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Política

Se recordó la figura de Rucci
23-09-2017 José Ignacio Rucci fue un dirigente sindical argentino perteneciente a la Unión Obrera Metalúrgica, muy cercano al Gral. Juan Domingo Perón. El comunicado del vicepresidente del PJ, Teodoro García.
En 1946 comenzó a formarse en la tarea sindical y pasó a cobrar relevancia luego de la dictadura militar autodenominada Revolución Libertadora  que derrocó al gobierno de Juan Domingo Perón  en 1955, como miembro activo de la llamada Resistencia Peronista. Tras el nacimiento de las 62 organizaciones, rama política de la CGT, Rucci comenzó a escalar posiciones rápidamente junto al dirigente Augusto Timoteo Vandor  dentro de la UOM  Unión Obrera Metalúrgica a la que pertenecían y del movimiento sindical en general.

Fue dirigente gremial en la importante fábrica siderúrgica Somisa  (Sociedad Mixta Siderurgia Argentina, actual Ternium ), de San Nicolás de los Arroyos-Ramallo; en 1960 asumió la Secretaría de Prensa de la Unión Obrero Metalúrgica, acompañando a Vandor, Paulino Niembro, Avelino Fernández y Lorenzo Miguel, y en 1964 fue designado interventor en la seccional San Nicolás, donde luego fue secretario general.

En 1970 fue designado secretario general de la CGT y desde allí fue uno de los impulsores del regreso de Juan Domingo Perón al país, enfrentándose al sector colaboracionista de Rogelio Coria, que en ese momento presidía las 62 organizaciones sindicales peronistas.

Cuando se produce el primer regreso de Perón al país, el 17 de noviembre de 1972, Rucci y Juan Manuel Abal Medina lo recibieron en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza; cuando Perón se detuvo a saludar a sus simpatizantes caía una fuerte lluvia, y allí se produjeron las fotos más famosas de Rucci, en la que éste sostenía el paraguas para proteger a Perón.

Perón permaneció durante casi un mes en una residencia de la calle Gaspar Campos de la localidad de Vicente López y regresó luego a España. Proscripto Perón por los militares, Rucci y Lorenzo Miguel (de la Unión Obrera Metalúrgica) propiciaban la candidatura a presidente de Antonio Cafiero para las próximas elecciones. Sin embargo, el candidato elegido por Perón fue Héctor J. Cámpora.

Perón vivió en España hasta su retorno definitivo, producido el 20 de junio de 1973, durante el gobierno de Héctor J. Cámpora. Tras los hechos ocurridos en Ezeiza, se aceleró la renuncia de Cámpora y se convocó a nuevas elecciones.

A las 12:11 hs. del 25 de septiembre de 1973, el grupo conducido por Juan Julio Roqué asesinó a Rucci cuando éste salía de la casa de calle Avellaneda 2953 en el barrio de Flores.

Posteriormente, cuando en Montoneros conocieron —por los medios de difusión— que el cadáver del dirigente obrero peronista tenía 23 impactos de bala, denominaron al hecho «Operativo Traviata», porque el comercial de las galletitas Traviata decía: «Las de los veintitrés agujeritos».

La reapertura de la investigación del crimen permitió que la familia Rucci reabriera el debate sobre los alcances de los crímenes de "lesa humanidad”, imprescriptibles, y si éstos pueden involucrar también a los cometidos por la guerrilla y no sólo a cometidos desde el Estado.

Para sostener que el delito no prescribió los hijos de Rucci argumentan que "algunos de los asesinos pertenecían a Montoneros, y muchos integrantes de éstos tenían a su vez cargos de diputados" y que además “hay algunas versiones sobre que (el crimen) fue apoyado por el gobernador de la provincia de Buenos Aires Oscar Bidegain  se dice que los automóviles con armas salieron de la gobernación”. Otro argumento adicional expresado por los Rucci son las versiones de que en la labor de inteligencia previa al hecho operarios pertenecientes a la empresa de teléfonos ENTEL que en ese momento era estatal, habrían intervenido en forma ilegal la línea de teléfono ubicada en el domicilio. Según Luis Moreno Ocampo, el asesinato de Rucci podría ser calificado como crimen de lesa humanidad​ Ocampo agrega que "el Tratado de Roma no distingue quién cometió el crimen" y que "si se cometieron crímenes de lesa humanidad, no hay amnistía, indulto o prescripción que valga".

Recordar su figura, como vivió y murió hace que muchos justicialistas después de 44 años su desaparición física, sigamos recordando y rindiendo homenaje a este dirigente y sobretodo militante de nuestro movimiento.
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