Venezuela se transformó en un infierno. No hay comida, escasean los medicamentos, la salud está en crisis y el régimen de Nicolás Maduro ya carga sobre sus espaldas con 153 muertos en las calles de los principales distritos del país donde los enfrentamientos han terminado en tragedia. Paralelamente muchos venezolanos decidieron escapar y buscaron nuevos horizontes y un mejor porvenir en países como la Argentina. Un puñado de esas familias llegaron a Balcarce hace algunos años y otras recientemente para empezar una nueva vida, aunque el anhelo de la vuelta a la tierra que los vio nacer -dicen- es el combustible anímico y moral que les permite seguir adelante. Hay algo que los distingue a todos los venezolanos y es que sienten orgullo por su país. Llevan los colores de la bandera nacional en cada prenda y se entristecen cada día cuando hablan con los familiares que quedaron atrapados en Venezuela y cuando ven por televisión las consecuencias de una revolución fallida que termina de la peor manera. Esta es la historia de Panagiotis Moutoglis (37), su esposa Ondina Uribe (32) y una amiga del matrimonio, también venezolana, Aniraidis Hernández.  “Nosotros llegamos aquí hace ocho meses.  Tenemos dos hijas de 5 y 8 años, y un hijo de 18 años que, a través de un amigo venezolano que tenía ya dos años viviendo en la ciudad, tuve la posibilidad de llegar a Balcarce. Aquí estamos empezando una nueva vida, pero haciéndolo desde cero. La situación en Venezuela -incluso donde nosotros vivíamos que era la Isla Margarita- venía muy mal, así que empezamos a analizar la idea de dejar el país fundamentalmente por las niñas. En mi país no se consigue comida, no hay medicinas, y los venezolanos tienen que hacer cola para comprar comestibles. Por eso tomé la decisión de perder un gran empleo que tenía -era vendedor de una multinacional- en Venezuela y todo por la seguridad de mi familia. Se me presentó la opción de poder abandonar mi país y lamentablemente tuve que hacerlo, pero no se puede vivir en Venezuela ahora”, dice con cierta nostalgia Panagiotis. “La verdad que se volvió todo el entorno muy desfavorable para nosotros los venezolanos, y no pudimos aguantar esa situación. No se trata de ser cobarde, sino de buscar un bienestar y salir de tu país por un tiempo hasta que algo cambie y poder volver para seguir con nuestras vidas. Tengo muchos amigos que me escriben y me cuentan que la situación es insoportable. Aquí pude retomar el trabajo que tenía para la misma compañía y eso ha sido un aliciente. En Argentina a veces con muy poco se puede vivir más que en Venezuela donde, incluso siendo una familia de clase media, no podíamos hacerlo. Mi esposa es la que más sufre porque tiene a su mamá en Venezuela, pero hay cosas que no se pueden cambiar”, sostuvo.

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