Fidel Castro murió a los 90 años, según informó su hermano, el presidente Raúl Castro, a través de la televisión estatal. "Con profundo dolor comparezco para informarle a nuestro pueblo, a los amigos de nuestra América y del mundo que este 25 de noviembre del 2016, a las 10.29 horas de la noche falleció el comandante en jefe de la Revolución cubana Fidel Castro", indicó Raúl Castro visiblemente emocionado. La noticia impactó en el mundo entero, pero especialmente en los cubanos que no viven en la isla. Eloy Delgado es uno de los tantos cubanos que encontraron su lugar en el mundo en la Argentina, y particularmente en Balcarce donde atiende su propia zapatería. “Con la muerte de Fidel Castro se le pone fin a una era, a un sueño de muchos cubanos de cortar con el castrismo. Sin embargo no creo que haya muchas variaciones en cuanto al sistema político y social en el país ya que el hermano tomó el mando hace 6 años, por lo que hace ese tiempo que Fidel no decide los destinos políticos y sociales del país. Así que murió el referente de la revolución cubana, es el fin de una época y es una manera de marcar el camino de lo que viene. Los dirigentes de la revolución, en este momento, son como les dicen; la vieja guardia o los dinosaurios de la revolución y todos son octogenarios. Yo tengo ya 50 años, nací con la revolución cubana y el sistema educativo y el de salud en Cuba se deterioró muchísimo después de la caída de la Unión Soviética. Hoy, en Cuba la educación la están dando maestros emergentes, es decir, chicos de 17 años le dan clase a los chicos de 14 y así, es una cosa muy básica y no con el rigor científico que necesitan, lo mismo ocurre con los médicos. Uno va a un Hospital y hoy quien te atiende es un estudiante de medicina, no hay médicos en Cuba, entonces qué podes decir de la educación y de la salud, que está muy deteriorada y que no cumple con los estándares mínimos”, afirmó Eloy.

El futuro  
“Tenemos una discusión semántica y dialéctica con mis amigos, de hecho estamos todos desparramados por el mundo, y no se vislumbran grandes cambios. Algunos se alegran de la muerte de Fidel, otros  lo lloran, dentro de mi círculo de amigos, y yo digo que a mí no me generó nada, yo quedé tan neutro porque esto fue una noticia que yo esperé hace 20 años. A mí la muerte de Fidel me llegó tarde, yo hoy no puedo regresar a Cuba e ir con mi familia y mis hijos a buscar un trabajo. No lo puedo hacer porque la revolución que hizo Fidel no me lo permitió. Yo soy investigador en física, y a mí Fidel me enseñó a pensar, después no me permitió hacerlo y es muy frustrante. A mí la muerte de Fidel no me sirve de nada, a mí no me cambia la vida, no le va a cambiar la vida a los presos políticos, a los familiares que perdí en el mar como balseros tratando de escapar buscando otro futuro y otra realidad. La muerte de Fidel –insisto- me llegó tarde. Las personas que vienen después de Fidel están adoctrinadas con las mismas ideas y ojalá la gente pueda conocer a Cuba y saber del sistema corrupto que existe en la isla y pueda saber que las banderas del comunismo son hermosas para aquellos que viven fuera de Cuba, mientras que quienes viven adentro las sufren”.

La nota completa este lunes en el noticiero de Canal 28.