Hace nueve años que Verónica B. viene luchando por su hijo. En una entrevista con La Vanguardia contó que le tocó crecer en una familia disfuncional con situaciones vinculadas con la violencia y el consumo de alcohol que motivaron que ella se fuera de su casa cuando, siendo menor de edad, quedó embarazada. Contó que en ese momento, y tras aquella decisión, “en el juzgado de Paz, el doctor Ricardo Croto, me dijo que yo no estaba apta para tener un hijo y que el nene se iba a quedar con mi mamá. Me dijo que tenía un mes para encontrar un trabajo y una casa, yo le dije que era imposible sobre todo teniendo en cuenta que era menor y no había terminado aún la secundaria. Bueno, me esforcé y conseguí un trabajo en ese mes pero era imposible alquilar una casa, entonces en la siguiente audiencia le dije que había conseguido un trabajo pero que, igualmente, no podía ver a mi hijo. Me dijeron que lo conveniente era viviera con mi mamá hasta que encuentre una casa, así que hicimos un trato, las dos firmamos y estuvimos de acuerdo en que yo iba a vivir con ella hasta que encontrara una vivienda. Pero todo se precipitó. A la semana ella me echó y se quedó con el nene. Ahí empezó mi lucha. Yo más adelante conocí a quien hoy es mi marido, formé una familia, y pude estar con mi hijo hasta que un día mi madre apareció, dijo que se lo llevaba a pasear, y nunca más regresó. Fue una verdadera pesadilla”, le contó Verónica a este diario. “Fui una madre adolescente pero presente mientras pude y me dejaron, pero en diciembre cuando quería llevar a mi hijo para que pasara las fiestas conmigo me hacían una y otra denuncia que nunca entendí y así lo impedían”, dijo.  “Yo siento que mi hijo está mal, psicológicamente le han hecho un daño, siempre cuando se portaba mal lo castigaban mencionándome a mí como si yo fuera su castigo y en los últimos meses del año 2016 cuando estuvo conmigo me di cuenta que las cosas no estaban bien y que estaba siendo muy influenciado con situaciones nocivas.  En ese momento mi madre me hizo una nueva denuncia por violencia familiar, sin pruebas, con una guarda falsa vencida de 2007 y de la que luego se arrepintió como otras veces”, sostuvo. Explicó Verónica que hace cuatro meses que no ve a su hijo y que está dispuesta a dar pelea, aunque dice que siente que “todas las puertas que toqué se cierran. Ya no sé a quién recurrir, pero eso quiero hacer público mi caso. Lo único que pretendo es estar con mi hijo”, reclamó.  Y agregó: “en todos estos años me privaron de ir a una fiesta de mi hijo en el jardín, de concurrir a una reunión de padres y hasta me impidieron retirar su boletín. Le doy muchas vueltas en mi cabeza, le pregunto a Dios, y no entiendo como siendo su mamá no puedo estar con él”, afirmó.

Denuncia
Durante la charla con La Vanguardia, Verónica contó que llevó su caso al Servicio Local y dice que nadie la atiende ni ha recibido respuesta. “Me he cansado de ir, y nunca he conseguido nada. Mi hermana hizo también una denuncia porque mi mamá le quiso sacar el nene a ella y así fueron las cosas, complejas y en medio de denuncias cruzadas”. Verónica fue convocada en Mar del Plata donde la entrevistó una psicóloga pero dice que “nada cambió”. Sobre cómo va a continuar el caso dijo que está dispuesta a “ir hasta las últimas consecuencias” con tal de recuperar la tenencia de su hijo. “Estar con él es lo único que me moviliza y voy a mover cielo y tierra hasta conseguirlo”, sostuvo.

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