores secuestraron dos computadoras y teléfonos celulares que están siendo periciados. Como anticipó La Vanguardia en su edición digital, el fiscal ya había ordenado seguir y realizar un operativo de vigilancia tras la denuncia que se recibió en la Comisaría de la Mujer. La mamá reconoció que la persona habría insistido en volver a tener un encuentro con el menor al que contactó por la red social. Cuentan fuentes de la investigación que con la excusa de enseñarle a manejar buscaba tener contactos en el interior del auto. Antes de este encuentro, la policía alertó al fiscal de la presencia del constructor que en su auto y con tres jóvenes se había trasladado hasta una zona alejada. Moure, ante la posibilidad de que estuviera existiendo un abuso de un menor, ordenó interceptar el auto y allí los efectivos de la Policía encontraron al constructor y los jóvenes teniendo intimidad en el interior del rodado. Según contó uno de los jóvenes, el hombre les daba dinero para que lo tocaran o acariciaran sus partes íntimas. Al parecer esta era una de las “técnicas” que tenía el imputado para lograr la confianza de las víctimas. Los contactaba a través de una identidad falsa en Facebook, siempre eran chicos varones y menores de edad o muy jovencitos- y les ofrecía plata a cambio de ciertos “favores sexuales”.

Chats                                                                                                                                            En los contactos y chats que establecía con ellos, les pedía que esa relación se mantuviera en reserva y les pedía a los chicos –las víctimas- que no contaran nada a familiares o amigos del dinero que recibía y mucho menos a cambio de qué obtenían esa plata que iba de los 500 a los 2 mil pesos. Por otra parte, el fiscal Moure no descartó en declaraciones a Radio Líder que existan otros menores que hayan sido víctimas del constructor y estima que la trascendencia que tomó el caso a nivel local pueda derivar en que otros chicos con sus padres puedan presentarse y denunciar una situación de abuso. “Creemos que esto pasaba desde hace bastante tiempo, así que estamos trabajando en esa línea también”, mencionó Moure.  

Reservas                                                                                                                                         Por ahora, todo el caso se maneja con absoluto hermetismo. Se pidió desde la justicia no se revele la identidad del constructor ni el lugar del allanamiento para no exponer al menor de 14 años víctima de este abuso, y por el momento todo es materia de investigación. Según detalló el fiscal, “no descartamos que existan más hechos de este tipo en un lapso de tiempo que podría ser de varios años teniendo en cuenta el activo rol social del imputado”. Asimismo, indicó que el próximo paso es la realización de una Cámara Gesell al menor víctima del abuso. “Si esas pruebas son concluyentes, no descarto una detención”, afirmó el fiscal.

Pena                                                                                                                                                De ser encontrado culpable, el maestro mayor de obras podría recibir una condena que va, según el Código Penal, de los 10 a los 15 años de prisión. En el caso de desarrollarse un juicio oral y recibir una condena sería trasladado al Penal de Batán, aunque no se descarta que esto ocurra antes, es decir una vez que quede firme el procesamiento.