Vecinos de Laguna Brava formularon un reclamo por la imposibilidad de acceder al espejo de agua y apuntaron a un funcionario municipal por algunas “licencias” en medio de la actividad que lleva adelante el Club de Pesca. “En realidad, desde siempre, el vecino que posee una propiedad en la laguna tiene acceso gratuito al agua. Esto no significa que pudiéramos utilizar parte de los servicios que ofrece el Club de Pesca, solo que estaba permitido el acceso, es decir, ir desde la calle hacia el agua. A partir de la nueva gestión del Club de Pesca se transformó esa posibilidad en una suerte de abuso vinculado a la decisión de algunos emprendedores con esta idea de la apertura del turismo pago. Una persona que ingresa al club debe pagar un canon, y los vecinos nos empezamos a negar y a tener algunas reuniones con los directivos de la entidad. Como no hubo ninguna solución, entonces, nos presentamos en la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires ya que somos co-propietarios del espejo de agua, somos los que más trabajamos en este proceso de cuidar el medio ambiente y debemos poder acceder por ejemplo con un kayak, porque en definitiva no pedimos más que esto”, le dijo a La Vanguardia Iván Villarreal Martínez acompañado de un grupo de vecinos de la villa. Según contó, primero se planteó el tema en el Municipio donde se hicieron algunas gestiones pero no tuvieron respuestas, por lo que hicieron la denuncia formal por sentirse perjudicados. “A partir del año 1992 está vigente una ley provincial que devuelve el espejo de agua a la Provincia, por esta razón es el gobierno provincial el que debe hacerse cargo y responder frente a este reclamo. La gobernadora estuvo en Mar del Plata y hemos pedido tener una reunión con ella explicando y poniendo en su conocimiento todo lo que gestionamos y sabiendo que nosotros, como barrio, como junta vecinal, no estamos pidiendo que el Club de Pesca se vaya de la Laguna sino tener un acceso libre no más que eso”, resumió. Por otra parte, aclaró Iván que “si nosotros utilizáramos un servicio del Club de Pesca lo tendríamos que pagar como cualquier persona, y está bien, pero solo queremos el acceso al agua en un kayak. No somos parte de los emprendimientos turísticos, que tiene su movimiento específico y se maneja de manera diferenciada, simplemente somos vecinos de la villa que reclamamos un acceso a la laguna. Por ahora seguimos en una negativa absoluta del Club de Pesca. Nosotros queremos destacar que hemos ido a todos los lugares que hemos podido asistir y por eso está el Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia y la Defensoría del Pueblo exigiendo al Club de Pesca que se ponga en regla, que pida los permisos correspondientes para tener sus embarcaciones como se debe y realice los trámites para mantener la concesión que se cayó al salir la nueva ley provincial, y que aparentemente está vencida desde el año 2008”, indicó.

Incumplimiento
Reconocen los vecinos que esperan que “por incumplimientos del propio club la entidad no se transforme hasta involuntariamente en un agente contaminante de la laguna sino que, por el contrario, tenga el control de, por ejemplo, la parte de la cola de la laguna que nosotros queremos proteger. Ese sector es la parte de nidales y donde hay informes de la Universidad Nacional de Mar del Plata y del CONICET que dicen que ese lugar hay que preservarlo porque son justamente nidales, no solo de aves de la provincia de Buenos Aires sino de aves migratorias que llegan, descansan y continúan sus trayectos anuales. Sin embargo, -denuncian- hay funcionarios del gabinete de Reino que suben a un bote de un motor importante, cruzan muy rápido la laguna y pescan sobre los nidales, esto es lo que no queremos que pase con el Club de Pesca. Queremos que el club se acerque a la junta vecinal, charle con los vecinos y que entre las dos instituciones podamos cuidar la Laguna. Esta es una reserva natural que la tenemos que cuidar entre todos y esto es lo que no está pasando”, sostuvo.

Petitorio
Pero los vecinos van más allá y aseguran que “hoy el Club de Pesca no tendría control de la laguna porque no tiene ninguna autorización provincial desde el año 1992, y hablamos de la parcela 333E de la villa, digamos, de la cuenca La Brava”. Según contaron, “esa parcela es propiedad de la provincia de Buenos Aires, por lo que cualquier vecino debería poder ingresar de manera gratuita y libremente. A partir de julio del año pasado se cortó todo dialogo con el Club de Pesca porque nosotros seguimos en nuestra postura y ellos en la que han venido expresando. La verdad que la postura que nosotros mantenemos, hoy por hoy, está acompañada por la Asesoría Legal de la Municipalidad de Balcarce, por la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires y por el Ministerio de Ganadería y Pesca bonaerense. Nosotros no estamos en contra del Club de Pesca, que quede claro, pero sí estamos en contra de las gestiones que se están haciendo con el espejo de agua y con las embarcaciones que le permiten ingresar y no deberían hacerlo. Este año, gracias a Dios, va a salir la ley de Paisaje Protegido de la cuenca La Brava y eso podría marcar un punto de inflexión, una nueva etapa, aunque buscamos y esperamos llegar a un acuerdo con el Club de Pesca”, explicaron.

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