-¿Cómo funcionan los CAPS?     
-Los centros de atención primaria de la salud, CAPS, tienen un objetivo primordial que es llevar la atención integral de la salud, considerando los aspectos psicosociales del paciente, lo médico, lo social, lo psicológico y teniendo en cuenta también lo ambiental como un factor de riesgo que influye sobre la salud de las personas. Es decir, tratamos de estar lo más cerca posible de las comunidades, por eso los centros de atención están en los barrios más populares. La composición de cada centro de salud depende de los recursos que el Estado tenga para poder proveer de profesionales, de la necesidad, de la cantidad de personas que viven en ese sector y de las problemáticas que puedan existir en cada uno de esos lugares. Cuanto mayor sea la densidad poblacional, mayor la cantidad y las necesidades, y más serán los recursos que la Municipalidad debe destinar a ese centro. Por eso hay CAPS que tienen una planta de profesionales diferente a la de otros. Por ejemplo los CICs tienden a tener mayor cantidad de recursos humanos que el resto de los centros de salud, otra concepción, y políticamente visto de otra manera. En estos centros, además de la atención de la salud, se abre un espacio donde el Estado puede atender problemas sociales, articulando con actividades educativas y otras series de prestaciones que son importantes para la comunidad. Ese fue el concepto de los CICs, mientras que los CAPs surgieron de una reunión de la Organización Mundial de la Salud cuando se organizaron para poder definir una política y una estrategia para lograr mejor salud en la comunidad y ahí encontró que la estrategia más apropiada era la atención primaria.

-¿Se logró la anunciada descentralización de la atención?                        
-La descentralización es un problema complejo en todos los aspectos de la sociedad. No  hay descentralización real política, no hay descentralización educativa, en realidad las decisiones se toman a nivel central, el recurso no se transfiere a los niveles más distantes por lo tanto hablar de descentralización no solo es hablar de decisiones, sino también de acompañar esas decisiones con recursos, y de la economía para poder financiar los emprendimientos que en ese lugar sean necesarios. Por ejemplo, la organización del sistema de salud en la provincia de Buenos Aires si bien trata de descentralizar en las regiones, como es la Región Sanitaria VIII, a la que nosotros respondemos, no siempre tiene recursos económicos ya que depende de Nación y de Provincia para poder asistir al resto de los municipios que conforman la región sanitaria. Algunos municipios tienen un primer nivel que son los CAPS, un segundo nivel que son los hospitales públicos y clínicas privadas, pero Balcarce tenemos una particularidad y es que no tiene segundo nivel, por lo que el primer nivel lo comparten lo privado con los consultorios, una Policlínica donde se trata lo ambulatorio, no internación, y los consultorios privados y el segundo nivel es el Hospital Subzonal, mientras que el tercer nivel sería el Hospital Interzonal de Mar del Plata y el Materno Infantil que hoy por hoy están desbordados por la misma población que tiene Mar del Plata. En ese contexto, se nos pone muy difícil a nosotros recurrir a servicios de esa categoría. La descentralización todavía no se ha logrado, es un desafío para la salud pública en Argentina y considero depende de transformaciones políticas y económicas trascendentes.

-¿Cuál es el desafío de la salud pública en los barrios?                                                  -El desafío de la salud pública es dotar a los servicios con la mayor calidad, eficiencia y eficacia en su desempeño. Calidad por lo que se entiende por calidad, el mejor servicio, eficiencia ahorrando gastos “tontos” y eficacia en que logremos esos objetivos que nos planteamos. Pero el gran desafío de la salud pública es lograr la equidad. Es una forma de brindar equidad en la población, dar al que más necesita lo que necesita porque dar a todos lo mismo no es equidad. Equidad es, frente a la necesidad, dar en la misma proporción de la necesidad; ese es el gran desafío. Con  respecto a nosotros, querríamos estar en el camino de poder lograr esas cosas, llevan tiempo, capacitación, formación de todos los actores sociales, de decisiones políticas y de tener el apoyo para poderla realizarlas.
                
-¿El embarazo adolescente es parte de una estadística que sigue creciendo?  ¿Qué se está haciendo al respecto?                          
-El embarazo en adolescentes es un tema que nos preocupa a todos porque vemos en el embarazo adolescente una situación biológica y social que desfavorece a la persona, que la pone en una situación de vulnerabilidad. Primero médica porque un adolescente no está biológicamente seguro o completamente fuerte como para sobrellevar una situación de este tipo y lo que implica la responsabilidad de traer una nueva vida, la contención social o familiar que debe tener esa criatura. Los números siguen siendo demasiado altos para lo que nosotros deberíamos esperar o pretender tener. El embarazo es otra falta de equidad y nos muestra realmente las condiciones socioeconómicas de una parte de nuestra población. Está visto que las medidas preventivas, como utilizar anticonceptivos, no han dado resultado, pero es multidimensional, y tiene que ver con lo educacional, las expectativas del mismo adolescente, la contención familiar, y la vida misma. En este abordaje debe intervenir toda la sociedad. Creo que la única manera de ser abordado es que la comunidad tome conciencia de que todos somos parte o formamos parte de este resultado, tenemos que tratar de mejorar muchas condiciones para que estas criaturas no se embaracen tan tempranamente, los métodos son uno, pero la educación, la contención familiar, la expectativa del adolescente para su desarrollo, el tener presente que tiene otras cosas en su vida que realizar son tremendamente importantes en un proyecto de vida. Esta manifestación es una de las razones por las que la atención primaria debería ser más eficaz que cualquier otra estrategia para lograr mejorar la salud de la población en términos generales y a largo plazo.

-¿La detección de enfermedades de transmisión sexual es también un problema?
-En cuanto a la detección de las enfermedades de transmisión sexual es un tema bastante presente dentro de lo que es la opinión pública porque han aparecido informes y noticias a nivel provincial que hablan de un incremento en las enfermedades de transmisión sexual. Nosotros periódicamente tenemos que cada tanto aumentan la cantidad de casos que se ven habitualmente. En la actualidad estamos atravesando una de esas etapas con un incremento en la cantidad de enfermedades, fundamentalmente de la sífilis una enfermedad que debería ser diagnosticada y tratada tempranamente y que tiene la ventaja entre otras enfermedades que el tratamiento es barato. Pero esta enfermedad expresa la promiscuidad de todo concepto de salud pública, está hablando de un deterioro social importante. La sífilis es una enfermedad de muy fácil transmisión pero tratada rápidamente no tendría que dejar ningún tipo de secuelas, aunque nos advierte que hay una situación de base en la persona que contrae esa enfermedad que lo coloca en un lugar de mucha vulnerabilidad. Y así, los esfuerzos no pueden salir solamente de la salud pública sino que tiene, en este aspecto, que participar toda la sociedad.

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